MARTES, 27 de agosto (HealthDay News) -- Realizar pruebas de ciertas proteínas en el líquido cefalorraquídeo podría ayudar a los médicos a diagnosticar antes el Parkinson y a determinar con qué rapidez es probable que el trastorno se desarrolle, según una nueva investigación.
El equipo de la Facultad Perelman de Medicina de la Universidad de Pensilvania afirmó que el descubrimiento que realizaron de esos "biomarcadores" de proteínas podría también ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos contra el Parkinson.
"Unos biomarcadores de la enfermedad de Parkinson como estos podrían ayudarnos a diagnosticar antes a los pacientes", afirmó la autora principal del estudio, Leslie Shaw, profesora de patología y medicina de laboratorio en la Universidad de Pensilvania, en un comunicado de prensa de la universidad.
Shaw y el Dr. John Trojanowski son colíderes del centro bioanalítico de la Iniciativa de marcadores de la progresión del Parkinson (PPMI, por su sigla en inglés), un estudio internacional financiado por la The Michael J. Fox Foundation for Parkinson's. Dirigieron un equipo que recogió líquido cefalorraquídeo de 102 personas. 63 de estas personas tenían Parkinson de forma prematura y no recibían tratamiento, y 39 no tenían el trastorno (el grupo de "control").
Los investigadores examinaron los niveles de sustancias específicas presentes en el líquido cefalorraquídeo, que incluyeron: la beta amiloidea, la tau total, la tau fosforilada, la alfa sinucleína y la proporción de tau total en relación a la beta amiloidea.
Los hallazgos revelaron que, en comparación con el grupo de control sano, las personas que se encontraban en la etapa temprana de Parkinson tenían niveles más bajos de beta amiloidea, tau y alfa sinucleína en el líquido cefalorraquídeo.
Además, los pacientes con niveles más bajos de tau y alfa sinucleína tenían más problemas con el movimiento, indicaron los autores del estudio en el informe publicado el 26 de agosto en la revista JAMA Neurology.
Los investigadores descubrieron que los pacientes que se encontraban en una etapa temprana de Parkinson y con niveles bajos de beta amiloidea y tau tenían más probabilidades de sufrir caídas, sentir mucho frío y tener problemas al andar. Las investigaciones previas han mostrado que este tipo de disfunción motora del Parkinson está asociada con una discapacidad funcional mayor y un declive más rápido de las habilidades del pensamiento.
"Esperamos detectar subgrupos de pacientes de Parkinson cuya enfermedad sea propensa a progresar a un ritmo distinto, tan temprano como sea posible", señaló Trojanowski, que también es director del Centro Udall de Investigación sobre el Parkinson de la Universidad de Pensilvania. "La predicción temprana es fundamental, tanto para los síntomas motores como para los de la demencia", afirmó en el comunicado de prensa.
El líder del centro del ensayo del PPMI y profesor de neurología, el Dr. Mathew Stern, añadió en el comunicado que "además de las pruebas de los biomarcadores, el validar los factores de riesgo podría permitir que se detectara antes la enfermedad y eso abriría nuevos caminos en la búsqueda de nuevas terapias que podrían ralentizar o detener la progresión de la enfermedad". Stern también es director del Centro de Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento de la Universidad de Pensilvania.
Los autores del estudio indicaron que se necesita realizar más investigación para evaluar y confirmar el procedimiento de prueba del líquido cefalorraquídeo.
Más información
El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidente Cerebrovascular de los EE. UU. ofrece más información sobre la enfermedad de Parkinson.
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