MARTES, 2 de abril de 2019 (HealthDay News) -- Como si tener la agotadora "enfermedad del beso" (también conocida como mononucleosis) no fuera suficientemente malo, alrededor de 1 de cada 10 personas que sufren de esta infección desarrollarán el síndrome de fatiga crónica en un plazo de seis meses, informan unos investigadores.
Para predecir mejor cuáles personas con mononucleosis acabarán con el debilitante síndrome de fatiga crónica, investigadores del Hospital Pediátrico Lurie, de Chicago, desarrollaron una nueva escala para calificar la gravedad de una infección con mononucleosis. Entonces, evaluaron a 126 estudiantes universitarios diagnosticados con mononucleosis.
"Observamos cuáles factores se correlacionaban con unos malos resultados, y entonces intentamos validar esas medidas", indicó el Dr. Ben Katz, especialista asistente en enfermedades infecciosas pediátricas.
Las personas con las infecciones más graves con mononucleosis en la nueva escala tenían más de tres veces más probabilidades de cumplir los criterios diagnósticos del síndrome de fatiga crónica, explicó Katz.
Y tres factores en particular se presentaron con frecuencia en las personas con la mononucleosis más grave. Éstos incluían:
La mononucleosis es una infección contagiosa, comúnmente provocada por el virus de Epstein-Barr, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. Con frecuencia ocurre entre los jóvenes, en particular entre los que están en la escuela secundaria y la universidad. Los síntomas incluyen fatiga extrema, fiebre y dolor de garganta. Entre un 1 y un 5 por ciento de los estudiantes universitarios tienen un diagnóstico de mononucleosis.
El síndrome de fatiga crónica (SFC) también se conoce como encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC). Los CDC señalan que provoca fatiga extrema, problemas para dormir, dificultades de pensamiento y memoria, mareo y dolor. Los síntomas pueden empeorar tras el ejercicio. La causa exacta es desconocida, y es difícil de diagnosticar, anotaron los CDC.
Lamentablemente, no hay buenos tratamientos que lleguen al origen de la mononucleosis ni del SFC, según Katz. Hay tratamientos de respaldo que podrían hacer que las personas se sientan mejor, apuntó, pero no hay curas para ninguna de las dos enfermedades.
"Es un gran problema en los campus universitarios, y contar con una herramienta para predecir quién podría tener dificultades podría ser útil", planteó Katz.
La Dra. Jane Swedler, jefa de medicina adolescente en el Hospital de Winthrop de la NYU, en Mineola, Nueva York, revisó los hallazgos.
"Sabemos que hay una asociación entre el SFC y los antecedentes de infecciones específicas, como la mononucleosis", comentó.
Swedler dijo que la nueva medida validada debería ser útil para la orientación y la planificación. "Tiene un valor de predicción, y podría usarse para estandarizar la atención y quizá para un tratamiento más temprano del SFC", añadió.
¿Qué puede hacer para asegurarse de no contraer mononucleosis, y luego posiblemente SFC?
No hay vacuna para la mononucleosis. Para ayudar a prevenirla, los CDC recomiendan no compartir ciertos artículos, como la bebida y la comida, los utensilios de comer y los artículos personales, por ejemplo los cepillos dentales.
Y si cree que alguien podría tener una infección, no lo bese, porque la enfermedad se puede transmitir a través de los besos, advierten los CDC.
El estudio aparece en una edición reciente de la revista The Journal of Pediatrics.
Más información
Para más información sobre el síndrome de fatiga crónica, visite los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.
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