El estrés del trabajo puede cobrar su cuota en el embarazo

Mujeres embarazadas quienes trabajan, en alto riesgo de preeclampsia

Miércoles, 17 de abril (HealthDayNews) -- La presión en el trabajo pudiera incrementar el riesgo de problemas de presión sanguínea para madres que están esperando un bebé.

Nueva investigación de Irlanda sugiere que las mujeres quienes trabajan mientras están embarazadas enfrentan un riesgo significativamente mayor de alta presión e incluso de preeclampsia, una condición potencialmente peligrosa tanto para la madre como para el bebé.

Pero otro experto, conciente de las presiones que enfrentan las madres modernas, advierte que es demasiado pronto para decir que el embarazo y el trabajo no mezclan, y aconseja a las madres que trabajan fuera a no preocuparse de que pudieran perjudicase ellas o su bebé.

El hallazgo aparece en la edición de mayo de la Journal of Epidemiology and Community Health.

La preeclampsia es un trastorno que conlleva presión sanguínea alta, hinchazón rápida o notable que no desaparece luego de descansar, y proteína en la orina; ésta afecta a un cinco por ciento de todas las primerizas. Por lo general, ocurre a mitad o al final del embarazo y puede causar enfermedades o incluso la muerte en tanto la madre como el infante.

Los investigadores irlandeses estaban monitoreando la presión sanguínea de la mujeres embarazadas para ver si podían desarrollar una forma de predecir quién desarrollaría preeclampsia u otras complicaciones de la presión sanguínea durante el embarazo. La causa de preeclampsia se desconoce, y la literatura médica sobre el trabajo y el riesgo de la condición ha tenido resultados mixtos.

"[Algunos] estudios han sugerido que el trabajo pudiera predisponer [a las mujeres] para la preeclampsia, aunque algunos estudios no sugieren tal cosa", indicó el doctor John Higgins, el autor principal del estudio y profesor de obstetricia y ginecología en el Colegio Universitario de Cork.

En este estudio, Higgins y sus colegas examinaron el valor de 24 horas de lecturas de la presión sanguínea de 933 mujeres saludables de Dublín quienes estaban embarazadas por primera vez. Las mujeres se dividieron en lo siguientes grupos: empleadas, empleadas pero que no trabajaban en el día de la prueba, o no empleadas. Las lecturas de presión sanguínea se tomaron durante las semanas 18 a 24 del embarazo.

Higgins encontró que cuando descartó la influencia de factores que incluían la edad, el índice de masa corporal, fumar o beber, las mujeres quienes trabajaban tuvieron, en general, presiones sanguíneas más altas que aquellas quienes no estaban empleadas o no trabajaban.

Las mujeres no especificaron sus ocupaciones, pero clasificaron sus trabajos como sedentario, de pie, o activo. Los investigadores encontraron las presiones sanguíneas más altas en el grupo activo, y las más bajas en el grupo sedentario.

Por otra parte, las mujeres quienes trabajaban mientras estaban embarazadas tenían cuatro veces mayor probabilidad de desarrollar preeclampsia.

"No esperábamos que las asociación entre el trabajo y la preeclampsia fuese tan fuerte", indicó Higgins. "Pudiera ser que trabajar en un periodo avanzado del embarazo no se encuentre dentro de los mejores intereses de la madre y el bebé", expuso Higgins. "Pudiera ser la carga física del trabajo, pero también es posible que esté relacionado con el estrés de éste".

Pero advierte que datos mucho más concluyentes serían necesarios antes de sugerir que podría ser peligroso trabajar durante el embarazo.

"El trabajo y el embarazo es ahora la norma en el mundo Occidental", expresó Higgins. "Las presiones del trabajo son mucho mayores, y las expectativas de los patronos son mucho mayores, especialmente para alguien quien esté dedicándose de manera activa a su carrera".

Aún, así, "el trabajo maternal fuera de casa es algo que se debe examinar muy de cerca. Es justo sugerir, incluso a base de nuestro trabajo preliminar, que los doctores deben tener presente el hecho de si una mujer quien ha padecido de alta presión está trabajando o no".

El doctor Thomas Easterling, un profesor asociado de medicina materno-fetal en la Universidad de Washington en Seattle, indicó que esto no debe alarmar a las madres quienes eligen trabajar mientras están embarazadas. "Puede haber algo fisiológico acerca de trabajar que incrementa el riesgo de preeclampsia, pero no parece aumentar de manera catastrófica el riesgo", comentó.

Además, apuntó que la taza general de preeclampsia en madres trabajadoras era de 4 por ciento cerca del promedio mientras que madres que no trabajan o madres empleadas pero que no trabajan tenían un riesgo menor.

Easterling también señaló que "la preeclampsia no tuvo un gran efecto en el grupo laboral que las hiciera tener bebés más pequeños o embarazos prematuros".

En futuros estudios, los investigadores planean enfocarse en el tercer trimestre de embarazo así como factores específicos que podrían impulsar problemas de presión sanguínea en las mujeres embarazadas.

Qué hacer: Conoce más sobre la preeclampsia de la Fundación de Preeclampsia, FamilyDoctor.org o los Laboratorios de Investigación de la Preeclampsia.

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