Unos antiácidos de uso común podrían aumentar el riesgo de demencia

Un estudio encuentra una asociación entre los usuarios mayores de 75 años, pero no puede probar que los fármacos provoquen problemas con la memoria
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VIERNES, 12 de febrero de 2016 (HealthDay News) -- Una popular clase de antiácidos podría aumentar el riesgo de demencia de las personas mayores, sugiere un estudio reciente.

El grupo de medicamentos, conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP), incluyen a Prilosec, Nexium y Prevacid. Funcionan al reducir la cantidad de ácido que el estómago produce.

Pero unos investigadores alemanes encontraron que las personas a partir de los 75 años de edad que toman los medicamentos con regularidad presentaban un aumento del 44 por ciento en el riesgo de demencia, en comparación con los adultos mayores que no utilizaban los fármacos. Pero el estudio solo halló una asociación, no un vínculo causal.

El informe aparece en la edición del 15 de febrero de la revista JAMA Neurology.

Los resultados son lo suficientemente sorprendentes como para que al menos un destacado experto en el envejecimiento, el Dr. Malaz Boustani, tenga planificado compartir los hallazgos con los pacientes mayores que utilicen IBP.

Boustani dijo que estudios anteriores han vinculado otro tipo de antiácido, los bloqueadores H2, con un aumento en el riesgo de demencia. Hasta ahora, ha recomendado que los pacientes usen IBP para tratar el reflujo ácido, y que eviten los bloqueadores H2, como Tagament, Pepcid y Zantac.

"Informaré a mis pacientes sobre los hallazgos y dejaré que decidan si quieren arriesgarse o no", dijo Boustani, profesor de medicina del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento de la Universidad de Indiana y vocero de la Federación Americana de Investigación sobre el Envejecimiento (American Federation for Aging Research). "Los lunes tengo una clínica, y si tengo pacientes que tomen un IBP o un bloqueador H2 les diré exactamente lo que les digo a ustedes, y entonces pueden decidir ellos mismos".

Más de 15 millones de estadounidenses utilizaron IBP recetados en 2013, con un costo total de más de 10 mil millones de dólares, según un informe del Instituto IMS de Información sobre la Atención Sanitaria. Varios IBP populares (Prilosec, Prevacid y Zegerid) también están disponibles sin receta, lo que aumenta aún más su uso.

Hay una frecuente preocupación de que los estadounidenses quizá estén usando los IBP en exceso para tratar casos menores de acidez o reflujo ácido.

Hasta el 70 por ciento de las recetas de IBP en Estados Unidos han sido emitidos de forma inadecuada por los médicos, y el 25 por ciento de los usuarios a largo plazo podrían dejar de tomar los fármacos sin sufrir de un aumento en la acidez o el reflujo ácido, según el estudio, que aparece en la edición de enero de la revista JAMA Internal Medicine.

El uso excesivo de los IBP podría tener efectos drásticos sobre la salud, encontró el estudio. Por ejemplo, esos medicamentos se han vinculado con un aumento de entre un 20 y un 50 por ciento en el riesgo de enfermedad renal crónica.

También hay algunas evidencias de que el uso de IBP podría afectar a la capacidad de razonamiento de una persona, afirmaron los autores alemanes del nuevo trabajo.

Los IBP parecen afectar los niveles de beta amiloidea y tau, que son proteínas asociadas con la enfermedad de Alzheimer, dijeron los investigadores. Los IBP también pueden conducir a una deficiencia de la vitamina B12, que se ha asociado con el declive cognitivo.

Para evaluar la posible asociación entre los IBP y la demencia, los investigadores recogieron datos de una gran firma de seguros alemana sobre casi 74,000 personas mayores a partir de los 75 años de edad. Los datos abarcaron entre 2004 y 2011, e incluyeron diagnósticos y recetas de medicamentos.

Alrededor de 2,950 pacientes usaban IBP con regularidad, lo que en este estudio se definió como al menos una receta de IBP por cada trimestre en un intervalo de 18 meses.

Los usuarios regulares de IBP presentaban un aumento del 44 por ciento en el riesgo de demencia, en comparación con los que no recibieron IBP.

Pero el estudio no aclara si los IBP también están disponibles sin receta en Alemania, como en Estados Unidos, dijo el Dr. Arun Swaminath, director del programa de enfermedad intestinal inflamatoria del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

Si los IBP están disponibles sin receta, entonces quizá más personas los hayan estado tomando, y quizá se haya sobrestimado el riesgo de demencia descrito en el artículo, dijo Swaminath.

"Pero creo que la cuestión es que para algunos pacientes abandonar los IBP paulatinamente es razonable, y que deben tomar esa decisión con sus médicos", planteó.

Las personas que deseen dejar de tomar IBP poco a poco pueden tomar varias medidas para reducir el exceso de ácido o prevenir el reflujo ácido, dijo Boustani. Pueden comer comidas más pequeñas, evitar el chocolate y la cafeína, y permanecer en postura vertical unas horas después de cada comida.

La Dra. Gisele Wolf-Klein, directora de educación geriátrica del Sistema de Salud North Shore-LIJ en New Hyde Park, Nueva York, añadió que ni siquiera los investigadores están seguros del motivo por el que los IBP podrían afectar al cerebro que envejece.

"No sabemos qué hace que el cerebro se deteriore. Hasta que lo sepamos, no hay motivo de que las personas que toman IBP se preocupen demasiado al respecto ni que dejen de tomar esos agentes si son necesarios", aclaró Wolf-Klein.

Más información

Para más información sobre la demencia, visite los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2016, HealthDay

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