Cambie sus malos hábitos temprano y salve su corazón en el futuro

Los adultos jóvenes que adoptan un estilo de vida más sano pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiaca, afirman unos investigadores

JUEVES, 3 de julio de 2014 (HealthDay News) -- Los adultos jóvenes que abandonan sus hábitos malos de salud pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiaca a medida que envejecen, sugiere una investigación reciente.

"Incluso después de que la gente haya llegado a la adultez con algunas conductas malsanas, nunca es demasiado tarde para producir un beneficio para su corazón si cambian esas conductas", aseguró la autora del estudio, Bonnie Spring, psicóloga de la salud y profesora de medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern.

"Y al contrario, si no mantienen sus conductas de un estilo de vida saludable, y pierden algunas, observaremos efectos adversos en sus arterias coronarias, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiaca", advirtió Spring.

Aunque muchos estudios han mostrado que las conductas malsanas están vinculadas con los problemas cardiacos, hay menos estudios que han observado si cambiar los malos hábitos podría tener un buen efecto, anotó.

La opinión general es que la gente no cambia, añadió Spring. Halló que esto no siempre es verdad, y que el cambio planteaba una diferencia.

"Lo importante de esto es que si se ha llegado a la adultez y se tiene un estilo de vida malsano, uno no está condenado a sufrir de enfermedad cardiaca", aseguró Spring. "Si hace cambios saludables, se puede reducir el riesgo".

El equipo de Spring siguió las conductas de salud de más de 3,500 hombres y mujeres inscritos en el estudio Desarrollo del riesgo de la arteria coronaria en los adultos jóvenes (CARDIA, por sus siglas en inglés). Los investigadores evaluaron a los participantes cuando tenían de 18 a 30 años de edad, y una vez más 20 años más tarde, buscando cambios que predijeran enfermedad cardiaca, como la calcificación de los vasos sanguíneos.

Los investigadores observaron cinco hábitos saludables: no tener sobrepeso, no ser fumador, ser físicamente activo, tener una ingesta baja de alcohol y tener una dieta saludable (lo que se definió como una dieta baja en grasa y rica en calcio, fibra y potasio).

Al inicio del estudio, menos del 10 por ciento de los hombres y mujeres jóvenes reportaron cumplir con los cinco hábitos saludables. Con el tiempo, el 25 por ciento de los hombres y de las mujeres realizaron cambios saludables en el estilo de vida. Alrededor del 35 por ciento permanecieron igual con respecto a los hábitos de salud, y el 40 por ciento tuvieron menos hábitos saludables con el tiempo.

Mientras más hábitos saludables se añadieron, menor fue el riesgo de enfermedad cardiaca, hallaron los investigadores. "No podemos afirmar que haya causalidad", dijo Spring, porque el estudio solo halló una asociación entre ambas cosas.

Pero mientras más hábitos saludables se añadieron, más bajo era el riesgo de hallar señales tempranas de problemas cardiacos, explicó. Mientras más se descartaban, mayor era el riesgo.

Por ejemplo, los que mantuvieron los mismos hábitos durante los 20 años tenían un riesgo de casi un 20 por ciento de presentar las señales tempranas de enfermedad cardiaca en el vigésimo año del estudio. Los que descartaron tres o cuatro hábitos saludables tenían un riesgo de un 32 por ciento de presentar las señales tempranas de enfermedad cardiaca. Y los que añadieron tres o cuatro hábitos saludables redujeron el riesgo a apenas un 5 por ciento.

¿Qué se debe hacer primero? Los dos hábitos con el mayor efecto fueron mantener un peso sano y no fumar, dijo Spring.

Esos dos hábitos podrían haber mostrado el mayor efecto simplemente porque son más fáciles de medir, planteó Spring. Aún así, sugirió que esos dos hábitos son un buen punto inicial.

El estudio aparece en la edición del 1 de julio de la revista Circulation y fue financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

Un experto anotó que el estudio muestra que las elecciones de estilo de vida realizadas a inicios de la adultez podrían hacer toda la diferencia.

"Este nuevo estudio aporta nueva información sobre cómo los cambios en el estilo de vida entre los 18 y los 30 años influyen en los próximos 20 años", comentó el Dr. Gregg Fonarow, profesor de medicina cardiovascular y ciencias de la Facultad de Medicina David Geffen, de la Universidad de California en Los Ángeles.

Aunque la investigación ha mostrado que los hábitos malsanos aumentan el riesgo de problemas del corazón, apuntó Fonarow, "no ha sido bien estudiado para determinar cómo los cambios en el estilo de vida en la adultez temprana impactan en el desarrollo subsiguiente de la aterosclerosis [endurecimiento de las arterias] y el riesgo cardiovascular".

Los hallazgos, dijo, "sugieren que nunca es demasiado pronto para adoptar un estilo de vida saludable, y que incluso los que comienzan mal pueden revertir su riesgo cardiovascular al elegir opciones de estilo de vida favorables en la adultez temprana".

Más información

Para más información sobre cómo unos cambios modestos pueden hacer una diferencia, visite la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

© Derechos de autor 2014, HealthDay

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