Vagancia escolar

No todos los niños están emocionalmente listos para aprender

Sábado, 6 de octubre(HealthDayNews) -- Ahora que la emoción de las primeras semanas del nuevo año escolar terminaron, algunos niños pueden tener dudas sobre la educación, particularmente los retos emocionales del salón de clases y el patio escolar.

Sandra F. Rief, consejera de una escuela de San Diego y autora del nuevo libro "En sus marcas, listos, escuela", dijo, "los niños pequeños con frecuencia experimentan ansiedad simplemente porque se separan del hogar. Se preocupan por si les agradará la nueva maestra y si les agradarán a su nueva maestra. Se sorprenden si las expectativas de la escuela no son las mismas que tienen sus padres o maestros anteriores.

Algunos no están listos emocionalmente para aprender igual que los otros en su mismo salón de clases o grado".

Rief recomienda que los padres que sean particularmente conscientes de los ajustes a principios del año académico, antes que las pequeñas situaciones aumenten y se conviertan en potenciales problemas de aprendizaje.

"Comunícate con tus hijos a principios del año escolar", dijo, "particularmente la maestra del salón, quien generalmente es la mejor aliada de los padres. Establece canales regulares de comunicación, la información sobre el ajuste de tu hijo puede compartirse libremente, se idean las respuestas a los problemas y se implementan rápidamente".

Al igual que señala Sharen Crockett, profesora de estudios de familia en Harding University en Searcy, Arkansas, hay muchos asuntos relacionados con la escuela que pueden resultar en cansancio emocional en los primeros años de elemental.

"Los niños pequeños temen a lo que no conocen", dijo Crockett. "En un nuevo año escolar, temen no tener amigos en la escuela, estar solos o que no tendrán tiempo para jugar. O, pueden sentir miedo específicamente a aspectos no familiares en el ambiente escolar - como viajar en autobús, visitar la cafetería o el gimnasio".

Jugar en el patio escolar y las preocupaciones acerca de la apariencia personal o tamaño físico en relación con los compañeros de clase puede ser emocionalmente difícil mientras germinan los temores de los niños sobre las habilidades académicas.

"Algunos niños se preocupan porque deben saber ciertas cosas cuando comienza el año escolar", dijo Crockett. "Por ejemplo, los niños del jardín de infantes pueden estar preocupados por si podrán leer y escribir. La idea debe ser fortalecer que van a la escuela a aprender estas cosas - ellos no tienen que saberlo por adelantado".

Hasta los eventos nacionales e internacionales - los ataques terroristas y su resultado, en particular - pueden jugar un papel en aumentar la ansiedad de los niños acerca de la escuela.

"Los niños tienen estrés emocional", dijo Rief. "La situación de incertidumbre mundial y las discusiones sobre guerra, la altamente publicidad de los actos de terrorismo aumentan la violencia en las escuelas mismas, la criminalidad y la violencia en los vecindarios y los conflictos en el hogar - todo esto puede molestar a los niños e interferir con su ajuste emocional en la escuela".

La clave, dijo Rief, es que los padres y maestros estén más alerta y conscientes de cómo decir a los niños de 5 y ocho años cómo manejar el estrés que encuentran en el exterior de su ambiente familiar del hogar.

Agraciadamente, añadió, las indicaciones del estado emocional de los niños de escuela elemental por lo general son fáciles de reconocer.

"Los niños experimentan dificultades emocionales y con frecuencia tienen problemas interactuando con sus compañeros de clase", dijo. "Pueden ser muy mandones o muy pasivos, incapaces de cooperar y compartir. Con frecuencia surgen otras frustraciones, pueden aislarse por completo de las actividades del salón de clases. Todos son señales de inmadurez emocional".

Rief señaló que la inmadurez emocional con frecuencia responde bien a la intervención temprana de ambos padres y del personal escolar. "Los niños con falta de destrezas para manejar sus emociones pueden aprenderlas según dominan las destrezas académicas básicas", dijo. "Pero alguien tiene que estar atento a sus necesidades y asumir la responsabilidad de enseñarles".

Otra cosa que los padres pueden hacer es desarrollar un ambiente en el hogar que cree y apoye la madurez emocional y social que se requiere en la escuela.

"Los niños necesitan cierto grado de estructura en sus vidas y en sus hogares", escribió Rief en "En sus marcas, listos, escuela". "Pero estructura no significa rigidez y severidad. Estructura significa hacer saber a los niños sus límites. Significa reglas simples y razonables y expectativas y seguimiento consistentes".

Rief también señaló el impacto que los padres y hermanos mayores pueden tener al servir de modelos.

"El ambiente en el hogar debe conducir a la adquisición de las destrezas sociales e interpersonales", dijo. "Un desarrollo emocionalmente saludable es que el niño experimente y observe los miembros de la familia tratarse con respeto, manejar su coraje y frustraciones, ser amable, cooperador y tolerante con los otros".

Qué hacer

¿Deben las escuelas tomar un papel activo en preparar estudiantes emocionalmente para ser aprendices activos? Puedes encontrar una perspectiva del tema en Connected.org. Aprende más sobre cómo reconocer las emociones de los niños y estimular el crecimiento emocional apropiado en Alternative Parenting.

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