LUNES, 9 de septiembre de 2019 (HealthDay News) -- Tras perder la parte inferior de la pierna, Savo Panic recibió una nueva extremidad prostética que ayudó a restaurar el movimiento. Pero las prótesis son imperfectas, y sufría un tremendo dolor de pierna "fantasma".
Ahora, unos científicos europeos afirman que han desarrollado una tecnología que restaura la sensación natural y mejora la capacidad de caminar de los pacientes que se han sometido a la amputación de la parte inferior de la pierna. El método también eliminó el dolor fantasma de Panic y lo redujo en otro voluntario.
Mediante el uso de sensores que conectan a la pierna prostética con los nervios que quedan en el muslo, la tecnología permite al paciente sentir las mismas sensaciones que sentiría si su pierna permaneciera intacta. Sensaciones como la presión y el tacto. Esto hace que puedan caminar con un paso más seguro y mejora la resistencia.
Con una prótesis de pierna, la persona no puede saber dónde está la extremidad, cómo se está moviendo ni en qué superficie está. No puede confiar en ella del todo.
"Implementamos nuestra tecnología dentro de los nervios residuales en los que tenían amputaciones por encima de la rodilla con el objetivo de restaurar las sensaciones del movimiento, que les habían faltado durante muchos años", comentó el viernes durante una conferencia de prensa el investigador principal, Stanisa Raspopovic, profesor en el Instituto de Robótica y Sistemas Inteligentes de ETH Zúrich, en Suiza.
"Inmediatamente, las personas que han recibido los implantes pueden describir que las sensaciones son parecidas a las reales", señaló Raspopovic.
Como el cerebro del propio paciente crea las sensaciones, no necesitan entrenamiento para ponerse de pie y moverse, dijo.
La capacidad de caminar mejora porque los pacientes no tienen que depender de su pierna real para proveer toda la sensación al caminar. Eso puede ser agotador, explicaron los investigadores.
La reducción en el dolor fantasma es un beneficio añadido de esta nueva prótesis.
Panic dijo que se despierta de noche por el dolor fantasma. "El dedo gordo que no tengo me duele. El dedo gordo, el pie, el talón, el tobillo, la pantorrilla: todo duele, y ni siquiera los tengo", comentó en un comunicado de prensa de ETH.
"Desde que comencé el programa de tratamiento, tras recibir estimulación eléctrica no siento dolor fantasma", apuntó Panic.
El dolor del otro paciente no desapareció del todo, pero se redujo en gran medida, anotaron los investigadores.
Para crear la nueva prótesis, Raspopovic y sus colaboradores conectaron sensores en la suela de una extremidad prostética de alta tecnología disponible con una articulación de rodilla electrónica.
Los cirujanos vincularon unos minúsculos electrodos a los nervios que quedaban de la pierna en el muslo. Los investigadores desarrollaron algoritmos que llevan datos de los sensores del pie (por ejemplo, sobre el tacto) a los nervios del muslo.
A su vez, esto se lleva al cerebro del paciente. Pueden ajustar su paso como si la pierna fuera real, afirmaron los investigadores.
En varias pruebas de la capacidad de caminar a lo largo de tres meses, para los dos pacientes caminar resultó mucho más fácil. Podían prestar menos atención a cada paso. También caminaban más rápidamente y con una mayor confianza, encontraron los investigadores.
Los resultados fueron confirmados mediante pruebas de la actividad cerebral y del uso de oxígeno.
Aunque el estudio solo establece una "prueba de concepto", los investigadores esperan al final desarrollar un dispositivo completamente implantable que permita a los pacientes funcionar sin estar atados a una serie de cables.
"Llegar a un dispositivo completamente implantable requerirá un par de años, y entonces organizaremos un ensayo clínico con muchos pacientes, estimamos que con unos 60 pacientes", dijo Raspopovic.
Chad Bouton es profesor en el Instituto de Medicina Bioelectrónica de los Institutos Feinstein de Investigación Médica en Manhasset, Nueva York.
Bouton dijo que este método es uno de varios que se están probando para ofrecer a las personas que han perdido una extremidad una mayor sensación y movilidad.
"Es algo que pueden esperar en términos de una mejor capacidad de funcionar", añadió.
Bouton cree que las prótesis neurales y los dispositivos implantados que ayuden a restaurar la función perdida, incluso caminar, están a punto de convertirse en realidad.
"Ya no es un asunto de 'si', solo es un asunto de cuándo veremos estos dispositivos", aseguró.
El informe se publicó el 9 de septiembre en la revista Nature Medicine.
Más información
Para más información sobre las prótesis, visite la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
© Derechos de autor 2019, HealthDay