MIÉRCOLES, 21 de junio de 2017 (HealthDay News) -- Las temperaturas aumentaron tanto el martes en Phoenix que algunos aviones no pudieron despegar, y la ola de calor que arrasa al suroeste durante la próxima semana se debe tomar muy en serio, advierte un médico de emergencia.
Se han registrado temperaturas dramáticas en Arizona, California y Nevada, que alcanzaron 120 ºF (48.9 ºC) o más en algunas ciudades del desierto. En Death Valley, California, se alcanzaron los 125 ºF (casi 52 ºC) y Palm Springs, California, llegó a los 121 ºF (49.4 ºC).
En Phoenix, el termómetro alcanzó un máximo de 119 ºF (48.3 ºC) el martes, una temperatura igualada o superada solo en cuatro ocasiones, según Associated Press.
Ese tipo de calor puede resultar letal.
"Es importante recordar que el calor extremo, combinado con la humedad, puede matar. Los extremos de calor son los más preocupantes para la seguridad pública, y una gran cantidad de muertes relacionadas con el calor son en general prevenibles", comentó el Dr. Robert Glatter, médico de emergencias en el Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.
"Los bebés y los niños, las personas mayores, y los que sufren de afecciones médicas crónicas como la enfermedad renal crónica, el asma, la hipertensión y la diabetes, tienen un riesgo más alto de enfermedad relacionada con el calor", añadió.
Los calambres por el calor y el agotamiento por calor son las afecciones relacionadas con el calor más comunes, dijo Glatter. Las náuseas, el mareo y los calambres musculares son señales de problemas, apuntó. La piel también puede enfriarse y mojarse por la gran sudoración.
La insolación es una afección incluso más grave, y se considera una emergencia médica. Los pacientes pueden desarrollar temperaturas corporales de hasta 106 a 108 ºF (de 41.1 a 42.2 ºC) a medida que pierden la capacidad de sudar y enfriar su cuerpo, y podrían experimentar confusión y desorientación, señaló Glatter. Un baño con hielo y los ventiladores con rocío pueden ayudar a reducir la temperatura central.
Pero "los medicamentos como el ibuprofeno y el acetaminofén no son útiles con esas temperaturas tan elevadas, y de hecho podrían resultar nocivos", anotó Glatter.
Y otros medicamentos que la gente toma habitualmente (por ejemplo antihipertensivos y diuréticos) afectan al nivel de hidratación de la persona, y pueden aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor si las personas no se hidratan de forma adecuada, añadió.
Glatter ofreció algunos consejos para mantenerse seguro durante una sofocante ola de calor:
Esas medidas de seguridad probablemente se vuelvan más esenciales en las próximas décadas. Un nuevo estudio publicado esta semana en la revista Nature Climate Change encontró que si el cambio climático sigue sin controlarse, tres cuartas partes de la población del mundo experimentarán olas de calor letales a finales de este siglo.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. tienen más información sobre el calor extremo.
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