JUEVES, 28 de abril de 2022 (HealthDay News) -- La fibra dietética recibe muchos elogios, ya que ayuda a las personas a sentirse satisfechas y reduce el riesgo de ciertos tipos de enfermedad.
Pero existen muchos tipos de fibra dietética, y no todos funcionan de la misma forma, según un nuevo estudio de tamaño reducido.
"En realidad, la fibra es increíblemente heterogénea. Es muy, pero muy, distinta", señaló el coautor del estudio, Michael Snyder, profesor y catedrático de genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. "Es como decir que todos los animales son iguales".
Su equipo se enfocó en dos complementos de fibra populares para ver cómo afectaban al colesterol y al azúcar en la sangre. La mayoría de las personas consumen muy poca fibra de la dieta, y los complementos tienen el potencial de resolver esta deficiencia, apuntaron los investigadores en las notas de respaldo.
El arabinoxilano es una fibra en grano que se encuentra en complementos comunes, como Metamucil y la cáscara de psilio. La inulina se encuentra de forma natural en frutas y verduras, como el plátano y el espárrago.
"Está clarísimo que en general el arabinoxilano reduce el colesterol", dijo Snyder.
La otra fibra, la inulina, no funcionó para reducir el colesterol en la mayoría de los participantes, pero sí desencadenó inflamación en algunos, y en algunos unas dosis más altas condujeron a un pico en un marcador de daño hepático.
Tampoco disminuyó el azúcar en la sangre.
"Las personas de cualquier forma responden de forma distinta", apuntó Snyder. "Hay algunas personas que no respondieron al arabinoxilano pero que, irónicamente, experimentaron una reducción en el colesterol con la inulina. Le sucedió a al menos un participante".
El estudio incluyó a 18 individuos sanos que se ofrecieron de forma voluntaria para tres sesiones, cada una de tres semanas de duración. En una sesión, los participantes tomaron 10 gramos al día de inulina de achicoria o arabinoxilano durante una semana, luego 20 gramos al día durante una semana, y 30 gramos al día durante una semana.
Entonces, los voluntarios descansaron durante seis a ocho semanas, un periodo en el que comieron como lo harían en general. Cuando volvieron, siguieron el mismo protocolo, pero con el otro complemento.
Durante la tercera sesión, tomaron un complemento que contenía cinco tipos de fibra, entre ellos inulina y arabinoxilano.
Los participantes registraron lo que comían y proveyeron muestras de sangre, orina y heces.
Los investigadores midieron los niveles de actividad de las bacterias intestinales, los genes, las proteínas y los lípidos. El trabajo buscaba analizar todos los efectos metabólicos y microbiológicos de la fibra.
El equipo de la investigación encontró la mayor variación en las medidas relacionadas con las bacterias intestinales. Algunas de las bacterias aumentaron cuando comieron arabinoxilano, y algunas se redujeron, y algunas aumentaron sin importar la cantidad de arabinoxilano consumida. Todos los complementos evaluados cambiaron la composición del microbioma (el conjunto de microbios que viven en el cuerpo) de los participantes, según la investigación.
Muchos de los participantes que consumieron unos niveles altos de arabinoxilano tuvieron una reducción en el colesterol LDL, el "malo". Los que tomaron un complemento mixto también experimentaron una reducción, pero no tan grande.
Durante el estudio, los investigadores también encontraron que el mecanismo mediante el cual el arabinoxilano elimina el colesterol del cuerpo no era a través de la vinculación, como se sospechaba antes, sino al convertirlo en ácidos biliares, apuntó Snyder.
"Hemos encontrado un mecanismo del todo nuevo en cuanto a la forma en que es probable que se reduzca el colesterol, y también implica al microbioma", dijo Snyder.
Aunque el arabinoxilano redujo el colesterol en la mayoría de los participantes, algunos experimentaron una reducción más pequeña. Los investigadores piensan que podría haber un vínculo con el consumo de proteína.
En la investigación sobre la inulina, los investigadores encontraron un aumento en la inflamación en la mayoría de las personas que tomaron la dosis más alta, y el marcador del daño hepático en tres individuos. Pero en una persona, la dosis alta de inulina redujo la inflamación.
Snyder aseguró que una de las conclusiones del estudio es que los participantes respondieron de distintas formas.
"No se debe simplemente da por sentado que uno va a tomar algo y que funcionará. Pienso que la persona debería tomarlo y pensar en si le funcionó a ella", aconsejó Snyder.
El equipo continúa estudiando el arabinoxilano y la inulina, además de dos tipos adicionales de fibra.
"Esta es la situación ahora, pero no hay duda de que deberíamos poder llegar a hacer predicciones al respecto", aseguró Snyder. "Aún no hemos llegado a ese punto".
Los hallazgos se publicaron en la edición del 28 de abril de la revista Cell Host & Microbe.
La Dra. Natalie Bello es directora de investigación en hipertensión del Instituto Cardiaco Smidt de Cedars-Sinai, en Los Ángeles.
El hecho de que algunos individuos tuvieran la respuesta contraria a la de muchos del estudio "enfatiza la necesidad de estrategias de tratamiento individualizadas", apuntó Bello, que no participó en el estudio.
"Nuestra comprensión sobre la interacción entre los componentes de la dieta y el microbioma está en su infancia, así que unos trabajos futuros que examinen los patrones dietéticos y los complementos de fibra serán útiles", afirmó Bello.
Datos anteriores han mostrado beneficios asociados con una mayor ingesta de fibra y una presión arterial más baja, apuntó Bello, pero una dieta rica en fibra no es para todo el mundo.
"Una dieta saludable, junto con un ejercicio regular, un sueño adecuado y el control de la presión arterial, el azúcar en la sangre y el colesterol, son los pilares para mejorar la salud del corazón", dijo Bello. Entre las dietas asociadas con mejoras en unas grasas llamadas lípidos se encuentran la DASH, la vegetariana y la mediterránea, añadió.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre cómo prevenir el colesterol alto.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Michael Snyder, PhD, professor and chair, genetics, Stanford University School of Medicine, Stanford, Calif.; Natalie Ann Bello, MD, MPH, director, hypertension research, Smidt Heart Institute, Cedars-Sinai, Los Angeles; Cell Host & Microbe, April 28, 2022