LUNES, 12 de marzo de 2018 (HealthDay News) -- Si le encanta el ejercicio, una de las peores partes de sufrir una lesión es no poder hacerlo. Pero si toma el tiempo de sanar una torcedura o esguince de forma correcta, podrá volver a jugar antes.
Primero, comprenda la lesión para tratarla de forma adecuada. Una torcedura afecta a los ligamentos, que son las bandas de tejido que conectan los huesos con las articulaciones. Un esguince es un daño en el músculo y las fibras que lo unen al hueso.
Ambas lesiones se clasifican desde el primer grado (las más leves) al tercer grado (las más graves). Resístase a restarle importancia a su lesión. Si le duele mucho o no puede apoyarse en una extremidad, llame al médico. Obtener el tratamiento adecuado es esencial para una recuperación completa y saludable. Quizá necesite una tablilla, una almohadilla o soporte de protección, o muletas.
Según el Colegio Americano de Medicina Deportiva (American College of Sports Medicine), el tratamiento conlleva cinco pasos para limitar la inflamación y acelerar la curación.
Estos cinco pasos son:
La próxima etapa usualmente incluye un movimiento suave del músculo o articulación, ejercicio leve de resistencia, y una vuelta muy gradual a su actividad favorita.
Dependiendo de la ubicación de la lesión, quizá pueda hacer alguna forma de ejercicio cardiovascular, como caminar, usar una bicicleta estacionaria, nadar, o caminar o correr en el agua. Trabajar con un fisioterapeuta puede mantenerlo en el camino correcto para la rehabilitación.
Lo que nunca debe hacer es seguir haciendo ejercicio hasta que el dolor desaparezca. El dolor es la forma en que el cuerpo le dice que algo no está bien y que necesita atención.
Más información
El Colegio Americano de Medicina Deportiva ofrece más información sobre las torceduras y los esguinces para ayudarle a recuperarse de forma efectiva.
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