Los astronautas deberán ejercitarse duramente en cualquier misión a Marte

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LUNES, 29 de marzo de 2021 (HealthDay News) -- Mientras los astronautas de la NASA fijan su mirada en llegar a Marte y construir una base en la Luna, es probable que necesitan un ejercicio regular y riguroso para mantener a sus corazones en forma, sugiere un estudio reciente.

Los investigadores analizaron datos reunidos por el astronauta estadounidense Scott Kelly durante su año en el espacio, de 2015 y de 2016, y del intento de Benoît Lecomte de cruzar el Océano Pacífico a nado en 2018. Los investigadores señalaron que la natación simula a la ingravidez.

Los resultados mostraron que unas sesiones largas de ejercicio de baja intensidad no contrarrestan del todo a los efectos de la ingravidez en el corazón, que se debilita con el tiempo en un ambiente libre de gravedad.

Quizá se necesiten unas sesiones breves y regulares de ejercicio de alta intensidad para mantener al corazón sano durante las misiones espaciales prolongadas, según los hallazgos, que se publicaron el 29 de marzo en la revista Circulation.

El trabajo del corazón para contrarrestar la gravedad de la Tierra con el fin de mantener a la sangre en circulación por todo el cuerpo lo ayuda a mantener su tamaño y función. Sin la gravedad, el corazón comienza a encogerse.

"El corazón es sorprendentemente plástico, y responde en particular a la gravedad o su ausencia", señaló el autor sénior del estudio, el Dr. Benjamin Levine, profesor de medicina interna del Centro Médico del Suroeste de la UT y de Texas Health Presbyterian Dallas.

"Tanto el impacto de la gravedad como la respuesta adaptativa al ejercicio tienen un rol, y nos sorprendió que incluso unos periodos larguísimos de ejercicio de baja intensidad no evitaron que el músculo cardiaco se encogiera", comentó Levine en un comunicado de prensa de la revista.

Durante su estadía de 340 días en el espacio, Kelly hizo ejercicio de una a dos horas al día, seis días por semana. Utilizó una bicicleta estacionaria, una cinta caminadora y actividades de resistencia. Ante de tener que abandonar su aventura, Lecomte nadó 1,753 millas (2,821 kilómetros) del Pacífico, durante 159 días, un periodo durante el cual nado un promedio de seis horas al día.

Se evaluaron los corazones de los hombres tanto antes como después de sus expediciones. Ambos perdieron masa en el ventrículo izquierdo del corazón. Ambos también tuvieron una reducción inicial en el diámetro de ese ventrículo.

Los investigadores anotaron que este estudio de caso incluyó unas tareas extraordinarias realizadas por dos personas únicas, y que se necesita más investigación para averiguar cómo los hallazgos podrían aplicar a la población general.

Continúan analizando las imágenes cardiacas de Lecomte de antes y después de su periodo de natación. Dijeron que les ayudarían a comprender si los efectos a largo plazo de la ingravidez se pueden revertir. No se planifica dar más seguimiento a Kelly.

Más información

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE. UU. ofrece una guía para un corazón sano.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTE: Circulation, news release, March 29, 2021

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