Un estudio con ratones apunta a un posible avance contra las lesiones de médula espinal

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Treated mouse spinal cord: Red area shows regenerated axons. Photo: S. Stupp Lab/Northwestern

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VIERNES, 12 de noviembre de 2021 (HealthDay News) -- Las lesiones de médula espinal graves son incurables en los humanos hoy en día, pero una nueva terapia inyectable que restauró el movimiento en ratones de laboratorio podría preparar el camino para sanar a las personas paralizadas.

La terapia, unas nanofibras líquidas que se fijan alrededor de la médula espinal dañada como una manta calmante, produce unas señales químicas que fomentan la sanación y reducen las cicatrices, informan unos investigadores.

El tratamiento produjo unos resultados asombrosos en ratones de laboratorio que estaban paralizados por lesiones de la médula espinal, según el investigador sénior, Samuel Stupp, director fundador del Instituto de Bionanotecnología Simpson Querrey de la Universidad del Noroeste, en Evanston, Illinois.

"Encontramos que efectivamente en alrededor de cuatro semana, entre tres y cuatro semanas tras la inyección de la terapia, la parálisis se revirtió del todo y los ratones pudieron caminar de forma casi normal", afirmó.

Los investigadores planifican presentar los hallazgos a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) el próximo año, y solicitar ensayos clínicos con humanos, apuntó Stupp.

Si es efectivo en los humanos, la terapia con nanofibras podría resolver una dificultad médica persistente: la restauración del movimiento en una persona paralizada por una lesión de médula espinal.

El daño es difícil de revertir

Casi 300,000 estadounidenses viven hoy en día con una lesión de la médula espinal, apuntaron los investigadores en una nota de respaldo. Menos de un 3 por ciento de los que tienen una lesión completa recuperan en algún momento las funciones físicas básicas.

Los cirujanos hacen todo lo que pueden para estabilizar la columna y reparar el daño alrededor de la médula espinal, provocado por un accidente de coche, un accidente deportivo, una lesión de un disparo con un arma de fuego, una explosión o algún otro evento traumático, indicó el Dr. Jeremy Steinberger, director de cirugía espinal mínimamente invasiva del Sistema de Salud Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Pero ahora mismo no hay nada que los médicos puedan hacer para promover la sanación de la médula espinal de manera directa.

"Muchas veces, el daño ya está hecho, y a veces, a pesar de una gran cirugía y un escáner con un buen aspecto, el paciente no tienen ningún movimiento", dijo Steinberger, que revisó los hallazgos. "Es muy frustrante como cirujano, ver que hacemos todo lo que podemos pero de cualquier forma tenemos pacientes que pueden ser dependientes de la ventilación, paralizado, con pérdida de vejiga e intestinos".

La idea subyacente de esta nueva terapia es que, a medida que los cirujanos están reparando el daño en los huesos de la columna, inyectan el líquido de nanofibras en el área que rodea a la médula espinal lesionada.

Las nanofibras "tiene unos 10 nanómetros de diámetro. Un filamento de 1 nanómetro sería como tomar un cabello humano y dividirlo 100,000 veces", explicó Stupp.

"Las minúsculas fibras están en el líquido, y cuando se inyectan, desde que tocan el tejido vivo en la médula, las pequeñísimas fibras producen una red de fibras, como una malla de fibras", continuó Stupp. "Esta malla se parece al ambiente natural que las células tienen en la médula espinal. Es la misma arquitectura. Imita al tejido natural".

Entonces, las fibras envían señales a las células para promover la regeneración de los nervios, además del crecimiento de los vasos sanguíneos y otras estructuras necesarias para respaldar la recuperación de la médula espinal, reportaron los investigadores.

La malla de nanofibras también vibra para imitar el movimiento natural de las sustancias del cuerpo, haciendo que se puedan comunicar mejor con las células y promover la sanación.

"Si se mueven con rapidez, son sorprendentemente efectivas como terapia", aseguró Stupp. "Cuando ralentizamos los movimientos de las moléculas, la terapia no es igual de efectiva. Esto es algo que nunca se ha observado".

Las nanofibras están hechas de péptidos, las bases de las proteínas, y se disuelven de manera natural en un plazo de 12 semanas sin efectos secundarios notables, dijo.

"La terapia es muy segura porque está hecha de cosas naturales", observó Stupp. "La terapia se biodegrada por completo en nutrientes. Desaparece del todo en los nutrientes que alimentan a las células".

'Muy poca cicatrización'

Al examinar a los ratones curados, los investigadores encontraron que los extremos de los nervios cercenados, llamados axones, se habían regenerado, y que el aislamiento natural que protege a los nervios se había reformado a su alrededor.

Las nanofibras también redujeron de forma significativa la cantidad de tejido cicatrizado que se formaba en el lugar de la lesión, e hizo que se formaran nuevos vasos sanguíneos que alimentaban a los tejidos en recuperación.

"La cicatriz es en realidad lo que provoca la parálisis permanente. Aunque las neuronas siguen con vida en el lugar donde se han cercenado, el cuerpo produce la cicatriz, que es una barrera física. Los axones no se pueden regenerar porque tienen una cicatriz grande y dura delante", apuntó Stupp. "En nuestra terapia se formó muy poca cicatriz. Esto facilita la regeneración de los axones".

Steinberger dijo que esta investigación le emociona, pero anima a las personas a no entusiasmarse demasiado hasta que haya disponibles resultados de ensayos con humanos.

"Me parece que hay mucho potencial. Creo que debemos ser cautos con el optimismo, porque cuando funciona en ratones, no siempre se traduce en éxito en los ensayos humanos, pero me emociona ver qué sucederá", añadió Steinberger. "Es un concepto brillante".

Los hallazgos se publicaron en la edición del 12 de noviembre de la revista Science.

Más información

El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE. UU. tiene más información sobre las lesiones de la médula espinal.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Samuel Stupp, PhD, founding director, Simpson Querrey Institute for BioNanotechnology, Northwestern University, Evanston, Ill.; Jeremy Steinberger, MD, assistant professor, neurosurgery, orthopedics and rehabilitation medicine, and director, minimally invasive spine surgery, Mount Sinai Health System, New York City; Science, Nov. 12, 2021

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