Proteína antigrasa mantiene delgados a los ratones que comen en exceso

Aún así, los expertos cuestionan su potencial para los humanos
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LUNES 18 de septiembre (HealthDay News/HispaniCare) --Investigadores italianos informan que los ratones que consumieron dietas altas en calorías y en grasa durante dos semanas se mantuvieron delgados, gracias a la inyección de una proteína "anti-obesidad" en sus cerebros.

Comer todo lo que uno quiera y nunca engordar parece un sueño hecho realidad. Y los expertos advierten que podría seguir siendo un sueño, al menos en los humanos, en el futuro previsible.

"Ya sea que esto se ponga en práctica en los humanos o que se ponga en práctica sin efectos secundarios considerables es otra historia", dijo Cathy Nonas, directora de los programas de obesidad y diabetes del Hospital North General de la ciudad de Nueva York y vocera para la American Dietetic Association.

El estudio aparece en la edición de esta semana de Proceedings of the National Academy of Sciences.

De acuerdo con Nonas, una "poción mágica" que mantenga la obesidad a raya a la vez que permita a la gente comer todo lo que quiera ha sido el objetivo de las compañías farmacéuticas de todo el mundo. Hasta ahora, la mayoría de esfuerzos de investigación se han centrado en agentes que "aceleren" el metabolismo para quemar el exceso de calorías.

"Mucha gente ha estado trabajando en la idea de estudiar las moléculas y péptidos para ver si pueden incrementar el gasto de energía sin efectos secundarios mayores", dijo Nonas.

Esta última investigación, dirigida por Alessandro Bartolomucci del Consiglio Nazionale delle Ricerche en Roma, se centró en el derivado de una proteína del gen Vgf, que ha sido asociada con el metabolismo durante mucho tiempo.

El grupo de Bartolomucci primero identificó esta proteína, un péptido llamado TLQP-21 en el cerebro de las ratas. "Era una hipótesis sin comprobar que los péptidos derivados del VGF podrían regular el metabolismo", anotó el equipo italiano.

En una exploración más a fondo, los investigadores aislaron la TLQP-21 y la inyectaron en el cerebro de ratones de laboratorio cada día durante 14 días. Al mismo tiempo, a los ratones se les administraban dietas ricas en grasa que por lo general estimulaban el aumento de peso.

En este caso, sin embargo, eso no ocurrió.

De acuerdo con los investigadores, los ratones se mantuvieron delgados debido a que los péptidos aceleraron el ritmo metabólico.

"Cuando la TLQP-21 se inyectaba de manera repetitiva en los ventrículos del cerebro, aumentaba el gasto de energía de los ratones y la temperatura rectal", explicó Bartolomucci. Ambos cambios implicaron una aceleración del metabolismo.

El péptido también afectó factores claves del metabolismo y de la combustión de calorías, apuntó. Entre éstos se encontraban un aumento en los niveles en la sangre de la hormona epinefrina, así como cambios en la función locomotora y de la tiroides.

Además, en los ratones tratados con una dieta estándar, "el tejido adiposo (grasa) se redujo un poco", dijo Bartolomucci. Al mismo tiempo, se incrementó el número de receptores celulares asociados con la combustión de grasa y el gasto de energía.

Todo esto podría explicar por qué los ratones alimentados con la dieta rica en grasa mantuvieron su delgada constitución cuando recibieron la TLQP-21, apuntó Bartolomucci.

El investigador italiano cree que la TLQP-21 tiene el potencial para convertirse en un agente anti-obesidad para los humanos. Pero enfatizó que, "nos encontramos en la fase inicial de investigación. En efecto, este es el primer estudio en el que se identifica el péptido y el primero en el que se prueba su papel en la función metabólica".

Nonas está de acuerdo en que aún estamos lejos de suponer que esa seguridad y eficacia obtenida en ratones se podría trasladar a los humanos. Ante todo, tenemos el problema de cómo administrar el medicamento.

"Sólo podemos inyectar los cerebros de ratas y ratones", destacó. "Pasará mucho tiempo antes de que podamos convertirlo en algo que pueda funcionar como una pastilla o que pueda ser inyectado al tejido adiposo".

Los efectos secundarios potenciales de acelerar el metabolismo también son desalentadores. "Podemos tener efectos segundarios cardiacos, como ritmo cardiaco irregular", señaló Nonas. "Además hay cosas como dolores de cabeza, calor y control de temperatura".

Y aún cuando la gente pueda comer dietas ricas en grasa sin aumentar de peso eso no significa que estén sanas. "Conozco a mucha gente que ha sido delgada toda su vida y aún así tiene arterias obstruidas por comer alimentos poco saludables", destacó Nonas.

Cualquier pastilla anti-obesidad sólo ofrecerá a la gente una ayuda para combatir el aumento de peso y en ningún caso será la solución definitiva, explicó.

Por lo pronto, la gente cuenta con formas efectivas y probadas para combatir o reducir la obesidad, como dietas razonables y ejercicio regular.

"No digo no sea algo difícil de hacer", señaló Nonas. "Nunca será fácil. Pero tampoco obtendremos una fórmula mágica".

Más información

Para saber más sobre las dietas saludables, visite la American Dietetic Association.


Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare

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