LUNES, 11 de abril de 2022 (HealthDay News) -- Contraer la COVID-19 parece aumentar el riesgo de una persona mayor de desarrollar un caso de culebrilla.
Los investigadores encontraron que las personas de a partir de 50 años que sufrieron una infección de COVID tenían un 15 por ciento más de probabilidades de desarrollar culebrilla, en comparación con las personas que nunca se habían infectado. El riesgo aumentó a un 21 por ciento entre las personas hospitalizadas por un caso grave de COVID.
"Es importante que los profesionales de la atención de la salud y las personas de a partir de 50 años sea conscientes de este aumento potencial en el riesgo, de forma que los pacientes puedan ser diagnosticados y tratados pronto si desarrollan culebrilla tras la COVID-19", planteó el investigador principal, el Dr. Amit Bhavsar, director de investigación y desarrollo clínicos de la compañía farmacéutica GSK, en Bruselas.
La culebrilla es un doloroso sarpullido en la piel que ocurre en personas que sufrieron varicela antes.
El virus que provoca a la varicela, el varicela-zóster, se oculta en las células nerviosas de las personas después de que han superado el caso inicial de la enfermedad infecciosa, explicó la Dra. Carrie Kovarik, profesora de dermatología y medicina de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
En algunos casos, el varicela-zóster resurge a una edad más avanzada y provoca la culebrilla, en general debido a un sistema inmunitario que se debilita.
"Las células T son lo que mantienen contenido al virus de la varicela", dijo Kovarik. "Cuando las células T no hacen su trabajo, porque la persona ha tenido una enfermedad, está estresada o está envejeciendo, el virus de la varicela puede volver a salir a través del nervio y hasta la piel. Ya no puede contenerlo".
Debido a esto, tiene sentido que la COVID pueda provocar culebrilla, dado que el virus provoca estragos en el sistema inmunitario, apuntó Kovarik.
"Sin duda he visto a pacientes que han tenido uno o dos episodios [de culebrilla] en un año que nunca la habían tenido antes, pero que sufrieron COVID", dijo Kovarik. "Y he tenido muchos pacientes así, y sucedía en más de mis pacientes".
El Dr. Amesh Adalja, experto sénior del Centro de Seguridad en la Salud Johns Hopkins, se mostró de acuerdo.
"No es un hallazgo sorprendente, dado que se sabe que el SARS-CoV-2 provoca una disfunción inmunitaria y estrés fisiológico", apuntó Adalja. "El estrés fisiológico y una función inmunitaria desregulada son factores conocidos" de los brotes de culebrilla.
Casi todos los adultos de a partir de 50 años han tenido la varicela, y por tanto están en riesgo de desarrollar culebrilla, aseguró Bhavsar.
En este estudio, Bhavsar y sus colaboradores compararon los datos médicos de casi 400,000 pacientes con COVID de a partir de 50 años con los de más de 1.5 millones de personas que nunca habían contraído la COVID.
Nadie de ninguno de los dos grupos se había vacunado contra la COVID ni contra la culebrilla.
Los investigadores encontraron un riesgo elevado de culebrilla en los pacientes con COVID, que persistió al menos seis meses tras la enfermedad.
Como las personas vacunadas contra la culebrilla se excluyeron del estudio, no se sabe si la vacuna contra la culebrilla podría limitar o eliminar este riesgo de la COVID, anotó Bhavsar.
A Kovarik le preocupa que una infección grave con la COVID pudiera superar a la inmunidad conferida por la vacuna contra la culebrilla, en particular en las personas con un sistema inmunitario debilitado.
"La vacuna contra la culebrilla es tan solo una dosis más fuerte de la vacuna contra la varicela, que intenta activar a las células inmunitarias y enseñarles el virus para que se pueda tener cierta actividad inmunitaria contra el virus", apuntó Kovarik. "Las personas que tienen problemas inmunitarios quizá no monten una reacción inmunitaria igual de buena a la vacuna, o la COVID sea tan fuerte que pueda superar la respuesta inmunitaria a la culebrilla".
Las personas a quienes les preocupe desarrollar la culebrilla deben pensar en vacunarse tanto contra la COVID como contra la culebrilla, recomendó Kovarik.
"Los números han mostrado que la vacuna contra la COVID ayuda a prevenir las hospitalizaciones y las muertes, así que vacunarse contra la COVID debería prevenir un caso grave, lo que con algo de suerte prevendrá [la culebrilla] en esos pacientes", añadió Kovarik.
El nuevo estudio se publicó en una edición reciente de la revista Open Forum Infectious Diseases.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre la culebrilla.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Amit Bhavsar, MBBS, MHA, director, clinical research and development, GSK, Brussels, Belgium; Carrie Kovarik, MD, professor, dermatology and medicine, University of Pennsylvania Perelman School of Medicine, Philadelphia; Amesh Adalja, MD, senior scholar, Johns Hopkins Center for Health Security, Baltimore; Open Forum Infectious Diseases, March 9, 2022