VIERNES, 29 de abril de 2022 (HealthDay News) -- En los últimos dos siglos, los humanos han estado criando perros para que tengan unas características físicas específicas, por ejemplo, para hacer que los golden retriever sean peludos, los rottweiler musculosos o los chihuahua minúsculos.
Los aficionados de los perros han pensado que también estaban transmitiendo rasgos conductuales específicos, lo que ha hecho que surjan ciertos estereotipos: los golden retriever son afectuosos y les encanta divertirse, los rottweiler son confiados y agresivos, y los chihuahua son ruidosos y nerviosos.
Pero la raza de un perro podría explicar incluso apenas un 9 por ciento de sus rasgos conductuales, muestra un nuevo estudio genético.
Más bien, parece que todos los perros comparten una amplia variedad de conductas que desarrollaron a lo largo de los 10,000 años que han pasado con los humanos, y en particular en los dos últimos milenios, en que han tenido trabajos específicos, como ser guardianes o pastores, señalaron los investigadores.
La crianza moderna ha sido buena para alterar el aspecto de los perros, pero no necesariamente la forma en que los perros individuales se comportan, concluyó el estudio.
"Encontramos cosas como que es un poco más probable que el braco alemán de pelo corto apunte, o que los golden retriever son un poco más propensos a recupere y los husky siberianos a aullar que los perros de la población general", comentó la coautora del estudio, Kathryn Lord, bióloga canina evolutiva e investigadora postdoctoral de la Universidad de Massachusetts en Worcester, Massachusetts.
"Pero como estas conductas son anteriores a las razas, también las vemos en otras razas y otros perros que no son exclusivamente de esas razas particulares", aclaró Lord. "Conozco a labradores que aúllan y a papillones que apuntan y a galgos que recuperaban, además de a retriever que no lo hacían".
En particular, los investigadores encontraron que la agresividad (la facilidad con que las cosas amenazantes o incómodas provocan a un perro) no tiene casi nada que ver con la raza.
"Cuando observamos este factor que llamamos el 'umbral agonístico', que incluía muchas preguntas sobre si los perros de las personas reaccionaban de forma agresiva a las cosas, no vimos un efecto de la ascendencia de raza en ese factor particular", comentó la investigadora sénior, Elinor Karlsson, profesora de bioinformática y biología integrativa de la Universidad de Massachusetts.
La agresividad no se vincula con la raza
Dado esto, la legislación que prohíbe a razas específicas que se consideran agresivas y peligrosas "no parece tener mucho sentido para nosotros", apuntó Karlsson.
El director veterinario del Club Americano de Perreras (American Kennel Club, AKC), el Dr. Jerry Klein, se mostró de acuerdo en que los hallazgos "podrían sin duda ayudar a quitar el estigma a las razas que se categorizan como peligrosas, algo contra lo que nosotros abogamos".
Según Klein, "hay varios factores, que incluyen, pero no se limitan a, el ambiente, la nutrición y la socialización, que pueden afectar a la conducta de un perro, y esos factores se deben tomar en cuenta, ya que cada perro es distinto".
Pero el AKC no llega tan lejos como para aceptar que la raza no tenga ningún significado respecto a la conducta de un perro individual, añadió Klein.
"La posición del AKC es que la raza sí informa sobre la conducta general e instintiva, y es el motivo por el cual los dueños deben tomar en cuenta las tendencias conductuales antes de elegir una raza, para tomar una decisión educada e informada que conduzca a un compromiso feliz y de toda la vida con su perro", anotó.
En el estudio, que se publicó en la edición del 29 de abril de la revista Science, Karlsson y sus colaboradores secuenciaron el ADN de 2,155 perros, entre los cuales había perros de raza pura y de raza mezclada.
Entonces, los investigadores compararon estos datos con las encuestas de más de 18,000 dueños de perros de Darwin's Ark, una base de datos de fuente abierta de rasgos y conductas caninas reportadas por los dueños, para ver si ciertos rasgos genéticos se correspondían con tipos específicos de conducta.
"Las personas son de verdad muy buenas para informarnos sobre la conducta de sus perros", apuntó Karlsson. "Pasan mucho tiempo observándola. Y si se les pregunta, lo cuentan, y lo cuentan de forma bastante precisa".
Los investigadores encontraron que la mayoría de los rasgos conductuales se pueden heredar, pero que cuando se observan a los perros de raza mixta, encontraron que una genética específica no influía en la conducta de un perro individual.
Los mestizos portaban genes que no siempre predecían las conductas
"Los mestizos en realidad fueron el tipo perfecto de perros para evaluar las conexiones entre la raza y la conducta, porque entre estos mestizos se encuentran perros cuya apariencia física, rasgos de personalidad, riesgos de enfermedad y ADN han mejorado de forma natural", comentó la investigadora principal, Kathleen Morrill, estudiante de postgrado de la Universidad de Massachusetts.
Por ejemplo, los dueños reportaron a los beagle como una raza que se sabe que aúllan más, que los labradores retriever tienden a ser más sociables con los humanos, y que los border collie son más propensos a responder a las órdenes de un humano.
Karlsson explicó que "si en realidad fuera un rasgo genético, entonces en los perros de raza mixta veríamos que los que tienen más ascendencia de beagle o más ascendencia de sabuesos, por ejemplo, un perro que es un 70 por ciento beagle en comparación con un perro que es un 30 por ciento beagle, deberíamos ver que esos perros también son más propensos a aullar, porque es un rasgo genético y tienen una mayor ascendencia de esa raza".
Al final no era algo tan preciso.
Por ejemplo, los investigadores no encontraron ningún efecto significativo de la genética de labrador en la inclinación promedio de un perro de raza mixta a ser sociable con los humanos. Por otra parte, la genética de border collie se asoció con una tendencia a seguir las indicaciones de un humano.
"Debemos aceptar que nuestros perros son individuos. Igual que con nuestros hijos, pueden provenir de los mismos padres, pero no son idénticos", apuntó Karlsson.
"Si habla con cualquiera que haya tenido ocho perros de la misma raza, le contará todos los motivos de que esos perros sean distintos el uno del otro. Dentro de cada raza se observa una inmensa diversidad", añadió Karlsson. "Y aunque el promedio sea distinto, de cualquier forma hay muchas probabilidades de obtener un perro que no concuerde con lo que la gente dice que la raza debe ser".
Klein se muestra de acuerdo.
"Los perros de raza pura han sido seleccionados, en ciertas razas a veces durante siglos, para que exhiban ciertas características y cumplan ciertas funciones específicas", señaló Klein. "Están 'programados' para ciertas características y conductas. Pero no hay dos perros idénticos en cuanto a su personalidad y conducta".
Más información
El Club Americano de Perreras ofrece más información sobre las razas de perros.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
FUENTES: Kathryn Lord, PhD, evolutionary canine biologist and postdoctoral researcher, University of Massachusetts Chan Medical School, Worcester, Mass.; Elinor Karlsson, PhD, professor, bioinformatics and integrative biology, University of Massachusetts, Chan Medical School, Worcester, Mass.; Jerry Klein, DVM, Chief Veterinary Officer, American Kennel Club; Kathleen Morrill, PhD candidate, University of Massachusetts Chan Medical School, Worcester, Mass.; Science, April 29, 2022, online