MARTES, 15 de agosto de 2017 (HealthDay News) -- Si los padres tienen miedo del crimen local, los niños y adolescentes pasan menos tiempo en la calle en sus vecindarios, según un nuevo estudio que hizo un seguimiento con smartphones.
En los lugares en los que los residentes percibían una mayor amenaza del crimen, los jóvenes pasaban más de una hora menos al día fuera de casa en su propio vecindario, encontraron los investigadores. Esa cifra es en comparación con los niños y adolescentes que viven en vecindarios que los residentes adultos pensaban que eran más seguros.
Los vecindarios que se percibían como menos seguros también tendían a ser más pobres, indicaron los autores del estudio.
"Está claro que los niños y adolescentes que viven en áreas de mucha pobreza pasan menos tiempo en sus vecindarios, y eso se asocia con un miedo colectivo al crimen", dijo el autor principal del estudio, Christopher Browning, profesor de sociología en la Universidad Estatal de Ohio.
"Esto nunca se ha probado antes con los datos de un GPS que rastrea los movimientos cada minuto", dijo Browning en un comunicado de prensa de la universidad.
Para realizar el estudio, los investigadores revisaron los datos de rastreo del teléfono de 2014 a 2016. La información provino de más de 1,400 jóvenes. Los niños y adolescentes vivían en 184 vecindarios del condado de Franklin, en Ohio, donde quedan Columbus y sus suburbios.
Los hallazgos sugieren que los niños y los adolescentes pasan en promedio aproximadamente la mitad del tiempo que están despiertos en casa, un 13 por ciento en su vecindario y un 35 por ciento fuera de su vecindario.
Los investigadores encontraron un vínculo significativo entre cuánto tiempo pasaban los niños y adolescentes en sus vecindarios y las percepciones que tenían sus padres y tutores sobre la seguridad de los vecindarios donde vivían o pasaban mucho tiempo de visita.
"Cuando las suficientes personas dejan de pasar tiempo en un vecindario porque tienen miedo, otras dejarán de hacerlo, tanto si tienen miedo como si no", dijo Browning.
"Si los adolescentes van al patio de juegos local y no hay nadie con quien jugar al básquetbol, irán fuera del vecindario para encontrar a sus amigos, o pasarán más tiempo en casa", añadió.
Los centros recreativos y otros servicios sociales con frecuencia están disponibles en los vecindarios más pobres. Pero "nuestros resultados sugieren que estos servicios podrían usarse poco porque los jóvenes se están marchando del vecindario. Tanto si tienen miedo de ir allí como si simplemente siguen a sus amigos a otra parte, los jóvenes pasan menos tiempo en los vecindarios pobres".
La investigación se presentó el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana de Sociología (American Sociological Association), en Montreal. Las investigaciones presentadas en conferencias se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Más información
Para más información sobre la seguridad de los adolescentes, visite el Centro de Defensoría de los Niños y Adolescentes de la Universidad de Missouri en St. Louis.
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