MARTES, 13 de agosto de 2019 (HealthDay News) -- Cuando las personas que practican el intercambio de parejas (swinging) se reúnen para celebrar intercambios sexuales, con frecuencia las drogas forman parte de la ecuación, revela un nuevo estudio holandés.
Y se sabe que esa combinación aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual, añadieron los investigadores.
En una encuesta en línea con más de 1,000 personas que practican el intercambio de parejas, "encontramos que casi la mitad, un 44 por ciento, habían usado drogas durante el sexo en los seis meses anteriores", comentó la autora del estudio, Ymke Evers, candidata doctoral en el Servicio de Salud Pública de Limburgo del Sur, en los Países Bajos.
"Encontramos que el éxtasis, el GHB, el gas hilarante, el cannabis, los 'poppers' y la ketamina eran las drogas más populares para su uso durante el sexo entre los que intercambian parejas", anotó. Entre las personas de ambos sexos que usaban drogas, casi siete de cada 10 dijeron que habían tomado cuatro o más drogas distintas en los seis meses anteriores.
¿El motivo? Alrededor de dos tercios de las personas que intercambian parejas deseaban prolongar el sexo, aumentar la excitación y liberar las inhibiciones. Más o menos seis de cada 10 buscaban intensificar las sensaciones. Y casi todos (un 94 por ciento) afirmaron que fue una experiencia placentera.
Evers dijo que los hallazgos no la sorprendieron, aunque la práctica de mezclar drogas y sexo se vincula con unas mayores probabilidades de infecciones de transmisión sexual. Entre las personas de la encuesta, tres cuartas partes de los usuarios de drogas habían recibido pruebas de enfermedades de transmisión sexual, en comparación con poco más de la mitad de los que no usaban drogas durante el sexo.
El sexo sin protección también fue más habitual entre las personas que intercambiaban parejas que usaban drogas. Mientras que un 46 por ciento de los usuarios de drogas tuvieron sexo vaginal sin protección, solo un 34 por ciento de los que no usaban drogas lo hicieron. En cuanto al sexo anal, fue de un 22 por ciento entre los usuarios de drogas, frente a un 13 por ciento de los no usuarios. El uso de preservativos para el sexo oral fue poco frecuente en ambos grupos.
Evers anotó que los resultados de la encuesta arrojaron una sorpresa. Investigaciones anteriores han indicado que el uso de drogas en general es común entre los hombres gais, y más común entre los hombres holandeses heterosexuales, en comparación con las mujeres holandesas.
Pero cuando se trataba del llamado "chemsex" (algo así como "sexo químico"), la encuesta encontró que las mujeres que practicaban el intercambio de parejas "usaban drogas con mayor frecuencia durante el sexo que sus compañeros de sexo masculino".
¿Por qué? Los investigadores teorizaron que las mujeres podrían encontrarse particularmente entusiasmadas por fomentar sus niveles de excitación, mientras se preparan mental y físicamente para tener coito con parejas sexuales múltiples.
Aun así, Evers enfatizó que entre las personas que hacen intercambian parejas el chemsex es común, independientemente de si son hombres o mujeres. Más o menos un 51 por ciento de las mujeres, un 44 por ciento de los hombres bisexuales, y un 39 por ciento de los hombres heterosexuales realizaban esa práctica. "Y no observamos ninguna diferencia entre los hombres y las mujeres respecto a las drogas específicas usadas", añadió.
¿Pero son los estadounidenses que intercambian parejas similares a sus contrapartes holandesas respecto al chemsex?
Dado que el efecto desinhibidor de las drogas es igual sin importar la cultura o la nacionalidad, "la relación entre el uso de drogas durante el sexo y la conducta sexual riesgosa probablemente es la misma entre las personas que intercambian parejas en EE. UU.", sugirió Evers.
Pero reconoció que "hay pocos datos disponibles sobre el uso de drogas durante el sexo entre los que hacen intercambio de parejas en EE. UU.", y que las actitudes sobre el uso recreativo de drogas pueden verse afectadas por las diferencias culturales. Entonces, apuntó Evers, se necesitaría más investigación para explorar el panorama del intercambio de parejas en EE. UU.
En ese punto, la encuesta más reciente sobre el uso de drogas, llevada a cabo por la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA) de EE. UU., sí indica que, en general, al uso recreativo de drogas es sin duda popular en Estados Unidos. (La encuesta no exploró de forma específica las tendencias en el chemsex).
La encuesta encontró que uno de cada nueve estadounidenses dijo que había tomado una droga ilegal en el mes anterior. Y entre los que tenían de 18 a 25 años, ese número aumentó a uno de cada cuatro.
Al mismo tiempo, la encuesta también sugirió que muchos estadounidenses que toman drogas consideran que la práctica plantea un "gran riesgo de daños", aunque el grado de preocupación fluctuó dependiendo de la droga en cuestión.
En comparación, mientras que más o menos la mitad los holandeses que intercambian parejas dijeron que el uso de las drogas durante el sexo era "malsano", muy pocos (entre un 14 y un 15 por ciento) consideraban que era "imprudente" o "peligroso". Y solo un 4 por ciento dijeron que tenían la intención de dejar de hacer chemsex.
Evers afirmó que eso no es sensato.
"En primer lugar, encontramos que el sexo sin preservativo era más común entre los que intercambiaban parejas que usaban drogas que entre los que intercambiaban parejas pero no usaban drogas", anotó, lo que aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual.
"En segundo lugar, el uso de drogas en general se ha relacionado con riesgos de salud mental, por ejemplo adicción y depresión", añadió Evers.
Entonces la encuesta, dijo, sugiere "una necesidad de estrategias de prevención que aborden un sexo más seguro y el uso de las drogas, por ejemplo el uso correcto de los preservativos, las pruebas de infecciones de transmisión sexual y el respaldo psicosocial, al mismo tiempo que reconozcan los beneficios percibidos del uso de las drogas durante el sexo".
Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 12 de agosto de la revista Sexually Transmitted Infections.
Más información
Para más información sobre los riesgos que el uso recreativo de drogas conlleva, visite el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE. UU.
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