Los que no tienen seguro son más propensos a morir de cáncer después del diagnóstico

Un informe halla que son menos propensos a recibir pruebas de exploración, de modo que cuando se detecta la enfermedad ya está en estado avanzado

JUEVES 20 de diciembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- Los que son diagnosticados con cáncer y no tienen seguro de salud son más propensos a morir porque tienen menos probabilidades de recibir las pruebas de exploración, y en general la enfermedad se diagnostica cuando ya está avanzada, según plantea un estudio reciente de la American Cancer Society.

El hallazgo ofrece una evidencia sólida de que las diferencias en la supervivencia del cáncer están directamente relacionadas con la falta de acceso a la atención de la salud.

"Si una persona no tiene seguro y es diagnosticada con cáncer tiene una probabilidad 60 por ciento mayor de morir a causa del cáncer que si tiene seguro al momento del diagnóstico", señaló el Dr. Otis Brawley, director médico de la sociedad contra el cáncer.

"No existe un cohorte de pacientes sin seguro y de asegurados que tenga la misma supervivencia a cinco años", apuntó. "Siempre obtienen los peores resultados los que no tienen seguro"

Parte del problema es que los que no están asegurados no tienen acceso a las pruebas de exploración, aseguró Brawley. "Sin embargo, una parte del problema es que las personas que no están aseguradas no tienen acceso a los mejores médicos o tienen acceso a buenos médicos que están sobrecargados de trabajo. El resultado final es que la calidad de la atención que reciben los pobres no es tan buena como la de los más ricos o de los que tienen seguro", declaró.

También hay gente que no tiene suficiente seguro, dijo Brawley. Aunque estas personas tienen acceso a la atención, los altos copagos y deducibles hacen que la atención sea inaccesible, sobre todo debido al alto precio de los medicamentos de quimioterapia, anotó.

"La situación es más preocupante y moralmente censurable cuando los pacientes tienen un dolor agudo y no pueden recibir los narcóticos y otros analgésicos que necesitan porque no pueden costeárselos", apuntó Brawley.

La gente no le da importancia al hecho de no tener seguro hasta que se enferma, explicó Brawley. "Hay un número sustancial de estadounidenses que no se da cuenta de que están a un diagnóstico de cáncer del desastre económico", anotó.

El estudio, publicado en la edición de enero y febrero de CA: A Cancer Journal for Clinicians, utilizó los datos de la National Cancer Database, que es el único registro nacional que recopila datos sobre el seguro de los pacientes.

El informe es una visión general de los sistemas de seguro de salud de Estados Unidos. Tiene datos sobre la relación entre el seguro de salud, las pruebas de exploración, la etapa al momento del diagnóstico y la supervivencia para el cáncer de mama y colorrectal.

La relación entre el acceso a la atención y los resultados del cáncer es particularmente llamativa para los cánceres que se pueden prevenir o detectar a tiempo y para los que hay tratamientos efectivos, como el cáncer de mama y el colorrectal.

Sólo cerca del 38.1 por ciento de las mujeres sin seguro de 40 a 64 años se han hecho una mamografía en los últimos dos años, en comparación con el 74.5 por ciento de las mujeres que tienen seguro. Además, entre el 20 y 30 por ciento de las mujeres sin seguro son diagnosticadas con cáncer de mama en fase terminal en comparación con entre 10 y 15 por ciento de las que tienen un seguro privado, de acuerdo con el estudio.

Las que no tienen seguro son menos propensas a ser diagnosticadas con cáncer de mama en fase inicial que las mujeres que tienen un seguro privado. Esta disparidad era mayor entre las blancas, ya que casi el 50 por ciento de las que tenían seguro privado eran diagnosticadas con cáncer en etapa inicial, en comparación con menos del 35 por ciento de las mujeres blancas sin seguro.

Además, el 89 por ciento de las mujeres blancas con seguro vivían cinco años tras el diagnóstico del cáncer en comparación con el 76 por ciento de las mujeres blancas sin seguro. En cuanto a las mujeres negras, las tasas de supervivencia a cinco años eran de 81 por ciento para las que tenían seguro privado y de 65 por ciento para las que no tenían seguro.

Entre los hombres y mujeres de 50 a 64 años con seguro privado, el 48.3 por ciento había sido explorado para el cáncer en los últimos diez años en comparación con menos del 18.8 por ciento de los no asegurados.

Además, los pacientes sin seguro eran más propensos que los que tenían seguro privado a ser diagnosticados con cáncer colorrectal en fase IV y menos propensos a ser diagnosticados con cáncer colorrectal en fase I, hallaron los investigadores.

Para los blancos, el 66 por ciento de los pacientes asegurados sobrevivía al cáncer colorrectal cinco años, en comparación con el 50 por ciento de los pacientes sin seguro. En cuanto a los negros, las tasas de supervivencia a cinco años era de 41 por ciento entre los no asegurados en comparación con 60 por ciento para los pacientes con seguro privado.

Otros hallazgos del estudio:

  • Las mujeres sin seguro eran menos propensas a haberse hecho la prueba de Papanicolaou en los últimos tres años que las mujeres con seguro (68 por ciento frente a 87.9 por ciento).
  • Entre los hombres asegurados, el 31 por ciento se había hecho la prueba del antígeno prostático específico, en comparación con el 14 por ciento de los hombres sin seguro.
  • Las personas de 18 a 24 años eran las más propensas a no tener seguro.
  • Los de bajos ingresos eran más propensos a no tener seguro.
  • Los estadounidenses negros, hispanos, de origen asiático o de las islas del pacífico así como los nativos americanos y los nativos de Alaska eran más propensos a no tener seguro que los blancos.
  • De los que no tenían seguro, el 53.6 por ciento no tenía una fuente habitual de atención de la salud.
  • Los no asegurados eran más propensos a postergar la atención, a no recibir la atención y a no obtener los medicamentos recetados debido al costo.
  • Entre los que habían visitado a un proveedor de atención de salud, los que no tenían seguro eran menos propensos a recibir consejos para dejar de fumar o perder peso.

Brawley anotó que mientras que algunos de los no asegurados calificaban para Medicaid, la cobertura no comienza hasta que el cáncer se diagnostica.

"Si una persona es pobre y no tiene seguro, no recibe ninguna de las pruebas de exploración ni tiene oportunidades de detectar la enfermedad a tiempo, cuando finalmente acude al médico, es porque está muy enferma, ya no puede trabajar o su familia la obliga a ir a la sala de emergencias", apuntó Brawley. "El médico se encuentra con un paciente que pudo tratarse o incluso curarse un año atrás a un costo relativamente menor, pero ahora que ha ignorado sus síntomas ya no se puede tratar con facilidad, y el tratamiento será muy costoso".

La solución del problema es "garantizar que todo el que desee un seguro de salud pueda obtener uno asequible", apuntó Brawley. "En este país, necesitamos tener una conversación abierta sobre este tema".

Una experta cree que este estudio subraya la necesidad de un programa de seguro de salud con cobertura para todos.

"Desafortunadamente, muchos estadounidenses tienen que afrontar los desafíos del cáncer sin cobertura de seguro, o con Medicaid, que a menudo ofrece una cobertura muy inadecuada" , dijo la Dra. Steffie Woolhandler, profesora asociada de medicina en la Facultad de medicina de Harvard y cofundadora del Physicians for a National Health Program.

Para estos pacientes de cáncer, el diagnóstico se retrasa y la supervivencia se acorta, destacó Woolhandler. "Necesitamos un seguro de salud nacional sin fines de lucro para asegurar que todos reciban la atención que necesitan, en especial los que tienen cáncer".

Más información

Para más información sobre el seguro de salud, visite Physicians for a National Health Program.


Artículo por HealthDay, traducido por Dr. Tango

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