JUEVES 12 de enero (HealthDay News/HispaniCare) -- Los medicamentos antidepresivos y la terapia electroconvulsiva, cuando son necesarios, son los tratamientos más efectivos para la depresión de moderada a severa, a pesar de las preocupaciones que ambos han despertado en la mente del público.
Esa es la conclusión de un análisis de los últimos cinco años de investigación sobre la depresión. El estudio, dirigido por científicos de la Universidad de Edimburgo en Escocia, aparece en la edición del 14 de enero de The Lancet.
"El artículo corrige en cierta medida lo que llaman el 'pánico moral' causado por la afirmación de que los antidepresivos pueden facilitar la ideación o conducta suicida", afirmó el Dr. Jon A. Shaw, director de psiquiatría infantil y adolescente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami. "Es un intento juicioso para tratar de estabilizar el debate y realmente referirse a lo que la evidencia empírica demuestra en realidad".
La terapia electroconvulsiva (TEC), a veces conocida como terapia de shock, también ha sufrido de un problema de imagen.
El diagnóstico de depresión es común por todo el mundo y afecta a entre 15 y el 17 por ciento de las gente durante el transcurso de su vida, según el estudio. Es el doble de común entre las mujeres. Independientemente de quién se vea afectado, la depresión puede causar incapacidad e incluso ser fatal.
Sin embargo, también según el estudio, sólo entre el 25 y el 50 por ciento de los pacientes buscan ayuda médica para su depresión.
Esto podría o no tener que ver con la controversia reciente respecto al tratamiento. En 2004, la U.S. Food and Drug Administration publicó una advertencia de que la conducta suicida podría aumentarse después del tratamiento con antidepresivos conocidos como inhibidores de la recaptación de la serotonina (ISRS), especialmente entre los niños y adolescentes. Sin embargo, estudios más recientes han desmentido ese hallazgo.
El nuevo estudio apuntó a la efectividad de los medicamentos contra la depresión, describiéndolos como "la principal arma de la terapia antidepresiva". Los autores declararon que sus beneficios parecen sobrepasar el "riesgo percibido por el público".
"La FDA es un organismo regulador cauto y necesitan ser cautos", afirmó la Dra. Catherine Birndorf, profesora asistente de psiquiatría y ginecoobstetricia del Hospital Presbiteriano de Nueva York y Centro Médico Weill Cornell de la misma ciudad. "Por otro lado, puede causar histeria porque las personas piensan que se trata de causa y efecto. Realmente no comprenden que (la FDA) advertía que podría haber una correlación".
"Probablemente, pensar que los antidepresivos facilitan la conducta suicida en la depresión en fase aguda sea una respuesta un poco histérica", añadió Shaw. "Realmente no hay evidencia que apoye esa idea".
La terapia electroconvulsiva fue considerada por el estudio como "el tratamiento más efectivo para la depresión profunda, especialmente si se presenta con síntomas psicóticos" y esto "a pesar de las inquietudes del público y los profesionales". Si bien algunos podrían pensar que el tratamiento es un producto de décadas pasadas, de hecho, "está vivo y activo para ciertos tipos de depresión", apuntó Birndorf.
"La TEC no se considera para la depresión común", apuntó Birndorf. "Es más refractaria, si otros tratamientos han fallado o si se trata de una depresión suicida y no se tiene tiempo para esperar a ver si los medicamentos funcionarán, se considera como el tratamiento por excelencia".
La percepción pública del tratamiento, que conlleva la aplicación de choques eléctricos para causar convulsiones en el cerebro, han tendido a ser brutales y extrañas, y nada exactas, añadió Birndorf.
"Es altamente humanitario", aseguró. "El mito de lo que es y lo que parece todavía abunda y no es atractivo para nuestra cultura".
"La eficacia está bien demostrada", agregó Shaw. "Si se usa apropiadamente, a veces salva vidas".
El artículo también trató otros tratamientos físicos para la depresión, como la neurocirugía, la estimulación magnética transcraneal, la terapia magnética convulsiva, y la estimulación del nervio vago, pero indicó que la mayoría de éstos aún se consideran experimentales.
Más información
El National Institute of Mental Health tiene más información sobre la depresión.