LUNES, 17 de julio de 2023 (HealthDay News) -- Parece que otro medicamento experimental que busca ralentizar el daño del Alzheimer está a punto de unirse a un creciente arsenal de nuevos tratamientos para esta enfermedad que roba la memoria.
En una investigación que se publicó en la edición en línea del lunes de la revista Journal of the American Medical Association, y que al mismo tiempo se presentó en la Conferencia Internacional de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association) en Ámsterdam, el fármaco donanemab ralentizó los deterioros de la memoria y el pensamiento en pacientes con Alzheimer sintomático temprano en más de un tercio. Alrededor de un 47 por ciento de los que tomaron el medicamento no tuvieron ningún declive en una medida clave del pensamiento a lo largo de un año, en comparación con un 29 por ciento de los pacientes que tomaron el placebo.
"Si se aprueba, creemos que donanemab puede proveer unos beneficios con significación clínica a las personas con esta enfermedad, y la posibilidad de completar su tratamiento en incluso apenas 6 meses tras la eliminación de la placa amiloide", señaló Anne White, vicepresidenta ejecutiva de Eli Lilly y presidenta de Lilly Neuroscience, en un comunicado de prensa de la compañía. "Debemos seguir eliminando cualquier barrera en el acceso a las terapias y el diagnóstico que se dirijan a la amiloide, en un ecosistema de atención de la salud para la enfermedad de Alzheimer que ya es complejo".
La compañía añadió que ya ha completado la solicitud de aprobación tradicional de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.
"Las personas que viven con una enfermedad de Alzheimer sintomática temprana siguen trabajando, disfrutan de los viajes, comparten tiempo de calidad con su familia, y quieren sentirse como ellas mismas, durante más tiempo", comentó en el comunicado de prensa de Lilly el Dr. Mark Mintun, vicepresidente del grupo de investigación y desarrollo en neurociencia de la compañía. "Los resultados de este estudio refuerzan la importancia de diagnosticar y tratar la enfermedad antes de lo que hacemos hoy en día".
Alrededor de un 52 por ciento de los pacientes del ensayo pudieron dejar de tomar el medicamento tras un año, debido a su efectividad. Más o menos un 72 por ciento pudieron dejarlo tras un año y medio, señaló la compañía.
En el ensayo, un grupo con unos niveles intermedios de una proteína cerebral conocida como tau tuvieron una ralentización de un 35 por ciento en el deterioro cognitivo y funcional. En el grupo intermedio combinado con un grupo con unos niveles más altos de tau, la ralentización del declive fue de un 22 por ciento.
A pesar de unos resultados promisorios, cuatro editoriales que se publicaron junto con los resultados del ensayo plantearon preocupaciones sobre el costo, el acceso y los riesgos de seguridad.
"Es probable que los pacientes, los profesionales clínicos y los pagadores no cuestionarían los modestos beneficios si los anticuerpos amiloides fueran de bajo riesgo, baratos y fáciles de administrar", escribieron unos expertos dirigidos por el Dr. Eric Widera, de la Universidad de California, en San Francisco (UCSF). "Pero no tienen ninguna de estas características".
Otros editoriales también plantearon salvedades respecto a los hallazgos.
"El donanemab fue muy efectivo al eliminar a su objetivo, la amiloide en el cerebro, pero el efecto clínico fue comparativamente débil", escribieron Jennifer Manly y Kacie Deters, del Instituto Taub de Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer y el Cerebro que Envejece de la Universidad de Columbia y de la Universidad de California, en Los Ángeles, respectivamente. "Al final del ensayo (76 semanas), se había eliminado un 80 por ciento de las placas amiloides en el grupo del tratamiento. En general, la cognición y el funcionamiento diario continuaron en declive en todos los participantes, pero el tratamiento con donanemab retrasó la progresión del resultado primario... en unos 4 meses", anotaron.
"Aunque la ralentización del deterioro clínico que se observó en este ensayo representa un importante inicio, y podría considerarse que tiene una significación clínica para algunos pacientes, habrá que desarrollar unos tratamientos más impactantes y seguros", escribieron el Dr. Gil Rabinovici y Renaud La Joie, del Centro de Memoria y Envejecimiento de la UCSF.
"Unos ensayos clínicos actuales evalúan si los anticuerpos monoclonales dirigidos [a la amiloide] podrían ser más efectivos en la etapa preclínica de la EA [enfermedad de Alzheimer], y en última instancia parece probable que se necesite una combinación de fármacos que se dirijan a vías moleculares adicionales implicadas en la fisiopatología de la EA para afectar de forma más profunda a la trayectoria de la enfermedad", añadieron.
Otro medicamento nuevo para el Alzheimer, Leqembi, de Eisai y Biogen, recibió la aprobación completa a principios de mes.
Pero ese fármaco conlleva unos riesgos similares, anotó el equipo de Widera.
"Entre los daños se incluyen reacciones a la infusión y anomalías en las imágenes relacionadas con la amiloide [ARIA, por sus siglas en inglés]", escribió su equipo en el editorial. "Aunque las ARIA con frecuencia pueden ser entre asintomáticas y leves, pueden conducir a eventos que podrían acabar con la vida, entre ellos lo que probablemente fueron 3 muertes relacionadas con el tratamiento en cada uno de los estudios de donanemab y lecanemab".
Aparte de los riesgos de seguridad, hay problemas de costo y acceso, apuntó un cuarto editorial.
"Es probable que tanto el potencial de unos costos de desembolso altos como el hecho de que es probable que el tratamiento con donanemab requiera desplazamientos hasta un proveedor con la capacidad de realizar infusiones e imágenes avanzadas, sirvan como unas barreras al acceso con una distribución desigual", escribió Meredith Rosenthal, del departamento de políticas y gestión de la salud de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.
"Quizá los pacientes rurales ameriten una preocupación particular, al igual que los que tienen unos ingresos más bajos que no califican para Medicaid (un problema de mayor envergadura en los estados con unos programas de Medicaid menos generosos, por ejemplo los que no han participado en la expansión de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio [Affordable Care Act]) y los que carecen de un transporte confiable", anotó Rosenthal.
"Además, los pacientes negros, que reciben diagnósticos [de la enfermedad de Alzheimer] de manera desproporcionada, tienen 1.5 veces más probabilidades de carecer de seguro que los pacientes blancos, lo que haría que el tratamiento con donanemab sea inaccesible, dado el costo total del tratamiento", añadió.
El donanemab se administra como una infusión una vez al mes. Se prevé que su precio sea de 28,000 dólares al año, anotó Rosenthal, mientras que el precio de Leqembi es de 26,500 dólares al año.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. ofrecen más información sobre la enfermedad de Alzheimer.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Journal of the American Medical Association, July 17, 2023; Eli Lilly & Co, news release, July 17, 2023