MARTES, 22 de noviembre de 2016 (HealthDay News) -- Los bebés expuestos al virus del Zika en el útero pueden tener un aspecto normal al nacer pero luego mostrar señales de microcefalia, un devastador defecto congénito, y otras anomalías del cerebro, informaron el martes unos investigadores.
Los científicos encontraron que 13 bebés en Brasil que fueron expuestos al virus transmitido por los mosquitos durante la gestación tenían la cabeza de tamaño normal al nacer, pero luego experimentaron un crecimiento más lento de la cabeza.
Once de esos bebés fueron diagnosticados con microcefalia (una cabeza y un cerebro anómalamente pequeños) y otras complicaciones neurológicas asociadas con el síndrome del Zika, reportaron los investigadores.
"Entre los bebés de madres expuestas al virus del Zika durante el embarazo, la ausencia de microcefalia al nacer no descarta la infección congénita con el virus del Zika ni la presencia de anomalías cerebrales relacionadas con el Zika", según un comunicado de prensa del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Los hallazgos del equipo de investigación de EE. UU. y Brasil subrayan la necesidad de una evaluación continua de los recién nacidos con una posible exposición al Zika durante el embarazo, señaló el comunicado de prensa de los CDC.
Los hallazgos también resaltan la "importancia de unas neuroimágenes tempranas de los bebés expuestos al virus del Zika prenatalmente", añadió la agencia.
Aunque todos esos bebés arrojaron resultados positivos respecto a la exposición al Zika en el útero, el crecimiento anómalo de la cabeza no se detectó hasta al menos los 5 meses de edad, según el informe.
Los hallazgos aparecen en la edición del 22 de noviembre de la revista de los CDC Morbidity and Mortality Weekly Report.
Más detalles sobre la forma en que el virus del Zika afecta a los bebés y a los adultos serán presentados en una reunión internacional de investigadores en Chicago la próxima semana.
La mayoría de casos de la crisis actual han ocurrido en países latinoamericanos. Tres estudios nuevos de Brasil se presentarán en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (Radiological Society of North America).
En un estudio, los investigadores usaron imágenes de TC para examinar el sistema nervioso central de 16 recién nacidos cuyas madres estuvieron infectadas con el Zika durante el embarazo. Se encontró que los bebés tenían varias anomalías cerebrales.
"Nuestro estudio prueba que la infección con el Zika puede provocar daño cerebral congénito en los bebés con y sin microcefalia", señaló en un comunicado de prensa de la sociedad la autora del estudio, la Dra. Natacha Calheiros de Lima Petribu, del departamento de radiología del Hospital de Barao de Lucena en Recife, Brasil.
En otro estudio, los investigadores usaron IRM para evaluar a los adultos y a los bebés afectados por el Zika con trastornos neurológicos. Las mujeres embarazadas con sarpullidos que sugerían la presencia del Zika también se sometieron a IRM.
Aunque la mayoría de los adultos infectados con el Zika solo experimentan síntomas leves como fiebre y sarpullido, algunos han desarrollado síndrome de Guillain-Barré, un trastorno raro que provoca una debilidad muscular grave.
Muchos de los adultos de este estudio tenían cambios en ciertos nervios de la columna y faciales. Algunos tenían inflamación del cerebro y la médula espinal, o lesiones en el tallo cerebral y la médula espinal. Los bebés mostraban anomalías estructurales en el cerebro, encontraron los investigadores.
"Fue alarmante encontrar tantos casos de síndromes neurológicos en los adultos, algunos muy graves, relacionados con la infección con el virus del Zika", apuntó el autor del estudio, el Dr. Emerson de Melo Casagrande en el comunicado de prensa.
"También notamos una diferencia entre esos síndromes, aunque el desencadenante era el mismo", dijo Casagrande, del departamento de radiología del Hospital Universitario Pedro Antonio de la Universidad Federal de Fluminense en Niteroi, Brasil.
En el tercer estudio, los investigadores realizaron ultrasonidos e IRM fetales a mujeres embarazadas infectadas con el Zika en distintas etapas del embarazo.
Tras nacer, los bebés se sometieron a ultrasonidos, TC e IRM. Más de la mitad de los bebés tenían microcefalia, calcificaciones en el cerebro, pérdida del volumen del tejido cerebral y otras anomalías estructurales del cerebro, hallaron los investigadores.
"El surgimiento del virus del Zika en América ha coincidido con un aumento en los informes de bebés nacidos con microcefalia", señaló el aturo del estudio, el Dr. Heron Werner Jr., del departamento de radiología de la Clinica de Diagnostico por Imagem de Río de Janeiro.
"Un diagnóstico temprano podría ayudar a tratar a esos bebés tras el nacimiento. Además, el conocimiento de las anomalías presentes en el sistema nervioso central podría ofrecer pistas sobre la patofisiología de la enfermedad", añadió Werner.
La reunión radiológica se celebrará del 27 de noviembre al 2 de diciembre. Las investigaciones presentadas en reuniones normalmente se consideran preliminares hasta que se publican en una revista médica revisada por profesionales.
Más información
La Organización Mundial de la Salud ofrece más información sobre el Zika.
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