VIERNES, 19 de agosto de 2022 (HealthDay News) -- Los monjes medievales tenían muchas más lombrices que las personas promedio, reveló un nuevo análisis arqueológico.
Los que vivían en Cambridge en tiempos medievales tenían casi el doble de probabilidades de estar infectados con parásitos intestinales que los habitantes de la ciudad, encontraron los investigadores.
Aunque los frailes Agustinos tenían acceso a unas instalaciones de saneamiento avanzadas para la época, casi un 60 por ciento tenía lombrices, en comparación con alrededor de un 30 por ciento de los trabajadores ordinarios, según el nuevo informe.
"Los frailes de Cambridge medieval parecen haber estado infestados de parásitos", comentó el autor del estudio, Piers Mitchell, del departamento de arqueología de la Universidad de Cambridge. "Esta es la primera vez que alguien ha intentado determinar qué tan comunes eran los parásitos en personas con distintos estilos de vida en el mismo pueblo medieval".
¿Por qué estaban los monjes plagados de parásitos? Los investigadores sospechan que se debe a que fertilizaban sus huertos con heces humanas o que compraban productos que contenían heces humanas o de cerdo.
En el estudio, los arqueólogos de la Cambridge evaluaron muestras de suelo tomadas alrededor de las pelvis de 19 monjes sepultados en los antiguos terrenos del Monasterio Agustino, y las compararon con las muestras de 25 ciudadanos locales sepultados en el cementerio de la parroquia de la iglesia de All Saints by the Castle.
Once de los monjes (un 58 por ciento) estaban infectados con lombrices, en comparación con apenas ocho de los habitantes del pueblo (un 32 por ciento), encontraron los investigadores.
La tasa de infestación de un 32 por ciento de los habitantes del pueblo concuerda con estudios de sepulturas medievales en otros países europeos, aseguraron los investigadores, lo que significa que las tasas de infección del monasterio eran sorprendentemente altas.
La ascáride fue la infección más común, pero los investigadores también encontraron evidencias de tricocéfalos. Ambas se propagan mediante unas malas prácticas sanitarias, señalaron los investigadores en un comunicado de prensa de la universidad.
Los ciudadanos medievales dependían de letrinas en fosas sépticas en el suelo para deshacerse de los desperdicios humanos y del hogar, pero los monasterios de la época en general usaban sistemas de agua corriente para limpiar las letrinas, anotaron los investigadores. También era probable que tuvieran instalaciones para lavarse las manos.
"Una posibilidad es que los frailes abonaran sus huertos de verduras con heces humanas, algo que no era inusual en el periodo medieval, y esto podría haber conducido a infecciones repetidas con las lombrices", explicó Mitchell.
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 18 de agosto de la revista International Journal of Paleopathology.
Más información
La Clínica Cleveland ofrece más información sobre las ascárides.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: University of Cambridge, news release, Aug. 18, 2022