VIERNES, 6 de septiembre de 2019 (HealthDay News) -- Hay lagunas en la inmunidad contra las paperas en algunos estadounidenses de edad universitaria que se vacunaron en la niñez, advierten unos investigadores.
Los nuevos hallazgos muestran la necesidad de averiguar más sobre la respuesta del sistema inmunitario a las paperas y a la vacuna contra las paperas.
Las paperas son una enfermedad viral altamente contagiosa que se puede propagar con rapidez entre las personas que comparten un espacio muy de cerca, por ejemplo los estudiantes universitarios o los equipos deportivos. En los últimos 15 años han ocurrido varios brotes en Estados Unidos. Se han reportado brotes recientes en los centros de detención de migrantes de EE. UU.
"En general, la vacuna SPR [contra el sarampión, las paperas y la rubeola] ha sido magnífica, con una reducción del 99 por ciento en el sarampión, las paperas y la rubeola, y una reducción significativa en las complicaciones asociadas desde su introducción", comentó la Dra. Sri Edupuganti, profesora asociada de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, en Atlanta.
"Lo que vemos ahora con estos brotes de paperas es una combinación de dos cosas: algunas personas no producen una respuesta inmunitaria fuerte para comenzar, y la cepa circulante ha cambiado respecto a la cepa que se encuentra en la vacuna", explicó en un comunicado de prensa de la universidad.
El estudio, de investigadores de la Emory y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., incluyó a 71 personas de 18 a 23 años en el área de Atlanta. Casi todos (69) habían recibido dos dosis de la SPR, pero un 80 por ciento recibieron la segunda dosis más de una década antes del inicio del estudio.
Aunque un 93 por ciento tenían anticuerpos contra las paperas, un 10 por ciento no tenían células B de memoria contra las paperas. Esas células producen anticuerpos tras la exposición al virus de las paperas.
En promedio, la frecuencia de las células B de memoria en la sangre de los participantes fue de cinco a 10 veces más baja en cuanto a las células para producir anticuerpos contra las paperas que en cuanto a las células para producir anticuerpos contra el sarampión o la rubeola, encontraron los investigadores.
También encontraron que los anticuerpos de los participantes no eran igual de efectivos contra el tipo de virus de las paperas en circulación en estado salvaje como contra la cepa a la que se dirige la SPR.
Al menos seis participantes podrían haber sido susceptibles a la infección con la cepa que actualmente está en circulación, según el informe, publicado en la edición del 2 de septiembre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
No hubo un vínculo claro entre el momento en que se administró la vacuna SPR y unos niveles bajos de anticuerpos o de células B de memoria, apuntaron los autores del estudio.
En 2017, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC aprobó una tercera dosis de la vacuna SPR para las personas expuestas a las paperas durante los brotes.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre las paperas.
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