DOMINGO, 22 de mayo de 2016 (HealthDay News) -- Aunque solamente unas pocas especies de garrapatas transmiten enfermedades a las personas, la creciente popularidad de muchas actividades al aire libre y la proliferación de proyectos residenciales han incrementado las probabilidades de que uno de estos parásitos repulsivos se le pegue a la piel.
"Afortunadamente, las garrapatas no vuelan, ni saltan ni caen del cielo", comentó Stephen Wikel, experto en enfermedades transmitidas por vectores y profesor emérito de ciencias médicas en la Facultad de Medicina Frank H. Netter M.D. de la Universidad de Quinnipiac en North Haven, Connecticut.
"Generalmente pasan de la hierba a un huésped vivo, y se arrastran hacia arriba, en busca de un área caliente y húmeda en la que alimentarse. Las garrapatas también tienen unas defensas anti detección increíbles. Por ejemplo, su saliva está llena de antihistamínicos, anticoagulantes y otros inhibidores que evitan que la herida se cure, y disminuye la reacción al dolor y al picor; las larvas no alimentadas son tan pequeñas que se las puede confundir con pecas", dijo.
Así que, ¿cómo se puede evitar ser el próximo manjar de una garrapata? Wikel recomienda las siguientes medidas preventivas:
Si a pesar de que hace un gran esfuerzo de prevención, se le pega una garrapata, hay un modo correcto y otro incorrecto de quitarla, advirtió Wikel.
No use cerillas ni la punta de un cigarrillo para quemar las garrapatas. Esto podría hacer que trasmitan las bacterias más rápidamente.
El modo correcto de quitar una garrapata es levantarla suavemente con una pinza pequeña fina. También es una buena idea usar una lupa mientras se quita una garrapata, aconsejó Wikel.
Si puede quitar a la garrapata y dejarla intacta, puede llevarla al consultorio de su médico o a su departamento de salud local para identificarla.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. aconsejan que vaya al médico si desarrolla síntomas en las siguientes semanas después de una picadura de garrapata.
Las señales de advertencia de las enfermedades trasmitidas por las garrapatas podrían variar de una persona a otra, dijo Wikel. Los síntomas, que oscilan entre leves y graves, podrían incluir: fiebre y escalofríos, dolor de cabeza, fatiga y dolor muscular.
Las personas con la enfermedad de Lyme también podrían desarrollar un dolor en las articulaciones, dijo.
"Muchas personas creen que un sarpullido en forma de diana es una señal de la enfermedad de Lyme, pero no siempre hay un sarpullido", comentó Wikel.
Si no se trata, la enfermedad de Lyme puede afectar a las articulaciones, al sistema cardiaco o al sistema nervioso. Pero cuando se diagnostica pronto, la enfermedad de Lyme puede curarse con antibióticos. Esto es así en la mayoría de casos de enfermedades trasmitidas por las garrapatas, añadió Wikel.
Más información
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. ofrecen más información sobre las garrapatas.
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