MARTES, 13 de julio de 2021 (HealthDay News) -- La pandemia quizá haya provocado otro creciente problema de salud: una investigación reciente sugiere que más del doble de jóvenes de lo normal fueron hospitalizados con trastornos de la alimentación en los 12 primeros meses del aumento de la COVID-19 en Estados Unidos.
Hubo 125 hospitalizaciones relacionadas con los trastornos de la alimentación en los pacientes de 10 a 23 años en el sistema de salud de la Universidad de Michigan en los primeros 12 meses de la pandemia, en comparación con un promedio de 56 en el mismo periodo en 2017 y 2019.
Las tasas más altas de admisiones por mes ocurrieron entre los nueve y los 12 meses tras el inicio de la pandemia, y las tasas seguían en aumento cuando acabó el periodo del estudio en marzo de 2021, según el estudio, en una prepublicación de la revista Pediatrics.
"Estos hallazgos enfatizan la profundidad con que la pandemia ha afectado a los jóvenes, que experimentaron los cierres de las escuelas, la cancelación de las actividades extracurriculares, y el aislamiento social. Todo su mundo se alteró de la noche a la mañana", señaló la autora del estudio, la Dra. Alana Otto, médica de medicina adolescente del Hospital Pediátrico C.S. Mott de la universidad. "En los adolescentes que tienen trastornos de la alimentación o que están en un riesgo alto de trastornos de la alimentación, estas alteraciones significativas quizá hayan empeorado o desencadenado los síntomas".
Los números del estudio quizá representen apenas una fracción de las personas con trastornos de la alimentación que se vieron afectadas por la pandemia, porque solo se incluyó a los jóvenes con una enfermedad grave debido a los trastornos de la alimentación, anotaron los investigadores.
"Nuestro estudio sugiere que los efectos negativos de la pandemia en la salud mental podrían ser particularmente profundos entre los adolescentes con trastornos de la alimentación", planteó Otto en un comunicado de prensa de la universidad. "Pero nuestros datos no capturan toda la situación. Estos estimados podrían ser realmente conservadores".
La genética, los factores psicológicos y las influencias sociales se vinculan con los trastornos de la alimentación, y los adolescentes con una autoestima baja o depresión tienen un riesgo particularmente alto.
Los cambios relacionados con la pandemia en las vidas diarias de los adolescentes (como los cierres de las escuelas y la cancelación de los deportes organizados) podrían alterar unas rutinas relacionadas con la alimentación y el ejercicio, y desencadenar unas conductas de alimentación malsanas entre los que ya están en riesgo, según Otto.
"Un evento estresante podría conducir al desarrollo de síntomas en un joven en riesgo de trastornos de la alimentación", advirtió. "Durante la pandemia, la ausencia de rutina, las alteraciones en las actividades diarias, y una sensación de pérdida del control son posibles factores contribuyentes. Para muchos adolescentes, cuando sienten que todo está fuera de control, lo único que sienten que pueden controlar es su alimentación".
Más información
El Instituto Nacional de la Salud Mental de EE. UU. ofrece más información sobre los trastornos de la alimentación.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Michigan Medicine-University of Michigan, news release, July 8, 2021