JUEVES, 19 de marzo (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio reciente ha hallado que aunque la mayoría de los estadounidenses vive a una hora de camino de un centro de medicina de emergencia, es probable que no sea el que los pueda salvar cuando el tiempo es lo que cuenta.
El estudio en Annals of Emergency Medicine informó que cuando el tiempo es un asunto clave en una crisis médica, como en el caso del ataque cardiaco o el accidente cerebrovascular, el centro más cercano no necesariamente es el mejor para enfrentar la situación. La dispersión de la población estadounidense y la falta de conocimiento sobre las capacidades de cada hospital empeoran la situación.
"En esas emergencias potencialmente mortales, debemos confiar ciegamente en que el sistema nos lleve rápidamente a donde recibiremos la atención que necesitamos", señaló en un comunicado de prensa de la facultad de medicina de la Universidad de Pensilvania el Dr. Brendan Carr, profesor asistente de medicina de emergencia y epidemiología de la facultad y autor líder del estudio. "Si supiéramos qué servicios se prestan en cada lugar, podríamos diseñar un sistema que haría eso para los pacientes de todo el país".
La gente de las áreas rurales parece estar en mayor riesgo de recibir atención inadecuada en situaciones de emergencia, en parte porque generalmente no está cerca a los hospitales que tratan grandes cantidades de pacientes. Los estudios han demostrado que los hospitales que tienen volúmenes mayores de pacientes tienden a tener mejores resultados, en parte porque cuentan con más personal, equipo especializado y otros recursos.
Por ejemplo, el estudio de Carr halló que apenas la mitad de la gente que vive en Maine y Vermont vive a hasta una hora de camino de un departamento de emergencia que trata al menos a tres pacientes por hora. En Montana, apenas el ocho por ciento de los residentes tiene acceso fácil a un centro de alto volumen.
El estudio, realizado por la Red nacional de medicina de emergencia, con sede en el Hospital General de Massachusetts, también halló que menos de la mitad de los residentes de los EE. UU. vive a una hora de camino de un hospital universitario. Los hospitales universitarios tienden a ofrecer tratamientos sofisticados y cuentan con subespecialistas de planta.
Carr, director asociado de la división de políticas e investigación sobre medicina de emergencia, aseguró que ayudaría si el sistema estuviera organizado de manera que las víctimas de condiciones sensibles al tiempo no acudieran al centro más cercano sino a otro que satisfaga sus necesidades específicas, algo similar a lo que ya se usa en todo el país para las víctimas de trauma. Eso exigiría primero que las capacidades y recursos de todos los hospitales estadounidenses se incluyan en una base de datos central, dijo.
"Sabemos que los hospitales piensan a diario en cómo mejorar la atención que brindan a sus pacientes, pero esas discusiones se restringen y solo tienen lugar principalmente en hospitales individuales", aseguró Carr. "Un sistema de atención de emergencia verdaderamente integral, sin embargo, necesita ser generado desde una perspectiva de salud de la población con grupos de proveedores de servicios médicos de emergencia y hospitales pensando como equipo sobre cómo ofrecer el mejor plan de atención de emergencia en su región".
Mejorar la atención rural, dijo, también podría requerir que esas cosas incrementen los fondos para los hospitales y los incentivos para que los médicos trabajen en centros apartados.
Más información
El American College of Emergency Physicians tiene más información sobre los servicios médicos de emergencia.