MARTES, 21 de noviembre de 2017 (HealthDay News) -- Sudar en abundancia cuando hace ejercicio le hace saber que está trabajando duro, pero también es una señal de que está perdiendo agua, y ese agua se debe reemplazar.
El agua no solo regula la temperatura de su cuerpo, también ayuda a lubricar las articulaciones y a trasportar los nutrientes. Si no se hidrata adecuadamente, no podrá rendir al máximo. Quizá experimente fatiga, calambres y otras cosas.
Y la sed en realidad es una señal de que ya se está deshidratando.
Hay que prepararse antes de dar el primer paso para hacer ejercicio. De hecho, independientemente de a qué hora haga ejercicio, es importante hidratarse a lo largo del día.
Una buena regla general es beber 2 vasos de agua en las horas previas a hacer ejercicio, y luego otro vaso unos 20 minutos antes. Mientras esté haciendo ejercicio, beba un vaso cada 20 minutos más o menos. Cuando haga ejercicio durante más de una hora, quizá necesite una bebida deportiva. Después del ejercicio, tome un vaso de agua en el plazo de media hora.
A continuación, un ejemplo de un horario de hidratación.
Antes de hacer ejercicio:
Durante el ejercicio:
Después del ejercicio:
Puede saber si está hidratado adecuadamente si el color de su orina es claro. Cuando más oscuro sea el color, más deshidratado está. Para una lectura más exacta, pésese antes y después de hacer ejercicio.
La pérdida de peso por agua puede ser peligrosa. Un cambio de apenas un 1 por ciento en su peso corporal puede ser una señal de deshidratación.
Más información
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) ofrece más información sobre la importancia de hidratarse para hacer ejercicio, además de sobre las señales de advertencia de la deshidratación.
© Derechos de autor 2017, HealthDay