MIÉRCOLES, 12 de julio de 2023 (HealthDay News) -- El ayuno de agua se ha convertido en una de las nuevas sensaciones para perder peso más de moda, y tanto exdeportistas como gurús del bienestar lo alaban.
Pero puede recuperar con rapidez cualquier peso que pierda durante un ayuno de agua, mientras que otros beneficios de la salud pronto se desvanecen, según una nueva revisión de las evidencias científicas disponibles.
"Yo personalmente en realidad no recomendaría esa dieta", comentó la investigadora sénior, Krista Varady, profesora de la Universidad de Illinois, en Chicago. "Sé que por algún motivo se ha popularizado, como de la nada, más o menos en el último año. Pero incluso si las personas mantienen la pérdida de peso, todos los beneficios para la salud desaparecen".
El ayuno de agua implica no consumir nada, excepto agua, durante al menos cinco a 20 días, y a veces incluso más tiempo, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.
Algunos ayunos de agua supervisados permiten 250 calorías al día, "un poco de jugo para desayunar y una cantidad realmente reducida de sopa para almorzar", apuntó Varady.
El mes pasado, el exdefensa de los Seattle Seahawks, Russell Okung, anunció en Twitter que había perdido más de 100 libras (45 kilos) al no consumir nada excepto agua durante 40 días.
"Hice un ayuno de 40 días, solo con agua. ¡Sí, eso dije!", tuiteó Okung. "La experiencia fue tan valiosa y gratificante que lo haré de nuevo...".
Y Kristine Crouch, una coach de bienestar de Australia, afirma que un ayuno de agua de 25 días le limpió la piel y la ayudó a perder 20 libras (9 kilos).
"Me sentía más ligera de cuerpo, tenía una piel notablemente más clara y suave, los ojos más brillantes, un aumento en la energía y la claridad mental, y, sobre todo, una nueva sensación de paz", escribió Crouch en un ensayo para Newsweek.
Historias como esta han llevado a Varady, experta en el ayuno intermitente, a realizar una revisión de las evidencias disponibles para el ayuno de agua.
"Los periodistas se ponían en contacto conmigo para preguntarme al respecto", dijo. "Simplemente quería revisar la literatura, para que las personas pudieran ver las evidencias basadas en la ciencia que respaldan esta dieta".
Varady y sus colegas identificaron ocho estudios sobre el ayuno de agua, y analizaron los datos para sopesar qué tan bien funciona este método para perder peso.
El ayuno sí provocó una pérdida de peso notable a corto plazo, encontraron los investigadores.
Un ayuno de agua de cinco días hizo que las personas perdieran de un 4 a un 6 por ciento de su peso; un ayuno de 10 días produjo una pérdida de peso de un 2 a un 10 por ciento; y un ayuno de 15 a 20 días produjo una pérdida de un 7 a un 10 por ciento del peso total.
Pero las personas tendían a perder más masa muscular magra que masa grasa durante un ayuno de agua, según dos estudios que midieron la composición corporal.
En esos estudios, alrededor de dos tercios de la pérdida de peso provinieron de la pérdida de masa magra, mientras que apenas un tercio provino de reducciones en la grasa corporal, apuntó la revisión.
"Este hallazgo es preocupante, ya que la masa magra es un predictor clave de la tasa metabólica en reposo", escribieron los investigadores. "Las reducciones en la masa magra se pueden traducir en una tasa metabólica en reposo más baja tras el ayuno, lo que puede poner a los individuos en riesgo de recuperar peso en el futuro".
Solo unos pocos estudios monitorizaron si los participantes recuperaron el peso que habían perdido durante un ayuno de agua.
En un estudio, las personas recuperaron todo el peso que habían perdido durante un ayuno de agua de cinco días en un plazo de tres meses.
Otros dos estudios encontraron que se había recuperado una pequeña parte del peso perdido, pero se había animado a los participantes de esos estudios a que restringieran la ingesta de calorías después de su ayuno.
"Si las personas cambian sus hábitos alimenticios después e intentan tener una dieta más saludable, parece que pueden mantener parte de la pérdida de peso", apuntó Varady.
El ayuno de agua también produjo una variedad de beneficios para la salud, como mejoras en la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre, encontró la revisión.
Pero estas mejoras fueron breves, y desaparecieron poco después de que una persona comenzara a comer de nuevo, aunque no recuperara el peso.
"Su presión arterial simplemente volvió a lo que era antes, su colesterol LDL 'malo' volvió a lo que era antes", señaló Varady. "Pierden todos los efectos metabólicos protectores".
Tampoco hubo mejoras en el control del azúcar en la sangre entre los pacientes que hicieron ayuno que tenían diabetes tipo 1 o tipo 2, mostraron los resultados.
El ayuno de agua sí parece ser relativamente seguro, observó Varady. Los efectos secundarios más comunes fueron hambre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos e insomnio.
La Dra. Ivania Rizo, directora de medicina de la obesidad del Centro Médico de Boston, dijo que también le preocuparían las deficiencias en las vitaminas y los minerales que ocurrirían en personas que se sometan a un ayuno de agua prolongado.
"En este metaanálisis, no creo que observaran si hubo alguna deficiencia nutricional", dijo Rizo, que no participó en el estudio.
Tanto Varady como Rizo apuntaron que el ayuno de agua simplemente no es sostenible.
"Cada vez se enfatiza más que la obesidad es una enfermedad crónica, y estas intervenciones que en realidad son a corto plazo y que no son para nada sostenibles no parecen tener un impacto particular", lamentó Rizo. "En realidad, no me parece que estas medidas tan extremas sean algo que desee hacer con un paciente".
Afirmó que a los pacientes les iría mejor si averiguan sobre los nuevos medicamentos para perder peso, como Ozempic, que reducen el hambre y permiten que las personas piensen en otras cosas aparte de la comida.
"Su ocupación significativa con la comida se reduce, y pueden enfocar toda su energía en otras partes de su vida que pueden desarrollar", dijo Rizo.
En comparación, el ayuno de agua conduciría a que una persona solo piense en la comida, planteó.
Varady dijo que recomendaría el ayuno intermitente como una alternativa más sostenible.
"Diría que el ayuno intermitente es una forma mucho más leve de esto, en que las personas comen a lo largo de un periodo de ocho horas", aclaró. "Básicamente, cuando las personas reducen las horas durante las cuales comen, tienden a reducir su ingesta de calorías de forma natural. Propondría esto mucho más. Hay mucha más ciencia que lo respalda, y simplemente parece más seguro".
Al mismo tiempo, Varady dijo que si una persona de verdad quiere probar el ayuno de agua, un ayuno corto no tiene nada de malo.
"Si alguien quiere hacerlo y no tiene ninguna afección médica, y quiere probarlo un par de días, supongo que puede hacerlo", señaló Varady. "Pero algo me dice que las personas sufren tanto tras un par de días que la mayoría de personas lo dejaría de cualquier forma".
Sugirió que los aspectos sociales podrían ser problemáticos.
"¿Qué hace cuando está sentado con su familia? ¿Solo beber agua?", preguntó Varady. "Y sería de verdad difícil estar rodeado de personas si están comiendo, así que no se puede ir a ninguna reunión social durante un par de semanas. Me parece más bien raro".
La nueva revisión de las evidencias se publicó en una edición reciente de la revista Nutrition Reviews.
Más información
La Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard ofrece más información sobre los efectos secundarios del ayuno.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Krista Varady, PhD, professor, nutrition, University of Illinois at Chicago; Ivania Rizo, MD, director, obesity medicine, Boston Medical Center; Nutrition Reviews, June 27, 2023