JUEVES, 3 de agosto de 2023 (HealthDay News) -- El yoga es conocido por sus beneficios, tanto para la mente como para el cuerpo. Y una forma suave de yoga podría ser una técnica ideal de intervención temprana para las mujeres mayores en riesgo de enfermedad de Alzheimer, sugiere una nueva investigación.
En un pequeño estudio en que se utilizó yoga kundalini, las participantes reportaron que sus efectos de alivio del estrés se tradujeron en una memoria más eficiente.
"Las mujeres tienden a estar más dispuestas a practicar yoga que los hombres. Y he realizado estudios antes en personas, adultos mayores con un deterioro cognitivo [mental] leve, y en cuidadores con intervenciones similares", señaló la Dra. Helen Lavretsky, la psiquiatra principal del estudio.
"Ahora nos enfocamos en mujeres que no presentan un deterioro, como en mi estudio anterior, pero que de cualquier forma están en riesgo de declive cognitivo. Y la idea es llegar al nivel en que hacer yoga prevendría el declive cognitivo y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en el futuro", comentó Lavretsky, profesora residente de la Universidad de California, en Los Ángeles.
El yoga kundalini implica cánticos, canciones, ejercicios respiratorios, meditación y poses suaves, con el objetivo de aumentar la consciencia en la mente y el cuerpo. Investigaciones científicas anteriores han encontrado que el yoga puede ayudar a regular la presión arterial y aumentar la aptitud cardiorrespiratoria, además de beneficiar al hipocampo, la región del cerebro asociada a la memoria.
En este estudio, los científicos examinaron los efectos del yoga kundalini en comparación con el entrenamiento para mejorar la memoria (MET, por sus siglas en inglés) en el hipocampo de 22 mujeres, la mayoría de las cuales estaban en la sesentena. Todas habían reportado un deterioro en la función de la memoria, y también tenían uno o más factores de riesgo cardiovasculares, por ejemplo un ataque cardiaco reciente y diabetes, que se sabe que aumentan las probabilidades de desarrollar Alzheimer.
Los grupos de yoga y MET recibieron una sesión de entrenamiento de una hora a la semana, además de tareas o sesiones de prácticas diarias, durante un total de 12 semanas.
Los investigadores utilizaron IRM para estudiar a las participantes antes y después del periodo de 12 semanas, y encontraron que el yoga podría beneficiar a la región del hipocampo afectada por el estrés. También observaron un aumento en la conectividad en la región, en comparación con las participantes que realizaron MET, lo que podría sugerir que la práctica tiene unos beneficios neurales a largo plazo.
Pero se encontró que las participantes que realizaron MET mostraron una mayor mejora en el cerebro que las participantes que hicieron yoga, cuando se trata de integrar la información de los sentidos en la memoria, lo que, según el estudio, podría respaldar una mejor fiabilidad de la memoria.
"Durante años, la ciencia médica, y sin duda la ciencia neurológica, ha sentido que las formas de prevenir el deterioro de la memoria [incluyen] comer una dieta saludable, no fumar, no beber demasiado alcohol, ser físicamente activo, ser intelectualmente activo... mantener la mejor salud cardiovascular posible", comentó el Dr. Michael Partnow, un neurólogo de Willingboro, Nueva Jersey. Estos factores se relacionan directamente con el tema de este estudio, añadió.
"Habla alguien que sabe muy poco sobre el yoga, el tipo de yoga que se describe en el artículo... es tanto una actividad física respecto a mantener ciertas posturas, hasta cierto grado una actividad física en cuanto al control de la respiración, pero también lo que llamaré una actividad contemplativa y de reducción del estrés", añadió Partnow. "En realidad se trata de una combinación de múltiples factores, lo que para mí hace que sea más convincente".
El equipo de Lavretsky ya había encontrado que el yoga también beneficiaba a los pacientes deprimidos y a los pacientes con un deterioro cognitivo leve, un estado mental que puede ser una señal temprana de demencia. Varios estudios más han mostrado que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de desarrollar demencia en alrededor de un 30 por ciento, y el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en específico en más o menos un 45 por ciento, según la Sociedad del Alzheimer (Alzheimer's Society), en Reino Unido.
Y las participantes que practicaron yoga notan una diferencia en sus vidas diarias, afirmó Lavretsky.
"En general dijeron que se sentían menos estresadas y que sentían que su memoria era más eficiente, y que pueden gestionar mejor los factores estresantes cotidianos", comentó. "Este es el tipo de hallazgo que es común entre los estudios, porque al entrenarlas para que hagan yoga, les damos una herramienta que no tenían antes del estudio, y ahora que la tienen, pueden elegir continuar después de que el estudio termine. Y esta es la idea subyacente de este ejercicio, porque no requieren una visita al médico ni una receta. Se convierte en su herramienta de por vida para manejar el estrés".
Partnow está pensando en el yoga como una herramienta para él mismo.
"Soy un neurólogo de 80 años, y pienso que quizá aprender yoga valga la pena en mi caso", planteó.
El estudio se publicó en una edición reciente en línea de la revista Journal of Alzheimer’s Disease.
Más información
Aprenda más sobre la Alzheimer en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Helen Lavretsky, MD, MS, geriatric psychiatry, UCLA Health, professor-in-residence, department of psychiatry, University of California, Los Angeles; Michael Partnow, MD, neurologist, Virtua Our Lady of Lourdes Hospital, Willingboro, N.J.; Journal of Alzheimer’s Disease, July 19, 2023, online