MARTES, 28 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- El aditivo alimenticio que da su color azul a los M&M y al Gatorade podría ayudar a prevenir el daño secundario que ocurre tras una lesión de la columna vertebral, según sugiere un estudio reciente.
Los investigadores afirman que el tinte, llamado Azul brillante G (en inglés BBG), detiene la cascada de eventos moleculares que puede expandir el área de lesión y empeorar la parálisis de manera permanente.
Este hallazgo se basa en el hito investigativo que detalló la manera en que el TA, la fuente de energía vital que mantiene con vida a las células del organismo, invade el área que rodea a una lesión de la columna vertebral, eliminando células sanas y lesionadas. Esta investigación previa también planteó una manera potencial de detener la lesión secundaria de la columna: usar TA oxidado para bloquear el TA, según la información de respaldo de un comunicado de prensa de la Universidad de Rochester.
Las ratas en cuyas columnas vertebrales lesionadas se inyectó el TA oxidado recuperaron gran parte de la función de sus extremidades y pudieron caminar una vez más de forma efectiva aunque no elegante, encontró la investigación anterior.
El nuevo estudio ha encontrado un compuesto que hace lo mismo y que no tiene que inyectarse directamente a la columna vertebral para funcionar, explican en su informe los autores del estudio, que aparece en línea en la edición de esta semana de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
"Aunque logramos magníficos resultados con el TA oxidado inyectado de forma directa a la columna vertebral, este método no sería práctico para su uso con pacientes de lesiones de la columna", apuntó la líder de la investigación, la Dra. Maiken Nedergaard, profesora de neurocirugía y directora del Centro de neuromedicina translacional del Centro médico de la Universidad de Rochester.
"En primer lugar, nadie quiere entrar una aguja en una columna vertebral que acaba de dañarse con gravedad, así que sabíamos que necesitábamos encontrar otra manera de administrar rápidamente un agente que evitaría que el TA matara las neuronas motoras sanas. En segundo lugar, el compuesto que usamos al principio, el TA, no se puede inyectar en el torrente sanguíneo debido a sus peligrosos efectos secundarios", explicó Nedergaard en el comunicado de prensa.
En la búsqueda de un compuesto que evitaría los ataques del TA y que pudiera ser administrado por vía intravenosa, Nedergaard se tropezó con el BBG.
Una inyección intravenosa de BBG redujo de manera significativa la lesión secundaria en ratas que tenían lesiones de la columna vertebral, que mejoraron al punto de poder caminar de nuevo, aunque con cojera. Sin embargo, hubo un efecto secundario. La piel de las ratas inyectadas presentó un tono azulado durante un tiempo.
Aunque se necesitan más estudios, Nedergaard y su colaborador de mucho tiempo, el Dr. Steven Goldman, presidente del Departamento de neurología de la Universidad de Rochester, esperan que el BBG y agentes relacionados resulten en nuevos tratamientos para las lesiones agudas de la columna vertebral.
Más información
Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. tienen más información sobre las lesiones de la columna vertebral.