LUNES 24 de abril (HealthDay News/HispaniCare) -- ¿Con qué rima "mala influencia"?
Al resaltar el poder de la música en las vidas de los jóvenes, un reciente estudio sugiere que los fanáticos del rap y del hip-hop son más propensos a beber, a usar drogas y a tener comportamientos violentos.
Los hallazgos se dieron a conocer pocos días después de que el rapero de 32 años Proof (cuyo nombre de pila es Deshaun Holton), un amigo de la superestrella del rap Eminem, muriera a tiros en un club nocturno de Detroit. Otra víctima del tiroteo, Keith Bender, de 35, murió el martes en un hospital de Detroit.
En un panegírico en el funeral de Proof el miércoles, el Reverendo Wendell Anthony calificó a la violencia como "la demencia que infecta" a Detroit, según el Detroit Free Press. "Es hora de dejar de derramar lágrimas inútiles", insistió.
La muerte de Proof no es única en el mundo del rap. Dos de sus más grandes estrellas, Tupac Shakur y Notorious B.I.G. (Christopher Wallace), murieron a tiros en 1996 y 1997, respectivamente.
La nueva investigación, sobre la que se informa en la edición de mayo del Journal of Studies on Alcohol, no da por terminadas las discusiones sobre si el rap cambia la manera como actúan sus fanáticos o si se sienten atraídos a esta música incisiva por su perspectiva de vida.
Sin embargo, un especialista en comportamiento adolescente asegura que sí suscita preguntas importantes.
"Es ciertamente plausible que podría haber una relación entre la música rap y el comportamiento agresivo, sobre todo para los hombres", aseguró Ralph Di Clemente, profesor de salud pública de la Universidad Emory.
La nueva investigación fue inspirada por hallazgos anteriores que sugerían que los jóvenes beben más alcohol (particularmente licor de malta) porque las estrellas del rap lo promueven, sostuvo la autora del estudio, Meng-Jinn Chen, investigadora del Centro de Investigación sobre la prevención del Instituto de investigación y educación del Pacífico.
Chen y sus colegas decidieron expandir su enfoque y examinar las conexiones entre los hábitos de audición de música, el abuso de sustancias y el comportamiento agresivo.
En 2002, los investigadores encuestaron a 1,056 estudiantes entre los 15 y los 25 de institutos comunitarios del valle central de California acerca de sus hábitos de audición de música y acerca del uso de marihuana y "drogas de club", como el éxtasis. También se les preguntó si recientemente habían participado en actos violentos, como peleas o ataques a otras personas.
Chen se negó a identificar el instituto o institutos en los que se distribuyeron las encuestas. Tampoco estuvo claro por qué algunos estudiantes de institutos comunitarios encuestados tenían incluso hasta 15 años. Cerca del 60 por ciento de los encuestados eran mujeres.
El diseño del estudio no permitió a los investigadores determinar el nivel exacto al que los fanáticos del rap o del hip-hop eran más propensos a las bebidas, a las drogas y a los comportamientos agresivos. Sin embargo, el estudio sí confirmó que hay una "relación sólida y significativa" entre escuchar ese tipo de música y tener comportamientos violentos, sostuvo Chen.
Los investigadores también hallaron que los fanáticos de la música "techno" y reggae eran más propensos a consumir alcohol y drogas que quienes no eran fanáticos de este tipo de música.
Con frecuencia, las canciones de rap glorifican el uso de drogas y la violencia. Un estudio de los años 90 halló que cerca de la mitad de las canciones de rap se referían al alcohol. Entretanto, la música reggae se relaciona frecuentemente con el uso de marihuana y la música techno es la piedra angular del mundo de los clubes de baile urbanos, que por mucho tiempo se han relacionado con drogas "de fiesta", como el éxtasis o las metanfetaminas.
Los representantes de la Recording Industry Association of America, el gremio de las disqueras, no respondieron a nuestros mensajes para obtener sus comentarios respecto al estudio.
¿Qué significan estos hallazgos? Los expertos aseguran que eso no está claro todavía porque aún necesitan resolver el enigma del huevo o la gallina, de si la música genera el comportamiento o si es lo contrario.
"Podría ser que las personas que consumen alcohol y drogas ilícitas se sienten atraídas hacia este tipo de música", especuló Chen. También podría ser que la música incita a los jóvenes a beber, consumir drogas y hacerse violentos. Además, los investigadores aseguran que incluso podría haber un "tercer factor" desconocido que relacione los hábitos de audición de música con la manera como actúan los estudiantes.
Los investigadores han determinado que escuchar música con letras violentas puede causar "un aumento, al menos temporal, de los pensamientos y sentimientos agresivos", agregó Craig Anderson, profesor de psicología de la Universidad estatal de Iowa en Ames. Pero reconoció que los efectos a largo plazo son desconocidos.
Por su parte, DiClemente aseguró que el estudio es innovador porque examina las posibles relaciones entre la música y la violencia. Aún así, reconoció que no responde preguntas claves sobre si el rap realmente cambia los comportamientos de las personas. Resolver ese enigma "va a ser bien complicado", sostuvo.
Más información
Para más información sobre la influencia de la música sobre los jóvenes, visite la U.S. Office of National Drug Control Policy.