VIERNES, 21 de enero de 2022 (HealthDay News) -- Si usted o alguien a quien conoce ha sufrido una conmoción, es esencial que se haga una evaluación médica, señala un experto.
Una conmoción es "una lesión cerebral funcional de corta duración, en general provocada por un golpe en la cabeza", comentó en un comunicado de prensa de la Clínica Cleveland el Dr. Richard Figler, especialista en conmociones de la universidad.
"Una conmoción desencadena un proceso químico en el cerebro a medida que trata de curarse. Durante ese proceso, y dependiendo de qué parte del cerebro sufrió el impacto, puede afectar a distintas funciones, como el equilibrio, la memoria, la concentración, o incluso provocar alteraciones visuales", explicó Figler.
Se cree que cada año, en Estados Unidos ocurren entre 1.6 y 3.8 millones de conmociones.
Las señales y los síntomas de una conmoción pueden ocurrir de inmediato, horas o incluso días después de la lesión inicial en la cabeza, anotó Figler. Los síntomas pueden cambiar con el tiempo, dependiendo del nivel de actividad y con otras lesiones potencialmente asociadas, haciendo que sean difíciles de reconocer y gestionar.
"Solo alrededor de un 5 a un 10 por ciento de las personas que sufren conmociones experimentan una pérdida de la conciencia", aclaró Figler. "La pérdida de la conciencia sí equivale a una conmoción, pero no tener una pérdida de la conciencia tampoco significa que no haya sufrido una conmoción".
Dijo que cualquier persona que presente cualquiera de las siguientes señales y síntomas tras un golpe en la cabeza o el cuerpo podría tener una conmoción, y debería ser evaluada por un proveedor de la atención de la salud:
Unos síntomas más graves pueden aparecer en las primeras 24 a 48 horas tras una lesión en la cabeza, de forma que se debe monitorizar cualquier empeoramiento de los síntomas en alguien que se sospeche que ha sufrido una conmoción, señaló Figler.
Busque atención médica de inmediato si aparecen las siguientes señales tras una lesión en la cabeza: náuseas o vómitos intensos; un agrandamiento o diferencias en el tamaño de las pupilas; una conducta inusual o rara; incapacidad de reconocer a las personas o a los lugares; convulsiones; un mareo intenso o sentir desvanecimiento; un dolor de cabeza que empeora de forma progresiva; vista doble o borrosa; entumecimiento o debilidad en los brazos o las piernas, torpeza; somnolencia excesiva o desmayos; habla confusa; dificultades para despertarse.
Más información
Aprenda más sobre las conmociones en la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians).
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTE: Cleveland Clinic, news release