JUEVES, 5 de marzo de 2020 (HealthDay News) -- Salga a caminar, deshierbe el jardín, vaya a nadar o a bailar: podría evitar que su cerebro se encoja al envejecer, sugiere un estudio reciente.
Ser físicamente activo podría mantener a su cerebro cuatro años más joven que al resto de su cuerpo, lo que podría ayudar a prevenir o ralentizar la progresión de demencias como la enfermedad de Alzheimer, señalan los investigadores.
"Hace poco publicamos un trabajo que usó información sobre la actividad física, tanto actual como pasada, y encontró que ambas se asociaban con un riesgo más bajo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer", comentó la investigadora principal, la Dra. Yian Gu, profesora asistente de ciencias neurológicas de la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York. "El estudio actual da otro paso y muestra que la actividad física también protege contra la pérdida del volumen cerebral".
Pero Gu advirtió que el nuevo estudio no prueba que el ejercicio conserve el tamaño del cerebro, solo que ambas cosa parecen estar vinculadas.
En el estudio, Gu y sus colaboradores usaron IRM para recolectar datos sobre el tamaño del cerebro de más de 1,550 personas, con una edad promedio de 75 años.
Ninguna tenía demencia, pero casi 300 tenían un deterioro leve del pensamiento, y un 28 por ciento portaban el gen APOE, que parece aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Los participantes reportaron niveles variados de actividad física. Los investigadores encontraron que los más activos tenían unos cerebros más grandes que los inactivos.
Los más activos hacían siete horas de actividad física de baja intensidad, cuatro horas de actividad moderada, o dos horas de actividad física de alta intensidad cada semana.
Tras tomar en cuenta la edad, el sexo, el nivel educativo, la raza/etnia y el estatus respecto al gen APOE, los investigadores encontraron que el tamaño promedio del cerebro de los más activos era de 883 centímetros cúbicos, en comparación con 871 entre los que eran inactivos.
La diferencia de 12 centímetros cúbicos, o de un 1.4 por ciento, es equivalente a casi cuatro años de envejecimiento del cerebro, apuntaron Gu y sus colaboradores.
Una limitación del estudio es que dependió de la capacidad de los participantes de recordar qué tanto y con qué frecuencia eran activos. Los investigadores observaron que sus informes podrían ser imprecisos, sesgando los resultados.
De cualquier forma, otro experto enfatizó que mantenerse activo solo podía resultar en beneficios para los adultos mayores.
"Es plausible, y no es algo exclusivo de este estudio, que el ejercicio físico sea bueno para el cerebro", comentó el Dr. Marc Gordon, jefe de neurología del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York, que revisó los hallazgos.
Aunque no está claro cómo la actividad física beneficia al cerebro, Gordon sospecha que quizá sea al mantener los vasos sanguíneos sanos y al reducir la presión arterial y el riesgo de diabetes. "Muchos factores podrían tener un rol", anotó.
"Animo a mis pacientes a ser físicamente activos", añadió Gordon. "Manténgase social y físicamente activo".
Los hallazgos serán presentados en una reunión anual de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology), que se llevará a cabo del 25 de abril al 1 de mayo, en Toronto. Las investigaciones presentadas en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Más información
La Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) ofrece más información sobre mantenerse físicamente activo.
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