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MIÉRCOLES, 18 de octubre de 2023 (HealthDay News) -- La artritis se está convirtiendo en una enfermedad de las masas, afectando al 21% de los adultos estadounidenses, o a más de 53 millones de personas, muestra un nuevo informe.
"Es importante destacar primero que la artritis es un término general que incluye más de cien diferentes enfermedades crónicas que afectan a las articulaciones y los tejidos alrededor de esas articulaciones", dijo la investigadora Elizabeth Fallon, epidemióloga de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC por sus siglas en inglés).
El hallazgo se obtuvo de un análisis de datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de 2019 a 2021. ¿Cómo se distribuyeron los números? Alrededor del 88% de todos los casos de artritis fueron adultos mayores de 45 años, mientras que alrededor del 50% eran personas en edad laboral, con edades comprendidas entre 18 y 64 años.
Los factores de riesgo adicionales incluyen ser mujer, ser veterano o tener otra enfermedad crónica o discapacidad, dijo Fallon.
Aunque este análisis no buscó tendencias a lo largo del tiempo, "ya es un gran problema de salud pública", señaló Fallon. "Si está creciendo, necesitamos saberlo para poder abordarlo adecuadamente desde una perspectiva de salud pública".
La artritis es una de las principales causas de limitaciones de actividad y discapacidad, así como de dolor crónico.
Un hilo común en los hallazgos fue que más de la mitad de las personas que tenían artritis también tenían otras condiciones de salud. Alrededor del 58% de las personas que tienen EPOC tienen artritis, al igual que el 56% de las personas con demencia, el 53% que ha tenido un accidente cerebrovascular y el 52% con enfermedades cardíacas. Alrededor del 55% de los adultos con discapacidad tienen artritis.
"La artritis puede ser una barrera para participar, por ejemplo, en actividad física, que sabemos que sería beneficiosa para manejar la artritis, pero también beneficiosa para manejar esas otras enfermedades crónicas", explicó Fallon.
"Si un médico está trabajando con un individuo que tiene enfermedades cardíacas y está recomendando actividad física, también debe ser consciente de que esa persona es probable que tenga artritis", agregó Fallon. "Y si eso es una barrera para su actividad física, (los médicos deberían])... ayudar a conectarlos con programas comunitarios para ayudarles a abordar la actividad física de una manera que funcione para ellos".
Las medidas para ayudar a prevenir y manejar la artritis pueden incluir mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar lesiones en las articulaciones, según los CDC. Fallon dijo que piensa que a veces las personas sienten que no tienen suficiente ayuda para ser más activas físicamente. Pueden visitar los CDC para aprender sobre artritis y actividad física o llamar a la línea directa de la Fundación de Artritis, sugirió.
Las personas con artritis pueden descubrir que pueden participar en una variedad de actividades diferentes para hacer ejercicio, incluyendo caminar, yoga, tai chi, nadar, hacer aeróbicos acuáticos, jardinería y bailar, dijo Fallon.
"Hay muchas oportunidades para que las personas sean físicamente activas de una manera que no cause dolor asociado con ella", dijo Fallon.
Los hallazgos se publicaron el 13 de octubre en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC.
La Dra. Thanda Aung, profesora asistente de reumatología en la Facultad de Medicina David Geffen de UCLA, dijo que no se sorprendió por los datos.
Aung trata a pacientes con los muchos tipos diferentes de artritis, desde espondilitis anquilosante hasta artritis reumatoide y gota, que, según ella, ha aumentado con los años.
Por mucho, la forma más común que ve es la osteoartritis.
Aung piensa que es probable que las razones del crecimiento de varias condiciones de artritis sean multifacéticas.
La población está envejeciendo, pero también "tenemos más conocimiento y más herramientas" para diagnosticar y tratar estas condiciones, dijo Aung.
Aung divide las condiciones de artritis en dos grupos, osteoartritis y otras enfermedades inflamatorias.
"El primer grupo es desafiante", dijo Aung. "Tenemos terapia de apoyo para empezar, que es la fisioterapia. Controlamos el dolor. A veces hacemos inyecciones en las articulaciones. En casos apropiados, hacemos reemplazo de articulaciones. Reemplazo de hombro, reemplazo de rodilla, reemplazo de cadera. Pero no tenemos ningún tratamiento específico dirigido al daño articular", dijo Aung.
La buena noticia para aquellos con condiciones inflamatorias es que son tratables, dijo Aung.
"Hoy en día tenemos medicamentos de nueva generación" que ayudan a suprimir un sistema inmunológico hiperactivo, explicó, aunque eso puede dejar a los pacientes más vulnerables a las infecciones.
Más información
El Instituto Nacional de Salud de EE.UU. tiene más información sobre la osteoartritis.
FUENTES: Thanda Aung, MD, profesora asistente, reumatología, Facultad de Medicina David Geffen, UCLA, Los Ángeles; Elizabeth Fallon, PhD, epidemióloga, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., Atlanta; Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad, 13 de octubre de 2023.
