MIÉRCOLES, 17 de julio de 2019 (HealthDay News) -- Algunos mosquitos propagan enfermedades a los humanos a través de su picadura, transmitiendo patógenos nocivos como el Zika, la fiebre del dengue, el virus del Nilo Occidental y la chikungunya.
Ahora, los humanos están volviendo las tornas, al infectar a esos mosquitos peligrosos con bacterias que sabotean su capacidad de reproducirse.
Los investigadores chinos pudieron reducir esas poblaciones de mosquitos en hasta un 94 por ciento, usando una estrategia basada en una bacteria que interfiere en el ciclo reproductivo de los insectos.
"En principio, todas las enfermedades transmitidas por los mosquitos, como el dengue, la malaria, el Nilo Occidental, la chikungunya y la filariasis, se pueden controlar con esta tecnología", afirmó el investigador sénior, Zhiyong Xi, director del Centro Conjunto de Control de los Vectores de las Enfermedades Tropicales de la Universidad de Sun Yat-sen y la Universidad Estatal de Michigan. "Sin la transmisión de los mosquitos no habrá ninguna de esas enfermedades".
La estrategia de control de los mosquitos depende de una bacteria llamada Wolbachia, que puede afectar a la biología reproductiva de los mosquitos, comentó Peter Armbruster, profesor de biología en la Universidad de Georgetown en Washington, D.C.
En esencia, un mosquito macho que porta una cepa específica de la Wolbachia no puede reproducirse con éxito si la hembra está infectada con una cepa distinta de la Wolbachia, explicó Armbruster, autor de un editorial publicado junto con el informe en la edición del 17 de julio de la revista Nature.
El equipo chino de investigación creó una colonia de mosquitos basada en el laboratorio, y todos portaban una combinación recién desarrollada de tres cepas de la Wolbachia. Esa cepa híbrida no ocurre en la naturaleza. La colonia producía unos 10 millones de mosquitos macho por semana, dijo Xi.
Los mosquitos macho se liberaron entonces en la naturaleza, en áreas designadas para el control de plagas.
"Se reproducen con hembras silvestres, y las hembras silvestres producen huevos inviables", apuntó Armbruster. "Es una forma de dejar que los machos hagan el trabajo, que encuentren a las hembras y que eviten que se reproduzcan".
Los investigadores también trataron a los mosquitos con una dosis baja de radiación, suficiente para esterilizar a cualquier hembra liberada accidentalmente que portara la cepa triple de la bacteria, pero no suficiente como para deteriorar el impulso reproductivo de los machos. Esto ayudó a acelerar la producción de los mosquitos en el laboratorio, explicó Armbruster.
Los ensayos en el campo con los mosquitos Aedes albopictus pudieron reducir las poblaciones en alrededor de un 83 a un 94 por ciento, y no se detectaron mosquitos silvestres durante hasta seis semanas después de la liberación, reportaron los investigadores.
El Dr. Amesh Adalja es experto sénior del Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore. "Hace mucho que los mosquitos son un flagelo para la humanidad y su control efectivo es una de las tareas más difíciles en las enfermedades infecciosas", señaló.
"Explotar el fenómeno de la incompatibilidad reproductiva mediante infecciones con la Wolbachia en los mosquitos macho, combinadas con la irradiación, es una solución elegante, que este estudio muestra que es factible", aseguró Adalja.
Al menos una compañía estadounidense, MosquitoMate, ya está usando un método similar basado en bacterias para controlar a los mosquitos, anotó Armbruster. La innovación de este estudio fue la combinación de tres cepas distintas de Wolbachia y el uso de la radiación para hacer que la clasificación y liberación de los mosquitos fuera un proceso más fácil.
No se deben liberar mosquitos de ambos sexos con la cepa triple, porque podrán reproducirse con éxito. Hasta ahora, los técnicos de laboratorio tenían que pasar los enjambres de mosquitos a través de una máquina que separaba a los machos de las hembras, y entonces hacer una segunda clasificación manual para asegurarse de haber sacado a todas las hembras, dijo Armbruster.
Como el método se dirige a especies específicas de mosquitos que portan enfermedades, no eliminará a otras poblaciones benignas de mosquitos que coexisten en la misma área, añadió Xi.
"Como la reproducción de los mosquitos solo ocurre dentro de la misma especie, se trata de una herramienta de control específica para la especie, sin ningún impacto en las especies que no son el objetivo", explicó Xi. "La mayoría de las especies de mosquitos en la naturaleza no son vectores de enfermedad, y por ende no serán un objetivo de nuestra técnica".
Las pruebas de campo liberaron a los machos infectados en el laboratorio en dos pequeñas islas ubicadas en ríos que atraviesan a Guangzhou, la ciudad con el mayor nivel de transmisión del dengue en China, apuntaron los autores del estudio.
La meta era alcanzar una proporción de 5 a 1 de machos infectados versus machos silvestres, para suprimir las poblaciones de mosquitos de forma efectiva, apuntó Xi.
Se necesitará más investigación para ver si las mismas técnicas de producción en el laboratorio se podrían usar para combatir a los mosquitos en las grandes ciudades de EE. UU., indicó Armbruster.
"Si se pueda ampliar para un área metropolitana importante sigue siendo una pregunta abierta", añadió Armbruster.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. tienen más información sobre el control de los mosquitos.
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