¿Qué causa la “niebla mental” por quimioterapia? Un estudio apunta a la reducción del cerebro
Si tú o un ser querido ha pasado por un tratamiento contra el cáncer, probablemente haya oído hablar de algo llamado “niebla mental” por quimioterapia.
Afecta aproximadamente a una de cada tres pacientes con cáncer de mama después de la quimioterapia.
Dificultad para concentrarse, lapsos de memoria o simplemente sentirse mentalmente “nublada”: los síntomas son muy reales y pueden prolongarse.
“Llevamos décadas utilizando la quimioterapia, pero apenas estamos comenzando a comprender las morbilidades a largo plazo que los pacientes pueden enfrentar.”
Un nuevo estudio, dirigido por los Drs. Laura Kenny and Paul Edison del Imperial College London, sugiere que la inflamación inducida por la quimioterapia podría causar cambios en la estructura cerebral que contribuyen al deterioro cognitivo.
El estudio incluyó a 270 pacientes con cáncer de mama que recientemente se habían sometido a quimioterapia.
Una serie de resonancias magnéticas cerebrales reveló que las participantes con síntomas de “niebla mental” por quimioterapia tenían niveles más bajos de materia gris en regiones vinculadas con la memoria, el lenguaje y la toma de decisiones.
Desde el punto de vista del volumen observado en las resonancias magnéticas de las pacientes que han experimentado deterioro, hemos podido demostrar que hubo una pequeña reducción en dicho volumen en estas pacientes. Esto implica que están ocurriendo ciertos cambios en estas pacientes, los cuales podrían estar relacionados con algún daño en el cerebro.”
En las pruebas neurocognitivas, las pacientes con “niebla mental” por quimioterapia también obtuvieron puntuaciones cognitivas generales más bajas y una fluidez verbal y semántica significativamente peor.
Algunas de estas mismas regiones cerebrales también se ven afectadas en la enfermedad de Alzheimer y en la demencia vascular.
No quiero decir que esto sea el inicio de la enfermedad de Alzheimer ni nada parecido.
Lo que no sabemos es cómo se desarrollarán finalmente estos cambios.
Edison señala que se necesitan estudios más amplios y con un seguimiento más prolongado, y que no quiere que los pacientes se alarmen.
Lo más importante es comprender lo que sucede en el cerebro.
Y, más aún, identificar qué cosas podemos hacer para prevenirlo será la estrategia clave en el futuro.
Fuente: Alzheimer’s Association International Conference 2025
Afiliaciones de los autores: Imperial College London