VIERNES, 18 de marzo de 2022 (HealthDay News) -- La variante ómicron de la COVID-19 puede provocar crup (laringotraqueobronquitis) en los niños pequeños, lo que incluye unos casos graves que requieren hospitalización y cuidados intensivos, muestra un estudio reciente.
"La tasa de hospitalización relativamente alta y el gran número de dosis de medicamento que requieren nuestros pacientes con COVID-19 y crup sugieren que la COVID-19 podría provocar un crup más grave, en comparación con otros virus", señaló el coautor del estudio, el Dr. Ryan Brewster, que pertenece al programa de residencia combinada en pediatría del Hospital Pediátrico de Boston y el Centro Médico de Boston.
"Se necesita más investigación para determinar las mejores opciones de tratamiento para estos niños", planteó Brewster en un comunicado de prensa del Hospital Pediátrico de Boston.
En el trabajo, los médicos describieron los casos de 75 niños que acudieron al departamento de emergencias del Hospital Pediátrico de Boston con crup y COVID-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 15 de enero de 2022.
El crup es una enfermedad respiratoria común en los bebés y los niños pequeños, que ocurre cuando los resfriados y otras infecciones virales provocan inflamación e hinchazón alrededor de la laringe, la tráquea y los tubos bronquiales. Se caracteriza por una tos seca distintiva, y a veces unas inhalaciones con un tono alto (conocidas como estridores). En los casos graves, el crup puede restringir la respiración de forma peligrosa.
La mayoría de los niños del estudio tenían menos de 2 años, y un 72 por ciento eran varones. Con la excepción de un niño con un resfriado común, ninguno tenían una infección viral aparte del SARS-CoV-2.
Poco más de un 80 por ciento de los casos ocurrieron después de que la ómicron se convirtiera en la variante dominante del coronavirus en Estados Unidos.
"Hubo una delineación muy clara entre el momento en que la ómicron se convirtió en la variante dominante y el momento en que comenzamos a ver un aumento en el número de pacientes con crup", observó Brewster.
Ninguno de los niños murió, pero nueve (un 12 por ciento) fueron admitidos al hospital, y cuatro de esos pacientes requirieron cuidados intensivos.
Antes de la COVID-19, menos de un 5 por ciento de los niños con crup eran hospitalizados, y apenas entre un 1 y un 3 por ciento de esos pacientes requerían intubación, según el estudio.
Se administró dexametasona, un esteroide, a un 97 por ciento de los niños del estudio, y a un 29 por ciento de los que fueron tratados en el departamento de emergencias. Todos los que fueron hospitalizados recibieron epinefrina racémica a través de un nebulizador, que se reserva para los casos moderados o graves de crup.
Los niños hospitalizados requirieron una mediana de seis dosis de dexametasona y ocho tratamientos nebulizados de epinefrina para controlar sus síntomas de crup, más de lo que en general se necesita para la crup no relacionada con la COVID.
Los hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista Pediatrics.
Aunque el crup leve puede tratarse en casa con el agua nebulizada por un humidificador o el vapor de una ducha caliente, los autores del estudio enfatizaron que los padres deben buscar atención médica si un niño:
Aunque muchos virus pueden provocar crup, los padres deben sopesar la posibilidad de que su hijo tenga COVID-19 y pensar en hacerles pruebas a los niños y a los demás miembros de la familia, sugirieron los autores.
Más información
Aprenda más sobre el crup en la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics).
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Boston Children's Hospital, news release, March 15, 2022