JUEVES, 13 de agosto de 2020 (HealthDay News) -- Los niños que sufren de miopía pueden ralentizar la progresión de la afección al usar unos lentes de contacto bifocales blandos, muestra un nuevo ensayo.
Los lentes bifocales con una graduación potente ralentizaron la progresión de la miopía en los niños en un 43 por ciento, en comparación con los lentes de contacto monofocales, mostraron los resultados.
"Mientras más alta es la porción de lectura de los lentes de contacto, mejor control se obtiene, y más lenta es la progresión", señaló el investigador principal, Jeffrey Walline, decano asociado de investigación del Colegio de Optometría de la Universidad Estatal de Ohio, en Columbus.
Basándose en estos hallazgos, Walline dijo que los padres deben hablar con el oftalmólogo de la familia sobre los lentes de contacto bifocales para su hijo miope, para prevenir las afecciones oculares potencialmente devastadoras asociadas con la miopía, como las cataratas, el glaucoma o el desprendimiento de la retina.
"No es algo que vaya a aparecer en el futuro. Están disponibles", aseguró Walline. "Creo que estamos en un punto en que los padres de los niños miopes deberían saber que tienen opciones para el control de la miopía".
La miopía ocurre cuando el ojo crece de una forma descoordinada en un estado elongado, de forma que la luz que entra al ojo no logra llegar del todo a la parte de atrás de la retina.
"Eso es la miopía", apuntó el Dr. Douglas Fredrick, oftalmólogo pediátrico del Hospital del Ojo y el Oído de Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. "Es un globo ocular largo, la elongación física del ojo".
Antes, los expertos en los ojos pensaban que la miopía se desarrollaba debido a que el esfuerzo mecánico de enfocarse en los objetos tenía algún efecto en el ojo que hacía que el glóbulo ocular se alargara, apuntó Fredrick.
"Las evidencias más recientes sugieren que la forma en que la luz se enfoca dentro del ojo tiene un efecto en la forma en que el ojo crece", explicó.
Los lentes de contacto bifocales se parecen a una diana. La parte central del lente de contacto corrige la miopía, de forma que la visión de lejos sea clara, enfocando la luz directamente en la retina. Al mismo tiempo, el borde exterior del lente de contacto agrega potencia de enfoque, lo que enfoca a los rayos de luz periféricos en la parte delantera de la retina.
Investigaciones anteriores han indicado que esta combinación parece engañar al ojo para que ralentice su crecimiento.
El nuevo ensayo clínico, llamado BLINK, es el más grande y duradero que se ha conducido sobre los beneficios potenciales de los lentes de contacto bifocales para los niños, comentó Fredrick.
En el estudio participaron más de 290 niños de Ohio y Texas, que fueron asignados al azar a usar lentes de contacto bifocales de alta potencia, lentes de contacto bifocales de potencia media, o lentes de contacto monofocales.
Se dio seguimiento a esos niños durante alrededor de tres años. Los estudios anteriores sobre los lentes de contacto bifocales habían durado dos años, anotó Fredrick.
Los lentes de contacto bifocales de alta potencia ralentizaron de forma efectiva la progresión de la miopía, pero los lentes de contacto bifocales de potencia media y los lentes de contacto monofocales no lo hicieron.
Los lentes de contacto bifocales de alta potencia tampoco parecieron dañar a la vista de los niños, aunque se expusieron a una potencia de lectura más fuerte antes de necesitar ese nivel de graduación, apuntaron los investigadores. Cuando se evaluó la capacidad de los niños de leer letras grises en un fondo blanco, hubo una diferencia de dos letras entre los niños que usaron lentes de contacto monofocales y los que usaron lentes de contacto bifocales.
El ensayo BLINK, que fue financiado por el Instituto Nacional del Ojo de EE. UU., es importante porque la mayoría de los estudios anteriores sobre los lentes de contacto bifocales se habían realizado en países asiáticos, y en los niños asiáticos la tasa de progresión de la miopía "puede ser hasta dos veces más alta y dos veces más rápida", apuntó Fredrick.
Los lentes de contacto bifocales blandos cuestan alrededor de 400 dólares al año, y son muy seguros para los niños, aseguró Walline.
"Los niños pueden usar y cuidar esos lentes de contacto de forma independiente en el rango de edad de la miopía, a partir de más o menos los 7 años y más allá", dijo Walline. "Los niños se los pueden poner, se los pueden quitar y los pueden limpiar solos".
Sin embargo, se necesitan estudios de más duración para verificar el objetivo final de este tratamiento, que es prevenir el desarrollo de enfermedades oculares que pudieran costarle la vista a una persona en un momento posterior de la vida", dijo Fredrick.
"Si esto al final reduciría las tasas de miopía patológica, la miopía que conduce a la pérdida irreversible de la vista, es una pregunta real que solo contestarán unos estudios a largo plazo", añadió Fredrick.
Los hallazgos aparecen en la edición del 11 de agosto de la revista Journal of the American Medical Association.
Más información
La Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology) ofrece más información sobre los tratamientos alternativos para la miopía en los niños.
© Derechos de autor 2020, HealthDay