MARTES, 16 de mayo de 2023 (HealthDay News) -- Las comunidades negras e hispanas en Estados Unidos son pobres con una mayor frecuencia, y también es más probable que tengan unos niveles nocivos de sustancias per- y polifluoroalquilos (PFAS) en el agua potable, revela un estudio reciente.
Las fuentes de contaminación con PFAS, entre las que se encuentran las grandes fábricas, los aeropuertos, las bases militares, las plantas de tratamiento de aguas residuales y los vertederos, se ubican de forma desproporcionada cerca de las cuencas que abastecen a estas comunidades más pobres, encontraron los investigadores de la Universidad de Harvard.
"Nuestro trabajo sugiere que los grupos sociodemográficos que con frecuencia están estresados por otros factores, como la marginalización, el racismo y la pobreza, también tienen una mayor exposición a las PFAS en el agua potable", lamentó el coautor del estudio, Jahred Liddie, estudiante doctoral en ciencias de salud de la población de la Facultad de Medicina T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.
"La justicia ambiental es un importante énfasis de la administración actual, y este trabajo muestra que se debería tomar en cuenta en las próximas regulaciones para las PFAS en el agua potable", planteó Liddie en un comunicado de prensa de la universidad.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. propuso la primera regulación nacional del agua potable en la historia de seis PFAS, que se espere que se haya completado a finales de 2023. Esta regulación establecería unos niveles máximos para los contaminantes de dos compuestos PFAS (PFOA y PFOS) de 4 partes por billón (4 ng/L). También limitaría las otras cuatro.
Las PFAS se usan ampliamente porque tienen propiedades de resistencia a las manchas y al agua. Pero también tienen una persistencia extrema en el ambiente. La exposición a lo que se conoce como "químicos eternos" se vincula con la diabetes, la enfermedad cardiaca y el cáncer.
En este nuevo estudio, los investigadores utilizaron datos de monitorización de las PFAS de casi 7,900 sistemas de agua comunitarios de EE. UU. en 18 estados: California, Colorado, Illinois, Indiana, Kentucky, Maine, Maryland, Massachusetts, Michigan, Nueva Hampshire, Nueva Jersey, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Carolina del Sur, Utah, Vermont y Wisconsin.
Los investigadores analizaron más de 44,000 muestras recolectadas de 2016 a mediados de 2020. Los investigadores también observaron las ubicaciones geográficas de las fuentes de PFAS en múltiples bases de datos.
La detección de PFAS en un sistema de agua se asoció con el número de fuentes cercanas y la proporción de personas de color, apuntaron los autores del estudio.
Por cada centro industrial, área de entrenamiento militar y aeropuerto en la cuenca del sistema de agua de una comunidad, hubo un aumento de un 10 a un 108 por ciento en el ácido perfluorooctanoico, y un aumento de un 20 a un 34 por ciento en el ácido perfluorooctanosulfónico en el agua potable, encontró el estudio.
Alrededor de un 25 por ciento de las personas en las áreas estudiadas eran abastecidas por sistemas de agua comunitarios que tenían unos niveles de PFAS superiores a 5 ng/L. Si el nuevo nivel propuesto por la EPA de 4 ng/L se implementa, esto significa que más de un 25 por ciento de los estadounidenses podrían estar expuestos a lo que se considera unos niveles peligrosos de PFAS.
"Nuestros hallazgos son particularmente preocupantes, porque los trabajos anteriores sobre las disparidades ambientales muestran que las poblaciones marginadas son susceptibles a unos mayores riesgos de resultados de salud adversos, en comparación con otras poblaciones, incluso con los mismos niveles de exposición", comentó la coautora del estudio, Elsie Sunderland, profesora de química ambiental y de ciencias de la tierra y planetarias de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard.
"Regular la liberación de las fuentes de PFAS y garantizar que las personas tengan un agua potable segura tiene una particular importancia en las comunidades más vulnerables, para proteger la salud pública", añadió Sunderland.
El comentario público sobre la propuesta de la EPA finaliza el 30 de mayo.
Los hallazgos del estudio se publicaron en la edición del 15 de mayo de la revista Environmental Science & Technology. Esta investigación fue respaldada por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de EE. UU.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre las PFAS.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Harvard T.H. Chan School of Public Health, news release, May 15, 2023