Domingo, 31 agosto (HealthDayNews) -- "Nunca podrás ser demasiado rica ni demasiado delgada".
Fue un mantra que definió más de una generación de mujeres adultas. Pero ahora, comentan expertos, algunas han llevado la frase a su extremo literal al menos la parte que dice "demasiado delgada".
El problema es que trastornos alimentarios tales como anorexia o bulimia, una vez confinadas mayormente a adolescentes, ahora plagan un número creciente de mujeres de la generación del baby boom (nacidas entre el 1946 y 1964).
"La anorexia y la bulimia ya no son trastornos reservados para jovencitas. Se están tornando cada vez más prevalecientes en mujeres mayores, a veces recurriendo luego de años de remisión y a veces ocurriendo por primera vez luego de los 45 años", indicó Patricia Saunders, psicóloga que labora con Servicios a Familias y Niños Graham Windham, en la ciudad de Nueva York quien se especializa en mujeres mayores con trastornos alimentarios.
Debido a que la tendencia es tan nueva, expertos comentan que no hay estudios confiables que documentan cuántas mujeres mayores están cayendo víctimas del problema.
La anorexia se caracteriza por una dramática pérdida de peso debido a dieta compulsiva y excesiva, a menudo acompañada con vómito autoinducido y uso crónico de laxantes. La bulimia causa que se coma en exceso y luego se vomite, y el uso frecuente de laxantes. Ambas pueden ocurrir de manera independiente o simultánea.
Una expresión relativamente nueva de trastornos alimentarios es lo que algunos expertos están llamando "anorejercicio", y está atrayendo un número sustancial de mujeres mayores. Esto involucra calcular cada caloría que se consume, y luego diseñar una rutina de ejercicios diseñada para quemar ese número exacto de calorías; y hacerlo a las 12 horas o menos luego de comer.
"Algunas mujeres se levantarán a las 5 a.m. para correr, para quemar lo que comieron la noche anterior. Y pueden ir a unos extremos muy poco saludables en cuanto a utilizar el ejercicio para controlar su peso", sostuvo la psiquiatra, doctora Shari Lusskin, profesora asociada en la Escuela de Medicina de New York University.
Aunque nadie está seguro de qué causa los trastornos alimentarios, muchos consideran que las hormonas pueden desempeñar una función, particularmente ya que el número de mujeres afectadas sobrepasa por mucho el número de hombres afectados. De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud, unos 7 millones de niñas y mujeres estadounidenses batallan a diario con los trastornos alimentarios, en comparación con 1 millón de niños y hombres.
Y de manera muy similar a las fluctuaciones hormonales que ocurren durante la pubertad cuando las jóvenes están en riesgo de trastornos alimentarios cambios similares se desarrollan durante la perimenopausia, un momento cuando las mujeres mayores también están vulnerables.
"Hormonalmente hablando, la perimonpausia es la pubertad a la inversa", indicó Saunders. "Pero las fluctuaciones y los cambios, no necesariamente la dirección en la que se dirigen las hormonas, es lo que podría influenciar la química del cerebro involucrada en trastornos alimentarios".
Además, indicadores de mediana edad en algunos cambios que alteran la vida para muchas mujeres, incluyendo divorcio y la partida de hijos mayores. Sin ese sistema de apoyo familiar, algunas mujeres se quedan con un sentimiento de soledad y sin control de su vida diaria preparando la escena para trastornos alimentarios, indican los expertos.
"Intentan recuperar algo de control, regulando lo que comen", indicó Saunders. "Y dadas las circunstancias correctas, algunas mujeres cruzan la línea de la dieta a un trastorno alimentario antes de que se den cuenta qué está pasando".
A veces la depresión no diagnosticada es la culpable, indicó Lusskin.
"Ya que la alimentación y la depresión están tan íntimamente ligadas, es probable que al menos algunas mujeres mayores con un trastorno alimentario están realmente sufriendo de una depresión no diagnosticada, con un hilo de tristeza que transcurren por sus vidas por mucho tiempo y probablemente no llegue a un límite hasta que alcanzan la mediana edad", afirmó.
Algunos expertos también dicen que no podemos subestimar las cambiantes influencias culturales de los pasados 30 años y el rol que jueguen en cómo las mujeres piensan acerca de sus cuerpos hoy día. Un responsable real es la evolución de una cultura de estilo que impulsó la "delgadez" a un ideal irrealista.
"Los ídolos de Hollywood de ayer mujeres como Marilyn Monroe, Rita Hayworth y Lana Turner ofrecieron a las mujeres una imagen realista de la forma y tamaño del cuerpo. Pudiera no haber sido fácil, pero era alcanzable", indicó Saunders.
Hoy día, en comparación, el mensaje que las mujeres reciben de revistas de modas, películas, TV y a veces incluso sus propios doctores es que "la talla dos es la ideal y que mientras más delgada eres, más deseable serás", manifestó.
"Está ejerciendo una influencia en la mentalidad femenina", indicó Saunders.
De hecho, un estudio reciente realizado por la profesora Laurie Mintz en la Universidad de Missouri-Columbia encontró que las mujeres quienes vieron anuncios que presentaban mujeres típicamente delgadas y bellas durante sólo tres minutos reflejaron sentimientos elevados de depresión.
La buena noticia es que las mujeres mayores generalmente responden al tratamiento de trastornos alimentarios más rápido que las mujeres más jóvenes, y generalmente están más motivados a buscar la ayuda que necesitan.
Tratamiento para todas las edades incluye consejería, medicamento, y para las mujeres mayores, tener un esposo involucrado en el tratamiento.
Más importante, señalan los expertos, es unirse a un grupo de apoyo. Estudios demuestran que compartir los sentimientos con otros que enfrentan un problema similar desempeña un rol importante en ayudar a las mujeres de todas las edades a superar los trastornos alimentarios.
Más información
Para aprender más acerca de trastornos alimentarios, visita la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios. O puedes visitar Los Institutos Nacionales de la Salud.