Aún se desconocen las consecuencias para la salud humana del derrame de petróleo de Deepwater

Una revisión informa sobre el inicio tardío de un estudio nacional, lo que da a entender que faltan datos sobre la exposición inicial

MIÉRCOLES, 6 de abril (HealthDay News/HolaDoctor) -- Un estudio sugiere que es posible que nunca se conozcan las verdaderas consecuencias del derrame masivo de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México la primavera pasada.

Aunque el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS) de EE. UU. está llevando a cabo un estudio de gran tamaño que proporcionará algunas respuestas, éste se puso en marcha seis meses después del incidente, así que los niveles iniciales de exposición a varios compuestos químicos podrían no haberse registrado con precisión.

"El estudio de gran tamaño para analizar los efectos de salud no comenzó hasta este enero", señaló el autor de la revisión, el Dr. Bernard Goldstein. "Será difícil conseguir la información de la exposición sin al menos algo de ruido, lo que hará que resulte más complicado ver si hay una relación de causa y efecto".

La revisión aparece en la edición del 7 de abril de la New England Journal of Medicine.

"Muchos científicos y miembros de la comunidad comparten la preocupación expresada por los autores sobre los retrasos en la ejecución del estudio", señaló Miriam Rotkin-Ellman, científica de salud pública del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales de San Francisco.

Dicho esto, agregó, "bajo ningún concepto se puede decir que sea demasiado poco, demasiado tarde. Es algo que se necesita hacer para evaluar el estado general de salud de las personas que estuvieron en primera línea".

Unos 200 millones de galones de petróleo crudo se derramaron en el Golfo de México después de la explosión y el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon de BP el 20 de abril de 2010. El accidente eclipsó rápidamente en cuanto a magnitud al derrame del Exxon Valdez en 1989.

Más de 50,000 trabajadores participaron en los esfuerzos de limpieza, una catástrofe que se diferencia de otras similares en el pasado en varios aspectos, sobre todo la liberación de más de un millón de litros de dispersantes de petróleo, con consecuencias desconocidas para la salud.

"La magnitud del derrame, los 55,000 trabajadores, se trata de un gran número de personas procedentes de un área geográfica grande que realizan en conjunto diversas tareas de limpieza", apuntó Rotkin-Ellman. "La química del petróleo en realidad se modificó por ser una fuga subterránea que se trató con dispersantes, así que se comportó de manera diferente. La duración y el impacto se prolongaron durante meses. También desde el punto de vista de la exposición a agentes no químicos, el grado de destrucción económica que experimentaron estas comunidades no tuvo precedentes".

Es poco lo que se sabe sobre los efectos agudos e inmediatos del derrame. "El más importante, y que no debemos olvidar nunca, fueron los once hombres que murieron a bordo de esa plataforma", señaló Goldstein, que es profesor de salud ambiental y ocupacional en la Escuela de Postgrado en Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh.

Treinta trabajadores sufrieron heridas graves, y un sinnúmero de otros trabajadores y residentes de las comunidades costeras aledañas informaron sobre problemas respiratorios, irritación de la piel, dolores de cabeza, náuseas y mareos.

Aun así, Goldstein señaló que, "a pesar de los desafíos reales a los que se enfrentaron los trabajadores de limpieza por trabajar bajo el calor durante el verano, se hizo un trabajo bastante bueno para proteger a los trabajadores en comparación con el pasado. ¿Fue perfecto? No está claro y no lo sabremos durante algún tiempo si todos los trabajadores están completamente libres de cualquier efecto".

La otra noticia alentadora es que los compuestos que más preocupaban a los científicos, en especial el benceno cancerígeno, se dispersaron bastante rápido.

"Aquellos que estaban a una distancia del lugar de donde brotaba el petróleo tuvieron probablemente una exposición insignificante al benceno", apuntó Goldstein.

Se sabe menos acerca de otros compuestos que se liberaron, incluido otro carcinógeno, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).

"Según lo que sabemos, las exposiciones probablemente no fueron significativas", apuntó Goldstein.

También hay consecuencias para la salud mental. Los autores señalaron que se han hecho más llamadas a las líneas de salud mental y violencia doméstica en el área del Golfo desde el derrame de Deepwater. Además, estas personas ya estaban lidiando con las enormes secuelas del huracán Katrina.

También están las preocupaciones por el suministro nacional de mariscos, muchos de los cuales provienen de esa zona, así que es también un problema. Una vez más, según los autores, es poco lo que se sabe sobre cómo las sustancias químicas emitidas durante el desastre, incluidos los dispersantes, podrían afectar a esta parte del suministro de alimentos.

"Aún no está claro cuáles serán los efectos de salud o los resultados finales de un desastre de esta magnitud", señaló Robert Emery, vicepresidente de seguridad, salud, medioambiente y gestión de riesgos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston.

"Sin embargo, agregó," el estudio [del NIEHS] mantiene la promesa de crear una base de datos para la evaluación de una amplia variedad de posibles efectos de los derrames de petróleo, que examinen no sólo las exposiciones y los efectos toxicológicos, sino también las cuestiones relacionadas con el estrés, los efectos de exposiciones combinadas y las influencias ambientales".

Más información

Conozca más sobre el estudio del Golfo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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