LUNES, 31 de enero de 2022 (HealthDay News) -- Los peligros de conducir borracho son bien conocidos, y una nueva revisión de la investigación revela que añadir marihuana a la ecuación solo empeora las cosas.
El análisis de 57 estudios anteriores encontró que la combinación de alcohol y marihuana afectaba a las habilidades de conducción de las personas a un grado mayor que cualquiera de las dos sustancias por su cuenta. Y aunque el alcohol afectaba más que la marihuana, la marihuana no era tan benigna como algunos creen.
En específico, el alcohol solo en general hacía que muchos conductores aumentaran de velocidad y fueran más propensos a salirse de su carril o a chocar. Mientras mayor era el nivel de alcohol en sangre, peores eran las habilidades de conducción de una persona.
Por otro lado, la marihuana en realidad hizo que los conductores bajaran la velocidad. Pero esto no se tradujo en seguridad: los conductores "drogados" también tenían más dificultades para permanecer en su carril, parecido a los efectos de unos niveles bajos de alcohol en sangre.
Y la combinación de alcohol y marihuana disminuyó esta habilidad incluso más que cualquiera de las dos sustancias por sí misma, encontró el análisis.
Comprender estos efectos combinados es importante, en parte porque muchas personas beben y usan marihuana a la vez, según la investigadora principal, Sarah Simmons, que realizó el estudio en la Universidad de Calgary en Alberta, Canadá. Hace poco se trasladó a la Traffic Injury Research Foundation en Ottawa, Ontario, Canadá.
También existe una idea popular de que la marihuana puede convertir a una persona en una mejor conductora, porque las personas que están drogadas lo saben, e intentan compensar al bajar la velocidad o aumentar la distancia a la que van tras los otros coches.
Pero la investigación ha encontrado que esto también es cierto cuando las personas utilizan mensajes de texto mientras conducen, algo que sin duda no es seguro, apuntó Simmons.
Los nuevos hallazgos ponen más en duda esta popular idea sobre la marihuana.
Las personas sí tendían a bajar la velocidad de conducción bajo la influencia de la marihuana, aunque no está claro si tomaban una decisión consciente de hacerlo o no, anotó Simmons. Pero, a pesar de la velocidad más lenta, los conductores seguían teniendo problemas al pasarse de un carril a otro.
La revisión también desmiente otra teoría: que los efectos opuestos del alcohol y la marihuana en la velocidad de conducción podrían "cancelarse entre sí".
Más bien, el análisis no encontró ninguna evidencia de esto, sino que solo mostró que las dos sustancias combinadas empeoraban la capacidad de los conductores de permanecer en su carril.
Todos los estudios de la revisión se realizaron en condiciones de seguridad. En ellos participaron voluntarios sanos sin trastornos de abuso de sustancias, que se sometieron a la evaluación de sus habilidades de conducción en simuladores o pistas cerradas, antes y después de recibir unas cantidades fijas de alcohol, marihuana, o ambos.
Los resultados dejan preguntas sin responder, reconoció Simmons. Entre ellas se encuentran si las distintas formas de cannabis, como los comestibles, afectarían la conducción de forma distinta, y si los resultados serían iguales en personas que utilizan cannabis de forma crónica y empedernida. (En general, los estudios reclutaron a usuarios ocasionales y les pidieron que fumaran unas cantidades controladas de marihuana).
"Hay muchos factores a tomar en cuenta cuando se trata de la forma en que el cannabis afecta a la conducción", aseguró Pat Aussem, vicepresidenta asociada de desarrollo de contenido clínico para el consumidor de Partnership to End Addiction, una organización sin fines de lucro.
La potencia del THC, el ingrediente activo del cannabis, es uno de ellos, apuntó Aussem. La tolerancia de una persona y el tiempo que ha pasado desde el uso de la droga también son importantes. Fumar o vapear crean una intoxicación más rápido que los comestibles.
Pero la conclusión es que los conductores deben estar sobrios, por la seguridad de todo el mundo, enfatizó Aussem, que no participó en el estudio.
"¿Por qué arriesgarse a sufrir una lesión, la muerte, los problemas legales, los costos, el tiempo en prisión y más, cuando el uso de un conductor designado, del transporte público o de un servicio de transporte compartido son unas opciones mucho más seguras?", planteó.
Los hallazgos, que se publicaron en la edición en línea del 26 de enero de la revista Addiction, salen en un momento en que un creciente número de personas quizá estén conduciendo con THC en el sistema.
Un estudio publicado a principios de mes en la revista New England Journal of Medicine encontró que, desde que Canadá legalizó el cannabis en 2018, más conductores lesionados en accidentes tienen pruebas positivas de la droga: alrededor de un 18 por ciento, frente a un 9 por ciento en los años anteriores.
En ese momento, los expertos dijeron que los hallazgos no prueban que drogarse con marihuana provocara esos accidentes, en parte porque el THC se puede detectar en el cuerpo días o incluso semanas tras el uso.
Pero se ha observado un patrón similar en los estados de EE. UU. que han legalizado la marihuana, y esto es algo que se debe monitorizar, según la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.
"Es esencial que comprendamos el impacto de la legalización en la adicción y una variedad de resultados de salud adicionales, lo que incluye a los accidentes de conducción", comentó en respuesta al estudio publicado en la NEJM.
Más información
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU. ofrece más información sobre la conducción bajo la influencia de las drogas.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Sarah Simmons, PhD, department of psychology, University of Calgary, Alberta, Canada; Pat Aussem, LPC, MAC, associate vice-president, consumer clinical content development, Partnership to End Addiction, New York City; Addiction, Jan. 27, 2022, online