MIÉRCOLES, 7 de agosto de 2019 (HealthDay News) -- Con frecuencia, la administración de las vacunas de rutina se retrasa en los bebés prematuros, en comparación con los bebés a término completo, y la diferencia persiste a los 3 años de edad, encuentra un estudio reciente.
La "renuencia" infundada de los padres respecto a la seguridad de las vacunas en los bebés prematuros podría tener la culpa, señalaron los investigadores.
El estudio encontró que era menos probable que los bebés prematuros estuvieran al día con siete de las vacunas recomendadas a los 19 meses de edad. Más de la mitad no habían recibido todas las vacunas necesarias, y a los 3 años de edad, un tercio seguían sin recibirlas.
Los expertos comentaron que los hallazgos son preocupantes porque los bebés prematuros son más propensos a enfermar de gravedad si contraen las infecciones que las vacunas previenen.
Los motivos de los resultados no están claros, pero la renuencia de los padres podría ser un factor.
"Los padres de los bebés prematuros a veces sienten que están manejando a un niño frágil", dijo el Dr. Rahul Gupta, director médico y de salud de March of Dimes. "Aunque la renuencia a las vacunas no sea su filosofía, quizá les preocupe la seguridad de la vacunación para su hijo".
Además, dijo Gupta, en esos primeros días y semanas de la vida, en la unidad de cuidados intensivos neonatales ocurren muchas cosas, y los médicos, los enfermeros y los padres están enfocados en las distintas necesidades médicas. Las conversaciones sobre las vacunas podrían quedarse rezagadas.
Pero Gupta enfatizó que para los bebés prematuros recibir las vacunas de forma oportuna es vital, porque su riesgo de complicaciones por las infecciones es más alto que el promedio.
"Todas las vacunas disponibles son seguras y efectivas para los bebés prematuros y que tienen un peso bajo al nacer", aseguró.
De hecho, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) y otros grupos afirman que los bebés prematuros deben seguir el calendario estándar de vacunación que se recomienda para los bebés nacidos a término completo. Solo hay un par de excepciones. La primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B, que generalmente se administra el primer día de vida, podría retrasarse; y la vacuna contra el rotavirus, que provoca una diarrea grave, se retrasa hasta que los bebés prematuros hayan salido del hospital.
Los nuevos hallazgos, publicados en la edición del 7 de agosto de la revista Pediatrics, se basan en más de 10,000 bebés nacidos en el estado de Washington entre 2008 y 2013. Poco más de un 19 por ciento nacieron prematuros (antes de la semana 37 del embarazo).
Los investigadores observaron si los bebés estaban al día con la serie estándar de siete vacunas. Incluye las vacunas contra la polio; la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola; la vacuna contra la difteria, el tétanos y la pertussis (tos ferina); la vacuna contra la varicela y la vacuna contra la hepatitis B. También incluye a la vacuna "Hib" y a la neumocócica, que pueden prevenir unas infecciones graves en los pulmones, la sangre y el cerebro.
En general, muchos bebés no estaban al día con todas las vacunas a los 19 meses de edad, incluyendo a un 48 por ciento de los bebés nacidos a término completo. Pero esa cifra fue incluso más alta entre los bebés prematuros, de un 54 por ciento.
Y a los 3 años, esa laguna no se había eliminado. Menos de un 64 por ciento de los niños pequeños prematuros estaban al día, en comparación con un 71 por ciento de sus pares que nacieron a término completo.
Las tasas generalmente bajas de vacunación oportuna son "preocupantes", aseguró la investigadora principal, la Dra. Annika Hofstetter, del Hospital Pediátrico de Seattle y la Universidad de Washington. Pero añadió que las cifras bajas entre los bebés prematuras son particularmente preocupantes.
La "próxima gran pregunta" es averiguar qué está sucediendo, planteó.
Los estudios futuros, según Hofstetter, podrían encuestar a los padres y a los proveedores de atención de la salud para medir su conocimiento sobre las recomendaciones respecto a las vacunas y las evidencias de la seguridad de las vacunas para los bebés prematuros.
Pero ya se sabe mucho.
"Sabemos que esas vacunas son muy seguras y efectivas", dijo Hofstetter. "Sabemos que los bebés prematuros tienen un riesgo más alto de complicaciones por esas infecciones. Y sabemos que están en riesgo de no recibir suficientes vacunas".
La moraleja, dijo, es que "debemos hacer un mejor trabajo y vacunarlos de forma oportuna".
Gupta comentó que es comprensible que los padres de los recién nacidos minúsculos o enfermos se muestren "cautos" respecto a las vacunas. Así que es importante que los proveedores de atención de la salud lo aborden, y que los padres hagan preguntas, enfatizó.
Hofstetter se mostró de acuerdo. "Si a los padres les preocupa algo, sin duda deben hablar con su proveedor de atención de la salud", aseguró.
Más información
La Academia Americana de Pediatría ofrece más información sobre las vacunas para los bebés prematuros.
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