El VIH puede esconderse en un tipo de glóbulos blancos llamados células mieloides, lo que contribuye a un "reservorio" de virus en las personas infectadas
Los estudios de laboratorio mostraron que el VIH latente en las células mieloides puede reactivarse e infectar nuevos glóbulos blancos, incluso después de años
Las células T CD4 se consideran el reservorio inmunitario más conocido para el VIH, pero este estudio muestra que es necesario considerar otros tipos de células inmunitarias
MIÉRCOLES, 29 de marzo de 2023 (HealthDay News) -- Unos investigadores se acercan a otro "escondite" en el sistema inmunitario que el VIH utiliza para persistir en el cuerpo humano durante años.
Un subconjunto de glóbulos blancos, llamados células mieloides, pueden albergar al VIH en personas que han tenido una supresión hormonal durante años, según un nuevo estudio a pequeña escala, que fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.
Los investigadores mostraron que el VIH de unas células mieloides específicas se puede reactivar, y que el virus entonces infecta a nuevas células. Entre estas células específicas se encuentran los macrófagos derivados de monocitos de vida corta y de monocitos de vida larga.
Los resultados sugieren que las células mieloides contribuyen a un reservorio duradero de VIH en los infectados, apuntaron los investigadores.
En ese caso, los glóbulos blancos serían un objetivo importante, pero que se ha pasado por alto, en los esfuerzos por erradicar al VIH.
"Nuestros hallazgos cuestionan a la narrativa prevalente de que los monocitos duran demasiado poco tiempo como para ser importantes para los esfuerzos de curación", señaló la autora del estudio, Rebecca Veenhuis, profesora asistente de patobiología molecular y comparativa de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore.
"Sí, las células viven poco tiempo, pero nuestros datos de seguimiento muestran que el VIH puede persistir en los monocitos durante muchos años en personas que tienen supresión viral", comentó Veenhuis en un comunicado de prensa de los NIH. "El hecho de que podamos detectar al VIH en estas células durante un periodo tan largo sugiere que algo hace que el reservorio mieloide continúe".
Los antirretrovirales son efectivos para suprimir al VIH, al evitar que el virus infecte a nuevas células y se multiplique.
Pero el VIH que ya está en las células puede permanecer latente, lo que crea un reservorio de VIH que espera la oportunidad de volver a activarse.
Las células (linfocitos) T CD4, otro tipo de glóbulo blanco, son los reservorios del VIH mejor estudiados, pero los investigadores sospechan que existen otros.
Los monocitos circulan en la sangre durante alrededor de tres días antes de desplazarse a distintos tejidos del cuerpo, donde pueden madurar y convertirse en macrófagos, apuntaron los investigadores. Hasta ahora, no había estado claro si el VIH latente en estas células se puede reactivar e infectar a otras células.
"Lo que de verdad importa a largo plazo es comprender cómo los monocitos contribuyen al reservorio en el tejido de los macrófagos", apuntó la autora sénior del estudio, Janice Clements, profesora de patobiología molecular y comparativa de la Facultad de Medicina de la Hopkins. "SI los monocitos pueden llevar el virus al cerebro, o al pulmón, o a otra parte del cuerpo e infectar a los macrófagos residentes que son autorrenovables y que viven de forma casi indefinida, hay un problema real".
En el estudio, los investigadores midieron el ADN del VIH en las células mieloides de 30 pacientes infectados con el VIH, todos los cuales habían estado en terapia antirretroviral durante al menos cinco años.
El equipo encontró niveles detectables de material genético del VIH en los monocitos y en los macrófagos, aunque los niveles fueron mucho más bajos que los que se han observado en las células T CD4.
En algunos pacientes, el material genético del VIH que se encontró en los monocitos estaba intacto, lo que sugiere que se podría reactivar e infectar a nuevas células.
Entonces, los investigadores utilizaron un nuevo método cuantitativo para medir de forma directa la propagación viral del VIH encontrado en las células mieloides.
Aislaron los monocitos de la sangre de 10 pacientes, y nutrieron a las células en cultivos que contenían antirretrovirales, igual que los pacientes.
Después de que los monocitos se desarrollaran hasta convertirse en macrófagos, los investigadores introdujeron un agente que activa al sistema inmunitario, y entonces añadieron glóbulos blancos frescos al cultivo, dando al VIH un nuevo objetivo potencial.
Los cultivos de cinco de los 10 participantes tenían unos niveles detectables de material genético de VIH en los macrófagos que podían reactivarse e infectar a otras células y replicarse, reportaron los investigadores. Estos pacientes también tenían unos niveles generales más altos de material de ADN del VIH.
Unos datos de seguimiento de tres pacientes mostraron que este reservorio puede albergar VIH latente durante varios años. Los reservorios eran estables, y podrían reactivarse con el tiempo, lo que indica que los macrófagos derivados de los monocitos podrían contribuir al rebote viral del VIH si la terapia antirretroviral se interrumpe.
Los investigadores hicieron un llamamiento a estudios de mayor tamaño con grupos más diversos de participantes, para obtener una mejor idea de cuántas personas podrían portar VIH latente en las células mieloides y averiguar cómo el reservorio de VIH en los monocitos se repone a sí mismo con el tiempo.
El estudio se publicó en la edición del 27 de marzo de la revista Nature Microbiology.
Más información
Los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. ofrecen más información sobre el reservorio de VIH latente.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: U.S. National Institutes of Health, news release, March 27, 2023
Descubrir dónde se esconde el VIH en el sistema inmunitario humano podría potencialmente conducir a una cura para la infección.