MARTES, 10 de diciembre de 2013 (HealthDay News) -- Las personas que toman ciertos medicamentos contra el reflujo ácido podrían tener un mayor riesgo de deficiencia de vitamina B-12, según una investigación reciente.
Tomar inhibidores de la bomba de protones (IBP) para aliviar los síntomas del ácido estomacal excesivo durante más de dos años se vinculó con un aumento del 65 por ciento en el riesgo de deficiencia de vitamina B-12. Entre los IBP de uso común se hallan marcas como Prilosec, Nexium y Prevacid.
Los investigadores también hallaron que usar unos fármacos que suprimen el ácido llamados antagonistas del receptor de la histamina 2, también conocidos como bloqueadores de la H2, durante dos años se asociaba con un aumento del 25 por ciento en el riesgo de deficiencia de B-12. Las marcas comunes incluyen a Tagamet, Pepcid y Zantac.
"Este estudio plantea la cuestión de si las personas que toman supresores de ácido a largo plazo deben o no ser evaluados respecto a la deficiencia de la vitamina B-12", señaló el autor del estudio, el Dr. Douglas Corley, científico investigador y gastroenterólogo de la división de investigación de Kaiser Permanente en Oakland, California.
Pero Corley comentó que otro estudio debe confirmar estos hallazgos. "Es difícil hacer una recomendación clínica general basada en un estudio, aunque sea grande", dijo.
La vitamina B-12 es un nutriente importante que ayuda a mantener a la sangre y a las células nerviosas sanas, según la Oficina de Complementos Dietéticos (ODS) de EE. UU. Se puede encontrar de forma natural en la carne, el pescado, las aves, los huevos, la leche y otros productos lácteos. Según la ODS, entre el 1.5 y el 15 por ciento de los estadounidenses tienen deficiencia de B-12.
Aunque la mayoría de las personas obtienen suficiente B-12 de la dieta, algunas tienen problemas para absorber la vitamina de forma eficiente. Una deficiencia de B-12 puede provocar cansancio, debilidad, estreñimiento y falta de apetito. Una deficiencia más grave puede provocar problemas con el equilibrio, dificultades con la memoria y problemas con los nervios, como entumecimiento y hormigueo en las manos o en los pies.
El ácido estomacal es útil en la absorción de la B-12, apuntó Corley, así que tiene sentido que tomar fármacos que reducen la cantidad de ácido estomacal reduciría la absorción de la vitamina B-12.
En 2012 se emitieron más de 150 millones de recetas para IBP, según la información de respaldo del estudio. Ambos tipos de fármacos también están disponibles sin receta a unas dosis más bajas.
Corley y sus colaboradores revisaron los datos de casi 26,000 personas que habían sido diagnosticadas con deficiencia de vitamina B-12, y las compararon con casi 185,000 personas que no sufrían de la deficiencia.
El 12 por ciento de las personas con una deficiencia de la vitamina B-12 habían tomado IBP durante más de dos años, mientras que el 7.2 por ciento de las personas sin la deficiencia habían tomado los fármacos a largo plazo.
De las que tenían una deficiencia, el 4.2 por ciento habían tomado un bloqueador de la H2 durante dos o más años, mientras que el 3.2 por ciento de los que no tenían una deficiencia habían tomado los fármacos durante dos o más años.
El riesgo de desarrollar una deficiencia de la vitamina B-12 fue un 65 por ciento más alto entre los usuarios de IBP a largo plazo, y un 25 por ciento más alto entre los que tomaban bloqueadores de la H2, según el estudio.
Las personas que tomaban las dosis más altas eran más propensas a desarrollar una deficiencia de la vitamina B-12. Las personas que tomaban un promedio de 1.5 pastillas de IBP al día tenían casi el doble de riesgo de contraer una deficiencia en comparación con las que tomaban, en promedio, 0.75 pastillas al día, halló el estudio.
Las mujeres presentaban un riesgo más elevado de la deficiencia que los hombres, y los menores de 30 años que tomaban esos fármacos tenían un mayor riesgo de contraer la deficiencia que las personas mayores, según el estudio.
El riesgo de deficiencia de vitamina B-12 se reduce cuando se deja de tomar los medicamentos, pero no desaparece del todo, señaló Corley.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 11 de diciembre de la revista Journal of the American Medical Association. Aunque el estudio halló una asociación entre tomar fármacos contra el reflujo ácido a largo plazo y tener un mayor riesgo de una deficiencia de la vitamina B-12, no estableció causalidad.
Si toma medicamentos para suprimir el ácido, "nuestro estudio no recomienda dejar de tomarlos, pero debe tomarlos a la dosis efectiva más baja", aconsejó Corley. Y las personas no deben comenzar a tomar complementos de vitamina B-12 por su cuenta, sino que deben conversarlo con su médico, señaló.
A una experta le preocupó la frecuencia de uso de los antiácidos.
"Este estudio halló un efecto adverso asociado con tomar estos fármacos", señaló Victoria Richards, profesora asociada de ciencias médicas de la Facultad de Medicina Frank H. Netter M.D. de la Universidad de Quinnipiac, en Hamden, Connecticut. "También es preocupante que estos fármacos se usen tanto. ¿Por qué tienen tantas personas tanta necesidad de suprimir el ácido?".
Richards afirmó que la moraleja es que si tiene cualquier síntoma de deficiencia de vitamina B-12 y ha estado tomando estos medicamentos, hable con su médico para ver si deben hacerle una prueba de la deficiencia. Informe al médico si ha estado tomando antiácidos de venta libre, para que el médico pueda evaluar su riesgo de forma adecuada.
Más información
Para más información sobre la vitamina B-12, visite la Oficina de Complementos Dietéticos de EE. UU.
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