LUNES, 20 de septiembre de 2021 (HealthDay News) -- Si tiene un paro cardiaco, las probabilidades de supervivencia son mejores en un aeropuerto o un avión, encuentra un estudio reciente.
Esto se debe a que los desfibriladores externos automáticos (DEA) están disponibles y las personas listas para ayudar, explicaron los investigadores.
"Nuestros hallazgos destacan que los viajeros pueden sobrevivir a un paro cardiaco, y que las intervenciones de reanimación tempranas son importantes", dijo el Dr. Neal Chatterjee, investigador principal y cardiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (UW), en Seattle.
En el estudio, su equipo revisó 143 paros cardiacos en el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma entre 2004 y 2019. Casi el 40 por ciento de las víctimas sobrevivieron, mucho más que la tasa del 10 por ciento de todos los paros cardiacos extrahospitalarios de EE. UU.
"Aunque en este trabajo no realizamos esa comparación directamente, cuando se tienen herramientas disponibles, el beneficio en términos de vidas salvadas era cuatro veces más alto", aseguró el Dr. Thomas Rea, coautor y médico de UW Medicine y del condado de King. "Demuestra que tenemos un largo camino por recorrer en términos del 10 por ciento de supervivencia en otros entornos".
En 2004, la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. ordenó que todos los aviones comerciales que atravesaran EE. UU. dispusieran de un DEA. Estas máquinas portátiles administran descargas que salvan la vida si se utilizan poco después de que ocurra un paro cardiaco.
El paro cardiaco se produce cuando el sistema eléctrico del corazón funciona mal y el corazón deja de latir de forma adecuada.
Chatterjee explicó que "los DEA ayudan a los socorristas a comprender el ritmo cardiaco subyacente en el momento del paro cardiaco. Este es uno de los eslabones críticos en la cadena de acciones que contribuyen a la supervivencia de los pacientes. En nuestro estudio, a todos los supervivientes de un paro [cardiaco] en un avión se les aplicó un DEA y recibieron descargas antes de la llegada del servicio de emergencias médicas (SEM)".
De los 143 paros cardiacos del estudio, 37 se produjeron en un avión y 109 fuera.
Los paros cardiacos fuera del avión se presenciaron con más frecuencia que en los aviones (un 89 frente a un 74 por ciento). También eran más desfibrilables (un 72 frente a un 50 por ciento), encontraron los hallazgos.
La identificación rápida de un paro cardiaco fue más común fuera del avión que dentro. Chatterjee sospecha que los demás viajeros podrían pensar que el pasajero afectado tan solo estaba dormido.
"En los resúmenes narrativos de los casos en los aviones, era habitual ver frases como 'el paciente fue visto bien por última vez y se supuso que dormía hasta que llegó el momento de desembarcar'", dijo en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores estimaron que en el mundo se producen 2,000 paros cardiacos anuales en viajeros aéreos, una cuarta parte de ellos en el avión.
"No defendemos despertar a los pasajeros que duermen, pero si tiene un acompañante que no responde o es testigo de que alguien se desploma, es importante ser consciente de lo que podría estar sucediendo", recomendó Chatterjee. "Busque un DEA y considere la posibilidad de administrar reanimación cardiopulmonar (RCP)".
El estudio se publicó en la edición en línea del 14 de septiembre de la revista Journal of the American Heart Association.
Más información
Para obtener más información sobre el paro cardiaco visite la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: University of Washington School of Medicine, news release, Sept. 15, 2021