MARTES, 19 de septiembre de 2023 (HealthDay News) -- Las dietas bajas en carbohidratos pueden estar de moda, pero no son para niños con diabetes, según la Academia Americana de Pediatría (AAP).
En un nuevo informe, la AAP dice que no se pueden recomendar las dietas bajas en carbohidratos para niños o adolescentes con diabetes tipo 1 o tipo 2. Esto se debe a que hay poca evidencia de que sean útiles y existe preocupacion sobre restringir de esa manera las dietas de los niños.
En cambio, la AAP anima a las familias a centrarse en eliminar los carbohidratos "malos": bebidas azucaradas, dulces y otros alimentos procesados que son bajos en nutrientes. Es igual de importante que los niños obtengan suficientes carbohidratos saludables, incluyendo verduras, legumbres y cereales ricos en fibra.
La dieta "keto" y otras similares, populares entre los adultos pueden imponer límites muy estrictos en los carbohidratos, con un límite tan bajo como 20 gramos por día, equivalente a media taza de arroz blanco.
Una gran preocupación es que las dietas bajas en carbohidratos privarán a los niños de nutrientes durante períodos críticos de desarrollo, dijo Amy Reed, una dietista pediátrica del Cincinnati Children's Hospital Medical Center.
Reed, quien no participó en el informe de la AAP, dijo que está de acuerdo con sus recomendaciones.
"El enfoque debe estar en una alimentación saludable, en lugar de en la restricción", dijo Reed, quien también es portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética.
Hay diferentes tipos de diabetes: La diabetes mellitus tipo 1 surge de un ataque del sistema inmunológico a las células pancreáticas que producen insulina, una hormona que regula el azúcar en la sangre. En la diabetes mellitus tipo 2, que a menudo se asocia con obesidad, el cuerpo pierde su capacidad para usar correctamente la insulina.
Como resultado, los niveles de azúcar en la sangre aumentan. Los niños con DM tipo 1 necesitan tomar inyecciones diarias de insulina o llevar una bomba de insulina. Aquellos con DM tipo 2 pueden necesitar medicación o ayuda con la pérdida de peso. En ambos casos, prestar atención a la dieta es clave.
Algunos médicos recomiendan dietas bajas en carbohidratos para adultos con diabetes, mientras que muchas dietas populares, y celebridades, promocionan la reducción de carbohidratos para perder peso.
Por lo tanto, algunos padres pueden estar interesados en adoptar una dieta baja en carbohidratos para controlar la diabetes de sus hijos, dijo la Dra. Tamara Hannon, una de las autoras del informe de la AAP.
"Pero no tiene que ser extremo, solo tiene que ser razonable", dijo Hannon, una endocrinóloga pediátrica en Riley Children's Health en Indianápolis. "Siempre que puedas, reduce los alimentos azucarados."
Eliminar las bebidas azucaradas, incluidos los jugos, es una excelente manera de comenzar, dijo Hannon.
"Puede ser difícil para las familias comer bien con un presupuesto limitado", señaló. "Pero eliminar las bebidas azucaradas no cuesta nada".
Tampoco viene con los posibles riesgos de dietas bajas en carbohidratos para niños. Según la AAP, estos incluyen deficiencias de nutrientes, retraso en el crecimiento o desarrollo óseo, y sumergir a los niños en la "cultura de la dieta" que podría llevar a la insatisfacción corporal y a los trastornos alimenticios.
Sin embargo, si los padres quieren probar una dieta baja en carbohidratos para manejar la diabetes de su hijo, la AAP les insta a trabajar con sus proveedores de atención médica. El grupo recomienda una supervisión adicional del crecimiento de los niños, su salud ósea y estado nutricional, entre otros.
No todas las familias en EE. UU., sin embargo, tienen acceso a dicha a este "estándar de oro" en atención, dijo Hannon, especialmente en partes del país donde hay escasez de especialistas.
En general, la AAP recomienda que los niños con diabetes o "prediabetes" - niveles anormales de azúcar en la sangre debidos a resistencia a la insulina- , sigan las mismas pautas dietéticas vigentes para todos los niños de 4 a 18 años:
. Alrededor del 10% al 30% de las calorías diarias deben provenir de proteínas.
. Otro 25% al 35% debe provenir de grasas, principalmente grasas insaturadas de fuentes como aceites vegetales y nueces.
. El 45% al 65% restante debe provenir de carbohidratos, principalmente frutas, verduras, legumbres, productos lácteos y cereales ricos en fibra.
Reed señaló que el niño promedio estadounidense no consume suficiente fibra, y que dieta baja en carbohidratos empeoraría esa situación.
La fibra, dijo, puede ser útil para manejar los niveles de azúcar en sangre, ya que ralentiza la digestión.
Para las familias con un presupuesto limitado, Reed señaló que las verduras congeladas o enlatadas no solo son buenas, sino que en algunos casos pueden ser incluso más ricas en nutrientes que sus homólogas frescas. También hay formas amigables para los niños de incluir más carbohidratos saludables, dijo, como hacer tacos con carne, frijoles y verduras.
Sin embargo, la dieta de los niños no es solo responsabilidad de los padres, enfatizó Hannon. La sociedad estadounidense, dijo, facilita las opciones nutricionalmente dudosas y hace más difíciles las opciones saludables, especialmente para las familias de bajos ingresos.
Una forma en que los pediatras pueden ayudar, dice la AAP, es alentando a las familias que califican a que se registren para recibir la asistencia nutricional federal.
El informe fue publicado en línea el 18 de septiembre en la revista Pediatrics de la AAP.
Más información
La Asociación Americana de Diabetes ofrece consejos sobre una alimentación saludable.
FUENTES: Tamara Hannon, MD, endocrinóloga pediátrica, Riley Children's Health, Indianápolis, profesora, pediatría, Facultad de Medicina