LUNES, 14 de febrero de 2022 (HealthDay News) -- Este día de San Valentín hay malas noticias para los hombres con mal de amores.
Un nuevo estudio encontró que los hombres tienen un riesgo más alto de enfermedad mental después de la ruptura de cualquier relación romántica. Y encontró que los estereotipos sobre la masculinidad podrían tener parte de la culpa.
Los investigadores deseaban comprender los tipos de problemas de salud mental a los que se enfrentan los hombres tras una ruptura, con el fin de prevenirlos o aliviarlos, según el autor principal, John Oliffe, fundador e investigador principal del programa de investigación en salud de los hombres de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, Canadá.
En el estudio, él y su equipo entrevistaron a 47 hombres de Australia y Canadá que se recuperaban de una ruptura reciente. Pidieron a los hombres que les contaran la cronología de su relación, incluyendo las partes buenas, las malas y las feas. También preguntaron cómo los hombres afrontaban la pérdida de su pareja, y usaron cuestionarios para evaluar las afecciones de salud mental.
Estudios anteriores han intentado cuantificar el efecto psicológico de las rupturas, entre ellos uno que encontró que la separación de un matrimonio o el divorcio cuadruplicaba el riesgo de suicidio masculino. El nuevo estudio, que se publicó en una edición reciente de la revista Social Science and Medicine – Qualitative Research in Health, fue más descriptivo.
"Este estudio es uno de los primeros que en realidad ha hablado con los hombres sobre la ruptura de una relación en el contexto de la salud mental", dijo Oliffe.
Los investigadore encontraron que la mayoría de los hombres desarrollaron síntomas nuevos, o unos peores síntomas, de enfermedad mental tras su ruptura, como ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, rabia y un mayor uso de sustancias.
Al hablar sobre el origen de estos síntomas, muchos participantes revelaron que tenían pocas personas a las que pudieran acudir para recibir apoyo emocional, lo que los llevaba a sentirse aislados y retraídos. Fue común que recurrieran a las sustancias para gestionar estas complejas emociones, lo que conjura la imagen estereotípica del hombre que está sentado solo en un bar, bebiendo para olvidar sus sentimientos.
"Lo que encontramos es que los hombres se sienten bastante aislados", señaló Oliffe. "Podría tener algo que ver con las dificultades con los amigos, y que las amistades que tienen no son relaciones profundas. Entonces, la pérdida de la pareja es masiva porque, con frecuencia, la pareja es la persona que es su confidente. Cuando esta inversión emocional desaparece, quizá no tengan ninguna otra salida para esas emociones".
Para algunos, los problemas comenzaron mientras todavía estaban en la relación. Muchos participantes dijeron que con frecuencia les restaban importancia y negaban las tensiones en su relación, e ignoraban el impacto que tenían en su salud mental.
El fondo de muchos de los problemas era una tendencia a implicarse en conductas estereotípicamente masculinas, como reprimir las emociones, comunicarse mal y no buscar ayuda, advirtió Oliffe.
"Lo interesante fue que el mayor problema de estos hombres con los que hablamos era la comunicación: la mayoría de estos hombres simplemente no sabían cómo comunicarse", lamentó.
Con frecuencia, estas conductas se pueden inculcar a una edad temprana, lo que sugiere que el origen del problema se relaciona con la forma en que criamos a los chicos jóvenes en nuestra sociedad, comentó CJ Pascoe, una profesora asociada de sociología de la Universidad de Oregón que se enfoca en temas que incluyen a la sexualidad y la masculinidad.
Pascoe, que no participó en la investigación, dijo que los hallazgos sugieren que la agitación emocional de los hombres tras las rupturas surge en parte de los mensajes que la sociedad les envía sobre lo que significa ser un hombre.
"Pienso que tiene todo que ver con que les decimos a los hombres que no sean emocionales y que no tengan unas amistades profundas, duraderas y emocionales con otros hombres", advirtió.
El estudio sí arrojó una noticia alentadora: muchos de los participantes al final buscaron ayuda para sus problemas de salud mental posteriores a la ruptura. Sus estrategias variaron mucho: desde leer libros de autoayuda hasta confiar en los amigos o en la nueva pareja, además de obtener ayuda profesional.
Aunque los esfuerzos de autoayuda y de conectar con los demás con frecuencia sucedieron más tarde, la capacidad de los hombres de ser honestos, consigo mismos y con los demás, sobre su dolor es una buena señal, aseguró Pascoe.
Durante dos décadas de estudiar a los hombres jóvenes, dijo que ha visto que los chicos se resisten cada vez más a ciertos ideales masculinos.
"Una gran proporción de los hombres jóvenes son muy críticos con los mensajes que les han envidado sobre lo que significa ser un hombres y respecto a ser poco emocionales, o dominantes", apuntó Pascoe.
Oliffe planteó que se debe animar a los chicos a desafiar las definiciones tradicionales de la masculinidad, y a crear nuevas interpretaciones.
"El mundo simplemente está cambiando, así que pienso que ayudar a los hombres jóvenes y a los chicos a derivar sus propios valores dentro de una sociedad contemporánea sería realmente bueno", añadió.
Más información
La Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) ofrece más información sobre la masculinidad y la salud mental.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: John Oliffe, PhD, RN, professor, nursing, and lead investigator, Men’s Health Research Program, University of British Columbia, Vancouver, Canada; CJ Pascoe, PhD, associate professor, sociology, University of Oregon, Eugene; Social Science and Medicine - Qualitative Research in Health, Jan. 21, 2022