El olor de sexo

Estudio encuentra que los hombres se sienten atraídos por las mujeres roseadas con feromona artificial
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Miércoles, 20 marzo (HealthDayNews) -- Olvida hornearle esos rollitos de canela y deshazte de los tacones altos.

Nueva investigación alega que lo que realmente enciende a un hombre es una versión sintética de feromonas, químicos naturales que las mujeres generalmente secretan durante sus momentos más fértiles. En un estudio que aparece hoy en la revista "Physiology and Behavior", investigadores de San Francisco State University han publicado lo que dijeron que es el primer estudio en probar de forma independiente el poder de una feromona sintética que atrae a los hombres.

"Fuimos capaces de demostrar que un compuesto de feromona sintética puede afectar el comportamiento romántico de un hombre hacia una mujer, aumentando su deseo de una conexión más íntima", dijo la coautora del estudio Norma McCoy, una profesora de psiquiatría en San Francisco State University.

Aunque el concepto puede sonar un poco "nueva erístico", McCoy manifestó que su raíz real se encuentra en los instintos más básicos de los humanos y los animales: el impulso de reproducirse.

Cuando una mujer está fértil, secreta feromonas, bioquímicos inodoros que se procesan a través de sensores dentro de la nariz del hombre. Desde allí, teorizan los investigadores, envía las señales al cerebro, que a su vez envía las señales al cuerpo con un deseo de "reproducirse".

"Entonces automáticamente responde con comportamiento romántico, el resultado final es tener una relación íntima", indicó McCoy.

Su estudio encontró que ocurre mucho el mismo comportamiento con el uso de la feromona sintética, una idea que encuentra excitante el investigador y terapeuta sexual Michael Perelman. "Creo que mientras más entendamos las causas fisiológicas del comportamiento sexual, mayor es la oportunidad para los terapeutas sexuales de integrar esto en la consejería que impartimos, y poder mejorar aún más la salud sexual de las personas", dijo Perelman, codirector del Programa de Sexualidad Humana en el Centro Médico del New York-Presbyterian Hospital Weill Cornell.

Aunque cree que la aplicación clínica de estos nuevos datos pudiera estar limitada ahora, "auguran un futuro en el cual nuevos compuestos, tanto farmacéuticos como de otra índole, probablemente estén disponible para nosotros, para asistir a nuestros pacientes con la salud sexual".

En la investigación de McCoy, las mujeres probaron cuán bien funcionan las feromonas sintéticas en una situación social "normal". El estudio de 14 semanas reclutó 36 mujeres entre las edades de 19 y 48 años, quienes se identificaron como blancas, filipinas, latinas, portuguesas, chinas, brasileñas, nativas americanas, mexicanas, japonesas, judías e hispanas. Durante las primeras dos semanas, cada una mantuvo un diario "de referencia", detallando su número de experiencias sexuales con hombres en cada una de las categorías siguientes: mimos/afectos/besos; dormir al lado de su pareja; relación sexual; citas formales; citas informales; el número de veces que un hombre se acercó a ella; y la frecuencia de la masturbación.

Luego se pidió a las mujeres que eligieran al azar un frasco de líquido de un grupo de recipientes idénticos, la mitad de los cuales contenía un compuesto de feromona sintética y la otra mitad una solución placebo. Se pidió a la mujeres que añadieran un frasco de dos onzas de su perfume favorito, y dieran dos o tres retoques de la fragancia bajo su nariz, en sus mejillas y detrás de sus orejas al menos una vez cada dos días.

Las mujeres, ninguna de las cuales sabía que tenían la solución de feromona o el placebo, utilizaron la mezcla durante tres meses consecutivos, tiempo en el cual registraron continuamente sus encuentros con hombres, utilizando las siete categorías.

Luego de tres meses, los investigadores rompieron el código del estudio para descubrir que 19 mujeres estaban utilizando la solución de feromona, y que 17 usaban el placebo. el grupo de McCoy entonces llevó la cuenta de los resultados individuales entrados en todos los diarios, antes y después de que las mujeres utilizaron el compuesto de la fragancia.

Lo que encontraron: un enorme 74 por ciento de las mujeres en el grupo de la feromonas reflejó un incremento en tres o más de las siguientes actividades: frecuencia de besos, grandes demostraciones de afecto y mimos; relaciones sexuales; dormir al lado de su pareja; y las citas formales con hombres. En comparación, sólo 23 por ciento de aquellas que utilizaban la solución del placebo grabaron cualquier cambio significativo. McCoy dijo que parecía no haber diferencia significativa entre los grupos cuando se trataba de citas informales, el número de veces que los hombres hicieron acercamiento, o su frecuencia en la masturbación.

"La única área que pareció verse afectada por las feromonas", expuso McCoy, "fue los comportamientos íntimos con una pareja". Los cambios de comportamiento comenzaron durante el primer mes, y se intensificaron durante los próximos dos meses. Aunque McCoy admitió que un número de fragancias comerciales alegan que contienen feromonas, dijo que es importante recalcar que su investigación no tiene nada que ver con las ocurrencias del perfume, o cómo huele una mujer.

Qué hacer

Para aprender más acerca de las feromonas, visita el Instituto Ludwig-Boltzmann para Etología Urbana. También puedes aprender más, leyendo esta historia de CNN.

Para descubrir más sobre la ciencia de la atracción sexual, visita este sitio de Emory University.

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