MIÉRCOLES, 10 de abril de 2019 (HealthDay News) -- Durante el embarazo, se deben evitar incluso los complementos "naturales" aparentemente inocuos, sugiere una nueva revisión de la investigación.
La revisión de 74 estudios publicados encontró que algunos vincularon a ciertos productos herbales con un aumento en el riesgo de complicaciones del embarazo, entre ellos el parto prematuro y la cesárea.
Esto no prueba que los complementos tuvieran la culpa, señaló el investigador sénior, el Dr. James McLay, del Hospital Pediátrico Real de Aberdeen, en Escocia.
En vez de eso, apuntó a un problema global: la mayoría de los estudios sobre los productos herbales durante el embarazo no tienen suficiente tamaño, o no están suficientemente bien diseñados, como para ofrecer unas evidencias sólidas en un sentido u otro.
"Esta (revisión) enfatiza el punto de que se sabe poco sobre los productos herbales, en términos de la efectividad y la seguridad", dijo McLay.
Eso es un problema, considerando lo que las encuestas muestran: dependiendo del país, entre un 10 por ciento y tres cuartas partes de las mujeres embarazadas toman productos herbales, para aliviar sus síntomas o como complementos.
"La moraleja es que no se puede dar por sentado que herbal signifique 'seguro'", advirtió McLay. "Siempre consulte al médico antes de comenzar a tomar cualquier medicamento herbal".
La revisión, publicada en la edición de mayo de la revista Obstetrics & Gynecology, observó a 74 estudios que cubrieron un total de 47 productos herbales. Muchos fueron observacionales, en que se preguntó a las mujeres sobre cualquier producto herbal que tomaron durante el embarazo; 29 fueron ensayos, en que se asignó a las mujeres a tomar un complemento en particular durante el embarazo o poco después.
Un estudio encontró que las mujeres que usaban aceite de almendra en la piel durante el último trimestre tenían el doble de probabilidades que las demás mujeres de dar a luz de forma prematura. Otros dos estudios encontraron riesgos similares entre las mujeres que consumieron dulce de regaliz negro durante el embarazo. (Ese dulce es un remedio popular para la acidez y otros síntomas gastrointestinales).
Otro estudio observó las dosis orales de hoja de frambuesa, que se ha promovido para inducir y acortar el parto. Las mujeres que la usaron tenían 3.5 veces más probabilidades que otras mujeres de necesitar una cesárea, una complicación potencial de los partos inducidos en general.
Hubo hallazgos similares en un estudio sobre el mwanaphepom, una hierba africana tradicional usada para la inducción del parto. Ese estudio, realizado en Malawi, encontró que las mujeres que usaban la hierba tenían un riesgo ligeramente más alto de cesárea, otros problemas del parto y la muerte del recién nacido.
El problema es que ninguno de los estudios prueba que el producto herbal, en sí, provocara las complicaciones del embarazo, señaló el Dr. Anthony Scialli, profesor clínico de obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina de la Universidad de George Washington, en Washington, D.C.
Unas afecciones subyacentes de salud o problemas del embarazo podrían ser el culpable, dijo Scialli.
"Las mujeres toman medicamentos, entre ellos las hierbas, por un motivo", anotó.
¿Es realista, por ejemplo, que el aceite de almendra tópico provocara partos prematuros? McLay dijo que no podía dar una respuesta.
Por un lado, anotó, los grasos ácidos (o contaminantes en el aceite) podrían, en teoría, tener la culpa. "O", añadió McLay, "quizá el estudio no se haya diseñado de forma adecuada y obtuviera un resultado positivo falso".
Dicho todo esto, Scialli se hizo eco del mensaje de que "herbal" no equivale a "seguro".
"Los medicamentos herbales son medicamentos", enfatizó. "Que un producto sea 'natural' no le confiere seguridad... ni peligro".
Entonces, las mujeres embarazadas deben tener el mismo cuidado con los productos herbales que con los medicamentos convencionales, apuntó Scialli, que no participó en el estudio.
Scialli es miembro de la Organización de Especialistas en Información Teratológica (Organization of Teratology Information Specialists). El grupo ofrece el servicio MotherToBaby, que provee información basada en la investigación sobre los efectos de los medicamentos y los productos herbales usados durante el embarazo.
Scialli anotó que algunos complementos herbales se han estudiado más que otros en las mujeres embarazadas. El jengibre, por ejemplo, parece una forma generalmente segura y efectiva de gestionar las náuseas del embarazo.
Como los medicamentos convencionales, los productos herbales pueden provocar efectos secundarios. En la revisión, algunos de los más comunes fueron náuseas, dolor de cabeza, cambios intestinales y mareo con la hoja de frambuesa; resequedad bucal, acidez y dolor de cabeza con el jengibre; y reacciones cutáneas y dolor de cabeza con el fenogreco, que se mercadea para fomentar la producción de leche materna.
McLay añadió que "los productos herbales contienen sustancias químicas reales, muchas de las cuales tienen efectos reales en el cuerpo. Si las mujeres embarazadas van a usar productos potencialmente potentes, hay que evaluar la seguridad de esos productos".
Más información
MotherToBaby ofrece información de seguridad sobre productos herbales individuales.
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